2 noviembre, 2024

Suplican por ayuda General Motors, Ford y Chrysler

18 de noviembre 2008.

18 de noviembre 2008. – Los tres fabricantes de autos más grandes de Estados Unidos acudieron hoy al Congreso para suplicar que les otorgue un rescate gubernamental de 25.000 millones de dólares, mientras los líderes legislativos y la Casa Blanca padecen fatiga por salvamentos financieros.

Los líderes demócratas en el Congreso buscan aprovechar el ya existente paquete de rescate de Wall Street, de 700.000 millones de dólares, para que tanto los fabricantes de automóviles estadounidenses como sus proveedores tengan acceso a préstamos nuevos, pero la Casa Blanca y los legisladores republicanos dicen que la golpeada industria automotriz no debe recibir ningún capital fresco.

En cambio, el presidente George W. Bush y los legisladores republicanos proponen que se usen los 25.000 millones de dólares en préstamos aprobados por el Congreso en septiembre — pensados originalmente para ayudar a los fabricantes automotores a modernizar sus fábricas para que puedan crear vehículos con motores más eficaces en el uso del combustible — para cubrir las penurias financieras inmediatas de esas empresas.

Sin embargo, los altos ejecutivos del sector, respaldados por los legisladores demócratas, insisten en que necesitan otros 25.000 millones de dólares en préstamos de urgencia para evitar la quiebra de una o más de las tres principales fabricantes automotrices de Detroit antes del fin de año.

Eso haría que la ayuda federal total a la industria sume 50.000 millones de dólares este año.

Hay cierta fatiga sobre los paquetes de rescate tanto en la Casa Blanca como en el Capitolio, donde los partidos políticos se han visto acosados por los electores después que accedieron a conceder el paquete de rescate gubernamental de 700.000 millones de dólares al sector financiero.

Los ejecutivos de los Tres Grandes de Detroit, junto con el sindicato de trabajadores de la industria automotriz, llevan sus ruegos el martes ante la Comisión Bancaria del Senado, mientras los promotores del salvamento automotor promueven los votos necesarios para que se apruebe el plan durante una sesión postelectoral.

Asistentes de ambos partidos y cabilderos que rastrean el plan han reconocido en privado que están lejos de lograrlo.

El debate ocurre mientras la situación financiera de General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC se vuelve cada vez más incierta. GM ha dicho que podría quedarse sin liquidez para fines de año si no recibe ayuda gubernamental.

“Ellos van a tener que enfrentar lo que es la percepción entre algunos de nuestros colegas aquí: que todavía hay algunos problemas de calidad entre los ’Tres Grandes’ y que ellos no han empezado a hacer la reestructuración necesaria”, afirmó el senador demócrata Carl M. Levin, arquitecto del plan de salvamento.

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