9 noviembre, 2024

Sidor ardiente

Miles de trabajadores paralizaron labores y manifestaron ante tribunales. Los sidoristas reclaman el pago, presuntamente incumplido, del porcentaje de las llamadas «ganancias líquidas» de esa empresa, correspondientes a los años 2003 a 2008.

Miles de trabajadores paralizaron labores y manifestaron ante tribunales. Los sidoristas reclaman el pago, presuntamente incumplido, del porcentaje de las llamadas «ganancias líquidas» de esa empresa, correspondientes a los años 2003 a 2008.

Sidor amaneció paralizada ayer y varios miles de sus trabajadores se movilizaron en la flota de autobuses desde muy temprano en la mañana, tomando los alrededores del Palacio de Justicia de Puerto Ordaz hasta mediados de la tarde.

Entretanto, el tribunal de Juicio del Trabajo realizaba la audiencia del juicio incoado por los trabajadores de esa empresa contra el Estado venezolano y contra la antigua propietaria, la transnacional argentina Ternium, por el pago presuntamente incumplido del porcentaje de las llamadas “ganancias líquidas” de esa empresa, correspondientes a los años 2003 a 2008.

Aunque todos los sectores político-sindicales –oficialistas, opositores e independientes– dentro de Sidor lo habían anunciado en forma conjunta, fue la noche del martes cuando debía entrar el turno de 11 de la noche a 7 de la mañana y salir el de 3 a 11, que una asamblea de trabajadores en el Portón II decidió que a partir de las 3 am se paralizarían las actividades productivas de la empresa –dejando en actividad tan sólo los “servicios mínimos”, para no causar daños a equipos e instalaciones– a fin de que al salir a las 7am, junto a los que debían ingresar al trabajo a esa hora se participara de la movilización de presión.

Así se hizo y luego, como la audiencia se extendió hasta la tarde, Sutiss decidió extender el paro al menos hasta las 9 de la noche de modo que el turno de 3 a 11 participara también de la protesta.

Todos los sectores laborales involucrados así como los reporteros de la fuente laboral de los medios locales, coincidieron en destacar lo masivo de la movilización, el hecho que desde al menos dos años antes no se observaba tal unidad de criterios.

“Esto parece el regreso de la antigua combatividad sidorista”, fue la expresión más escuchada.

UN VIEJO RECLAMO
La Ley del Trabajo establece que cuando una empresa, al final del ejercicio fiscal ofrezca beneficios y utilidades, debe repartir un porcentaje de éstas entre sus trabajadores una vez deducidos todos los gastos y las cantidades canceladas también como “utilidades” de fin de año.

Es lo que comúnmente se denomina “ganancias o utilidades líquidas”.

Sidor, que comenzó a producir beneficios a partir de 2004, durante la etapa de empresa privada, bajo administración de la transnacional Ternium, sin embargo, no rendía éstas ganancias o utilidades por un mecanismo especial derivado del convenio de reestructuración de la deuda firmado en 2003 entre el gobierno venezolano, la transnacional y los bancos acreedores.

Ese convenio se firmó en el Palacio de Miraflores con presencia directa del presidente Chávez, el entonces ministro de Finanzas Nelson Merentes y el chairman de Techint Daniel Novegil y allí se incluyeron las llamas “cuentas de participación” y los “excedentes de caja” pero considerados costos financieros.

Por eso, los socios de Sidor -la transnacional, el estado venezolano y los 15 ex trabajadores y trabajadores- recibían trimestralmente beneficios pero en la figura de “excedentes de caja”.

Al final del año, sin embargo, Sidor no arrojaba beneficios ni utilidades de modo que no había reparto de “líquidas”.

El asunto fue reclamado insistentemente por Sutiss desde por lo menos el año 2005 e incluyó movilizaciones y protestas así como consultas al Seniat.“Una vez en el año 2007 el Seniat nos dio la razón pero luego echaron atrás ese criterio”, dice José Jiménez, director laboral de Sidor e integrante de la “comisión de ganancias líquidas”.

Los representantes de Ternium dijeron varias veces tras la estatización que ellos tienen una carta de certificación del Seniat, firmada por sus máximas autoridades incluyendo el Superintendente Nacional del organismo tributario donde los declara “totalmente solventes”.

DEMANDA E INDEMNIDAD

Otro aspecto relevante en el caso es que cuando Ternium y el Gobierno venezolano firmaron en 2009 el acuerdo de venta de las acciones de Sidor (60%) por la estatización por un monto de 1.960 millones de dólares, incluyeron una cláusula llamada “de indemnidad”, mediante la cual el Estado venezolano renuncia a cualquier reclamación posterior por pasivos ambientales, industriales, laborales o de cualquier tipo.

Varios grupos de sidoristas y el propio sindicato Sutiss acordaron a finales del año pasado demandar a Sidor por el pago de las “líquidas” y para ello autorizaron al abogado Edwin Sambrano a llevar el caso.

En el discurso “político-sindical” algunos grupos aluden a la demanda “contra la transnacional” pero otros dicen que dado que el Estado dejó libre de reclamos a Ternium, la demanda es contra el Estado venezolano.

Como sea, el caso se ventila en un tribunal del Trabajo, luego que el Mibam-CVG y Sidor estatal se negaran a participar de la fase de conciliación y se esperaba para anoche una decisión judicial, mientras el Palacio de Justicia estaba fuertemente custodiado por piquetes de la Guardia Nacional Bolivariana y la policía de la gobernación.

SIN LUGAR

Ya a primeras horas de la noche la jueza Maribel Rivero, del Tribunal de Juicio del Trabajo, declaró sin lugar las demandas laborales y prometió entregar en cinco días la sentencia argumentada por escrito.

Admitió que los sidoristas sí tienen cualidad para introducir otra demanda ante una nueva instancia judicial , pero desestimo la acción incoada por los trabajadores con el argumento de que por contrato colectivo ellos tienen garantizadas utilidades de las ganancias de la empresa.

Por su parte, el abogado laboral de los sidoristas, Edwin Zambrano, dijo anoche que apelarán la decisión de la jueza Maribel Rivero e intentarán otra demanda ante instancias laborales superiores del Tribunal Supremo de Justicia.

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