Tensión en la Sierra por asesinato de Sabino Romero

5 de marzo de 2013.- En la Sierra de Perijá todos se encerraron en sus casas, menos en la comunidad Chaktapa, en Machiques de Perijá, donde sus habitantes esperaron —en medio de un ambiente de tensión— la llegada del cadáver de su cacique Sabino Romero, asesinado a tiros delante de su esposa, en el sector El Tokuko, el domingo pasado. Durante su funeral expusieron que había recibido amenazas de muerte.

5 de marzo de 2013.- En la Sierra de Perijá todos se encerraron en sus casas, menos en la comunidad Chaktapa, en Machiques de Perijá, donde sus habitantes esperaron —en medio de un ambiente de tensión— la llegada del cadáver de su cacique Sabino Romero, asesinado a tiros delante de su esposa, en el sector El Tokuko, el domingo pasado. Durante su funeral expusieron que había recibido amenazas de muerte.

En medio de la multitud que la acompañaba, Zenaida Romero relató, ayer, en la mañana que a su padre lo invitaron a cenar después de asistir a las elecciones para elegir a un nuevo cacique mayor en la Sierra, el domingo 3.

En una moto se desplazaba Romero con su pareja, Lucía Martínez, cuando dos hombres —a quien ella describió como robustos— los sobrepasaron en un vehículo similar y les dispararon. El líder indígena recibió cuatro disparos entre el costado izquierdo y la cabeza, dijo un vocero del Cicpc.

Al piso se arrojó la mujer tras ser alcanzada por una bala en el antebrazo derecho. Después del tiroteo llamó a cinco miembros de su familia para que la ayudaran a auxiliar a su esposo. Lo llevaban en una ambulancia hacia el hospital de la localidad, pero falleció.

Ordenaron regresar a El Tokuko, específicamente frente a la iglesia católica, a esperar la llegada de la Fiscalía para que iniciara la investigación. Otros salieron en búsqueda de los asesinos, pero la Fuerza Armada Nacional los retuvo, denunció un hijo de Romero.

En la parte trasera de un camión llegó la urna, dispuesta por las autoridades, para colocar los restos del cacique, a las 11:00 am de ayer. Llevaba encima la bandera venezolana; el llanto de las mujeres lo recibieron en su entrada. Será sepultado en su propia comunidad.

De un lado a otro, sobre el suelo arenoso, mujeres y hombres caminaban con rostros iracundos, murmuraban improperios alrededor del rancho, donde estaba el cuerpo de Sabino, rodeado de funcionarios policiales y militares armados y con chalecos antibalas.

Asombrados estaban los habitantes por el despliegue de autoridades: el secretario de Ejecutivo regional, Blagdimir Labrador; 50 efectivos del Ejército, 20 del Cicpc; y los fiscales 76º con competencia nacional, 45º del Zulia y 20º de esa jurisdicción, acompañado del fiscal superior, Richard Linares.

Rodeado de miembros de su etnia bajo una enramada, Sabino Romero (hijo) declaró que su padre “recibió amenazas de otro cacique llamado Alfonso Isnopa porque no querían que votaran por otro candidato para ser cacique mayor de la comunidad”.

Trascendió que el proceso de elección fue cuestionado porque había muchos “güaitías” (personas que no eran yucpas) votando por Isnopa.

Vicente Romero, hijo del cacique, denunció que efectivos militares lo agredieron junto con su hermano, cuando intentaron perseguir a los asesinos.

“A mi papa lo odiaban porque él demarcaba la tierra para los yucpas para que no hubiera masacre ente los yucpas y los criollos como paso en Toromo (…) Esto no va a quedar así, el murió pero quedamos nosotros”, expresó Romero. Entre los yucpas recordaron que el padre de Sabino, también cacique, fue asesinado a tiros hace años.

Carlos Azpúrua, el cineasta y líder político del PPT, repudió el asesinato y dijo que consignará a la Fiscalía General de la República un video en el que Sabino denuncia, con nombres y apellidos, a las presuntas personas que lo amenazaban constantemente y “habrían ofrecido hasta 100 mil bolívares por su cabeza”. La declaración la ofreció 15 días antes de su muerte.

Autoridades del Cicpc investigan a los responsables y por los momentos no manejan un móvil específico. El secretario del Gobierno regional indicó que no pueden especular sobre las posibles hipótesis del crimen. En la Sierra sospechan que su actividad en demarcación de tierras y rencillas con terranientes desató una venganza en su contra.

Ayer al mediodía, Sabino era velado en medio de una repentina lluvia. Ahora discutirán en la comunidad quién tomará la riendas de su liderazgo.

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