Socialismo y Democracia
Para la teoría marxista leninista, todo Estado, incluso el Estado revolucionario de los trabajadores, es la expresión de una dictadura de una clase sobre otra clase o clases y forma parte de la llamada superestructura conformada por las instituciones políticas, militares y culturales que permiten que el modo de producción económico y social se mantenga y reproduzca en beneficio de la clase hegemónica que dirige al conjunto de la sociedad.
Para la teoría marxista leninista, todo Estado, incluso el Estado revolucionario de los trabajadores, es la expresión de una dictadura de una clase sobre otra clase o clases y forma parte de la llamada superestructura conformada por las instituciones políticas, militares y culturales que permiten que el modo de producción económico y social se mantenga y reproduzca en beneficio de la clase hegemónica que dirige al conjunto de la sociedad.
Bajo esta perspectiva, el Estado revolucionario de los trabajadores (Socialista) es una dictadura del proletariado y de las clases trabajadoras para imponer a la clase de los capitalistas las condiciones sociales y económicas del nuevo modo de producción (el comunismo y la sociedad sin clases)
El Estado revolucionario de los Trabajadores surge de la crisis orgánica del régimen social, económico y político cuando los explotados no pueden soportar más la explotación y la clase dirigente se hace incapaz de resolver la más mínima convivencia social.
De la mano de esa crisis orgánica del capitalismo, el partido de los trabajadores, que es su vanguardia, conduce al proletariado por medios políticos (movilización de masas) y medios militares (milicias de trabajadores y del pueblo) a la toma del poder. Derrocada la clase dirigente se abre un período de transición (el socialismo) para transformar el modo de producción capitalista cuyo fundamento es la explotación del hombre por el hombre, sustituyéndolo por el modo de producción comunista cuyo fundamento es la eliminación de la propiedad privada y del trabajo asalariado. Es decir: para la construcción de una sociedad sin clases.
Esa teoría política revolucionaria se experimentó en diversos lugares principalmente en la URSS y China donde la toma del poder se produjo en el primer caso por una insurrección armada y en el segundo caso por una guerra popular prolongada.
Con la evolución del capitalismo especialmente después de la Segunda Guerra Mundial y de su democracia parlamentaria de representación surgen en Europa la socialdemocracia y el eurocomunismo que planteaban la estrategia de lograr reformas y capturar el poder por medios pacíficos y electorales.
En América Latina, la estrategia de toma del poder por medios electorales se experimentó en Chile con el ascenso de Salvador Allende al gobierno de ese país, derrocado por la dictadura sangrienta de Augusto Pinochet.
De manera que para el socialismo revolucionario, la democracia poco importa en tanto sólo refleja una dictadura de clase actuada por la manipulación electoral. Para la socialdemocracia, los valores de pluralismo, sufragio universal y alternancia en el poder son principios fundamentales de la lucha política de los trabajadores.
Son pues dos opciones de lucha completamente diferentes.
Correo-e: notaslaborales@gmail.com
Mensajes: 0416-732 9924 y 0414-341 3641