Show politiquero en acto de instalación de la Asamblea Nacional
Caracas, 6 de enero de 2011.- Si algo quedó perfectamente claro luego del estrafalario acto de instalación de la nueva Asamblea Nacional este miércoles, es que el debate parlamentario será «entre el chingo y el sin nariz», como dice el proverbio popular. Dos bloques partidistas representativos de la burguesía venezolana, rabiosamente antiobreros y enemistados con los intereses de las mayorías populares, serán los que harán vida en la nueva AN.
Caracas, 6 de enero de 2011.- Si algo quedó perfectamente claro luego del estrafalario acto de instalación de la nueva Asamblea Nacional este miércoles, es que el debate parlamentario será «entre el chingo y el sin nariz», como dice el proverbio popular. Dos bloques partidistas representativos de la burguesía venezolana, rabiosamente antiobreros y enemistados con los intereses de las mayorías populares, serán los que harán vida en la nueva AN.
El acto de juramentación formal estuvo precedido por manifestaciones en los alrededores del Palacio Federal Legislativo, por parte de militantes de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el PSUV.
Una vez en la sala plenaria, los diputados de las dos partes corearon consignas, aplaudieron y pitaron, convirtiendo la sesión en una «gallera» demagógica y populista, en la que el verdadero debate político estuvo ausente.
El PSUV designó a los tres miembros de la directiva de la AN y a los dos secretarios. El nuevo presidente de la AN, quien sustituye a la impopular Cilia Flores, es Fernando Soto Rojas, un ex guerrillero devenido en acólito del presidente Chávez. Entre las propuestas de Soto Rojas destacan su proyecto de limitar las sesiones de la AN a 4 por mes, y eliminar los sueldos de los diputados, lo cual evidentemente favorecerá a los diputados-empresarios que no viven de su salario.
«Ahora tenemos una correlación de fuerzas superior a la que tuvimos en la primera Asamblea (año 2000) en que participó la oposición», gritó la ex presidenta de la AN, Cilia Flores, seguida de gritos de «¡somos mayoría, somos mayoría!» de parte de su bancada. Sin embargo, a nivel del voto popular, el partido de gobierno no logró la mayoría.
El diputado adeco Alfonso Marquina dijo: «Vengo a hablar en nombre de la inmensa mayoría manifestada por el voto popular el 26 de septiembre». Sin embargo, la ligera mayoría obtenida por la coalición derechista en el voto popular no expresa un apoyo político a la MUD ni a AD, sino principalmente un voto castigo al gobierno.
La MUD propuso para la directiva de la AN a José Sánchez «Mazuco», quien recientemente fue condenado por su participación en un asesinato mientras fue secretario de seguridad de la gobernación del Zulia.
El diputado chavista Earle Herrera le enrostró a la MUD las violaciones a los derechos humanos cometidas por los gobiernos de AD y Copei, partidos que forman parte de la coalición derechista. Sin embargo, uno de sus compañeros de bancada, el diputado del PSUV Roger Cordero Lara, fue uno de los autores materiales de la masacre de Cantaura. De esto no dice nada Herrera, ni ninguno de sus colegas rojo-rojitos. Por otra parte el diputado Herrera hizo una apasionada defensa del dirigente estudiantil derechista Yon Goicochea, quien fue desplazado en la disputa interna de la MUD y no participó en las elecciones de diputados de septiembre.
Así las cosas, queda claro que la nueva AN no merece la menor confianza por parte del pueblo trabajador, que deberá prepararse para hacer oposición extraparlamentaria a las medidas económicas y políticas regresivas que adelanta el gobierno nacional.