Sobre el reformismo en la UBV, sus defensores y sus falsos críticos

Desde el inicio de la toma de la UBV-Maracaibo, han existido posiciones ambiguas que adhiriéndose a nuestras demandas, se han mostrado contrarios a la forma, nos han acusado de tener intereses ocultos, de ser poco democráticos… detrás de dichas críticas lo único que hay es su interés en que la toma finalice, no para que nuestra universidad retome la senda revolucionaria, de la que ellos mismos la han alejado, sino para salvar sus salarios, posiciones sociales, privilegios.

Intentan utilizar un lenguaje reivindicativo «decimos intentan, pues es imposible a estas alturas ocultar sus pocisiones reaccionarias» para imponer la simple reforma de nuestra universidad. Aunque a lo largo de esta toma, en ocasiones la lucha ha tenido un carácter reivindicativo «que se ha visto superado por lanecesidad de transformar la UBV, y la consiguiente definición de las distintas fuerzas que participan en esta confrontación» esto no quiere decir que debamos aceptar sus propuestas fascistas.

Más de uno se preguntará, ¿no es lo mismo reivindicación que reforma? Les responderemos: la reivindicación es siempre expresión de lo que el explotado/oprimido necesita; puede tener distintas formas pero la relación de fuerza existe siempre y la reivindicación siempre expresa una necesidad.

Ahora, la reforma es siempre la modificación de algo para que todo quede como está, es por defi­nición la reforma de la explotación y la dominación para que la misma no sea cuestionada. Es reforma el más certero mecanismo de contención de la fuerza social. Y es la reforma la que defienden los “indecisos” o “confundidos”.

Reformistas son los que tienen propuesta stales como:

«Apoyamos la toma, pero queremos clase. Esa no es la forma de resolver el problema».

Ni lo uno ni lo otro, sino todo lo contrario. Frase célebre que evoca el bouquet de los socialdemócratas que hablan de consenso, policlasismo, colaboracionismo, en síntesis los deshonestos y traidores a su propia clase social que pretenden convencer a los demás de su profunda racionalidad y pacifismo.

«Hagamos un diagnostico participativo».

Como si no supiéramos las condiciones en las que subsistimos.

«Hay que tomar como centro de nuestra praxis proyecto».

Cuando es precisamente su praxis clientelar y corrupta, que se extrapola incluso a proyecto, la que se cuestiona.

Dichas propuestas pueden significar algunas ventajas o desventajas parciales, al corto y mediano plazo, pero nada más que eso: en cualquiera de las opciones que nos ofrecen seguiremos siendo meros reproductores de la universidad que deseamos transformar.

«Utilicemos el edificio sede únicamente como edificio administrativo».

Es un hecho que entre reformistas hay diferencias, bandos contrarios e incluso retóricamente antagónicos. Esto no refleja más que el funcionamiento mismo de la sociedad capitalista a un nivel elemental, que no es más que la disputa entre los diferentes elementos que ejercen o aspiran a ejercer el dominio del capital y el sometimiento del proletariado. Esto es lo que le da sentido al sistema capitalista como un todo,es la contraposición entre intereses separados lo que fundamenta las relacionesde explotación-dominación y constituyen la hegemonía. El hecho de que los enemigos estén divididos en grupos rivales no representa ninguna “oportunidad” para los que luchan por una educación digna y de calidad. Muy por el contrario, la lucha entre los elementos burgueses (o más bien oligarquías) o que intentan serlo (pequeña burguesía), es lo que ha permitido que este conjunto, acompañado por sus esbirros-reformistas-fascistas como poder constituido, pretenda someter alpueblo, al estudiantado, como poder constituyente.