Si todo está tan bien, ¿por qué protesta la gente?
Cualquiera podría ser presa de un gran desasosiego en medio de la crisis generalizada que agobia al país. El gobierno se desgasta con el trasfondo de la enfermedad del Presidente, la cual genera una gran incertidumbre. No obstante, lo que despierta nuestro ánimo y esperanzas de transformación es la decisión mayoritaria del pueblo y los trabajadores venezolanos de movilizarse por sus derechos.
Cualquiera podría ser presa de un gran desasosiego en medio de la crisis generalizada que agobia al país. El gobierno se desgasta con el trasfondo de la enfermedad del Presidente, la cual genera una gran incertidumbre. No obstante, lo que despierta nuestro ánimo y esperanzas de transformación es la decisión mayoritaria del pueblo y los trabajadores venezolanos de movilizarse por sus derechos.
Efectivamente, si algo se destaca en el desolador panorama del país es la gran combatividad popular que se expresa en una espiral extraordinaria de luchas y en una poderosa conflictividad social que nos insufla un inusitado optimismo.
Este es un dato muy importante al que los revolucionarios apostamos con todas nuestras fuerzas. Es el bálsamo que nos tonifica. Es el acicate para seguir luchando por nuestros derechos y por una sociedad sin explotados ni explotadores.
Crece la protesta obrera y popular
Los datos que proporcionan organismos de derechos humanos y el Observatorio de Conflictividad Social de Clacso son realmente dramáticos. En 1999 se produjeron 800 manifestaciones de distintos signos. Una década después, el incremento de las protestas dio un salto espectacular, llegando el año pasado a producirse unas 3300 manifestaciones. Este proceso ha venido incrementándose sistemáticamente, año a año. Un dato realmente interesante es que hasta junio del presente año, se alcanzó el número de protestas que se produjeron en el 2010 hasta el mes de octubre, es decir unas 2.635 manifestaciones. Y aún más impresionante es que después de 8 meses del presente año, ya se superó el número de protestas de todo el 2010. Para el actual momento se han producido más de 3500 protestas.
Tan sólo en el mes de agosto se produjeron 502 protestas, de las cuales casi el 35% fueron de trabajadores exigiendo respeto a derechos laborales: discusión y cumplimiento de contratos colectivos, salarios, reenganche de trabajadores despedidos, entre otras reivindicaciones.
Sin ninguna duda, los trabajadores son el sector social más dinámico, el que más se moviliza, manteniendo el mismo ritmo de lucha con unas 170 protestas mensuales promedio. No obstante, la situación se complejiza porque otros sectores sociales entran en la vorágine de luchas y conflictos con mucha fuerza. Es así como también se movilizan comunidades y refugiados exigiendo vivienda; otros pelean por mejores servicios, por luz y agua; cortan vías en protesta por el mal estado de la vialidad, así como por seguridad.
Si estamos tan bien, ¿por qué protesta la gente?
Mientras tanto el gobierno gasta millones de bolívares en publicidad para hacernos creer que el país marcha viento en popa y que vivimos con Alicia en el País de las Maravillas. La pregunta que habría que hacerse es que si el país está tan bien, y los venezolanos somos tan felices, como dice la propaganda gubernamental, ¿por qué se incrementan las protestas sociales? Si el modelo nacionalista burgués del gobierno, disfrazado de socialista, nos proporciona “el mayor cúmulo de felicidad posible”; si estamos en la sociedad de Buen Vivir y el “vivir viviendo”, ¿por qué los venezolanos salen cada vez más a las calles a protestar y a exigir reivindicaciones incumplidas?
Este dato dramático de la realidad contrasta con la retórica de Chávez y sus funcionarios, que hablan de un país inexistente, mientras los trabajadores y el pueblo luchan y pelean todos los días por sus reivindicaciones, en un país milmillonario, con los precios petroleros más altos de la historia, pero que sin embargo se ahoga en un mar de calamidades y violaciones constantes a los derechos de los trabajadores. Por qué eso ocurre es la pregunta que el gobierno tendría que responder.
Una situación revolucionaria en marcha
El incremento sostenido de las protestas y la conflictividad social evidencia que vamos hacia momentos muchos más elevados de la lucha de clases. Los revolucionarios debemos saber leer estos datos y prepararnos para una profundización de las luchas obreras y populares. Es tarea de los luchadores y activistas esforzarnos por articular las luchas; unificar a los distintos sectores que hoy salen sin miedo a pelear, a pesar de la intimidación y estigmatización que el gobierno suele hacer al que protesta y critica. Esto hay que llevarlo a cabo en el seno de las comunidades, entre los campesinos, en el movimiento obrero, así como entre la juventud estudiantil.
La Unidad Socialista de Izquierda, a través de sus militantes sindicales que participan de la corriente CCURA, hace todos los días este esfuerzo en el seno del movimiento obrero, de allí su participación decidida en el Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario y el Sindicato (Fadess), organismo que crece y avanza en la perspectiva de convertirse en una referencia para esos miles de trabajadores que en todo el país protagonizan innumerables luchas y conflictos.
Hoy el Fadess tiene un reto importante, el de conferirle sentido nacional a todas estas luchas obreras, a través de la convocatoria a la Jornada de Protesta que el próximo 20 de octubre se desarrollará en todo el país.
El reto es mayor después de las declaraciones hechas por Aristóbulo Istúriz, a nombre del partido de gobierno, las cuales buscan criminalizar de antemano la actividad programada públicamente y a la luz del día por Fadess.
Pero estamos seguros de que sin miedo, los trabajadores darán una muestra de unidad, disciplina y disposición a luchar por sus derechos, y saldrán masivamente en todas las ciudades del país, a expresar de distintas formas su descontento, y a exigir el respeto a la autonomía sindical, que se discutan y se cumplan los contratos colectivos, que cese la criminalización de la protesta, porque ya basta de abusos del gobierno y los patronos: a los trabajadores se respeta.