Trabajadores bolivianos realizaron huelga y marchas por un salario mínimo igual a la canasta básica
La Paz, 19 de febrero.- A pesar de la lluvia y el frío, miles de trabajadores atendieron este viernes la convocatoria a marchar realizada por la Central Obrera Boliviana (COB). Los manifestantes se abrieron paso por el centro de La Paz, detonando cartuchos de dinamita y gritando consignas por un aumento del salario mínimo en 1000%, para que permita cubrir la canasta básica.
La Paz, 19 de febrero.- A pesar de la lluvia y el frío, miles de trabajadores atendieron este viernes la convocatoria a marchar realizada por la Central Obrera Boliviana (COB). Los manifestantes se abrieron paso por el centro de La Paz, detonando cartuchos de dinamita y gritando consignas por un aumento del salario mínimo en 1000%, para que permita cubrir la canasta básica.
«Los precios de los alimentos básicos de la canasta familiar están más caros y los salarios están bajos. Los desocupados que no tienen trabajo están destinados a morir», dijo a periodistas Pedro Montes, máximo dirigente del COB.
Montes planteó al gobierno de Evo Morales un salario mínimo nacional equivalente a la canasta básica, la cual asciende a 8.000 bolivianos (1.183 dólares), alrededor de diez veces el salario actual. Morales, un gobernante nacionalista-burgués que aboga por la construcción del «capitalismo andino», consideró «irracional» el pedido.
Los precios de los alimentos subieron luego de que el gobierno decretó en diciembre un incremento de hasta 83% en los carburantes. Aunque Morales dio marcha atrás con la medida, varios alimentos mantuvieron los nuevos precios.
«Nos hemos confiado mucho en los empresarios, no podemos confiarnos en esos agroindustriales», dijo Evo Morales, en un torpe intento por apaciguar la ira obrera.
El azúcar es el alimento que más ha escaseado. La pasada semana el gobierno importó el producto desde Colombia para proveer al mercado local. El gobierno también está importando maíz: el viernes llegaron las primeras 35.000 toneladas de Argentina y se prevé una próxima carga de 15.000 toneladas.
Las protestas comenzaron el lunes. En algunas ciudades también se registraron hechos vandálicos.
A su vez, los sindicatos del transporte urbano de Cochabamba, Oruro y Potosí aumentaron las tarifas de los pasajes más de un 30%, lo que provocó marchas de protesta en esas ciudades.
Varios sectores sociales de Bolivia, incluso algunos de los que han sido más cercanos al presidente Evo Morales, mantienen hace varios días protestas con diverso impacto para exigir soluciones al encarecimiento de los alimentos y un mejor salario para este año ante la creciente inflación.
La huelga general convocada por la Central Obrera Boliviana (COB), no tuvo la contundencia esperada, pero fue acompañada de marchas de protesta en las principales ciudades del país.
Además, se registraron bloqueos en Cochabamba, la ciudad que ha concentrado las protestas más violentas a comienzos de esta semana.
Tras el frustrado «gasolinazo» de diciembre, cuando Morales impuso durante unos días un alza en el precio de los combustibles, algunos alimentos empezaron a escasear y a subir de precio de forma acelerada. La protesta popular hizo retroceder al gobierno del MAS, y la medida fue suspendida.
Evo Morales se ríe de los trabajadores
«A mí me causa risa cuando dicen incremento salarial del 40%, 50% hasta el 70%», comentó el presidente boliviano, y dijo que el Estado no puede gastar sus fondos en salarios.
El secretario ejecutivo de la COB, Pedro Montes, replicó que «se trata del estómago y de la canasta familiar».
Una comitiva de ministros intentó dialogar con la COB, pero los dirigentes exigen hablar directamente con Morales.
Los vecinos de la ciudad de El Alto, que fueron por años fieles al mandatario, también habían salido a las calles esta semana en protesta por el incremento en el costo de vida. «Evo, Álvaro, el pueblo tiene hambre», gritaron los manifestantes.
En Santa Cruz y Potosí, los transportistas están en huelga y realizan marchas diarias para pedir una autorización que les permita subir tarifas, al sostener que también son del pueblo y que merecen un incremento como los asalariados.
El presidente Morales respondió que no hay motivos para subir las tarifas del transporte porque los choferes reciben combustible subvencionado. Lo cierto es que la utopía burguesa del «capitalismo andino» se derrumba ante la movilización popular y obrera.
El gobierno promete subir los salarios por encima de la inflación, que en 2010 se situó en 7,18 por ciento. Para los dirigentes de los trabajadores es una oferta insuficiente.
No se puede confundir a los trabajadores con los argumentos desgastados del nacionalismo
Para empeorar las cosas, Morales llamó este sábado a trabajadores de la COB a “pensar primero en la Patria” antes de luchar por sus reivindicaciones, y acusó a los trabajadores de defender “intereses personales que no se ajustan a las necesidades de Bolivia”, un discurso netamente burgués que exacerbó los ánimos en las filas obreras.
Ya al borde de la desesperación, Morales instó a los trabajadores a decidir si estaban “con el proceso de cambio” o si son “instrumentos de la derecha”.
El Gobierno boliviano asegura que el incremento de los precios de los alimentos no se debe a su política económica, sino a la «especulación» y a las consecuencias del cambio climático, pues desde diciembre de 2010 Bolivia experimenta una fuerte sequía que ha afectado a las cosechas. La situación guarda paralelismos con Venezuela, donde los trabajadores realizaron a comienzos de febrero una importante marcha por aumentos salariales, en el país con la inflación más alta del hemisferio occidental.