Trabajadores de la ULA toman las calles de Mérida exigiendo cargos fijos
Mérida, 25 de mayo.- Un nuevo estallido de protesta protagonizado por los obreros de la Universidad de los Andes sacude a la capital andina desde la noche del miércoles. Con la huelga y las acciones de calle, acordadas la tarde del miércoles por una asamblea obrera realizada en la Facultad de Medicina, los trabajadores responden a la decisión de las autoridades universitarias de no renovar los contratos de más de mil trabajadores que laboran bajo la figura de contratos a tiempo determinado. La exigencia principal de la protesta es que las autoridades universitarias y el gobierno asignen cargos fijos a todos trabajadores sometidos a este régimen fraudulento de contrataciones temporales.
Mérida, 25 de mayo.- Un nuevo estallido de protesta protagonizado por los obreros de la Universidad de los Andes sacude a la capital andina desde la noche del miércoles. Con la huelga y las acciones de calle, acordadas la tarde del miércoles por una asamblea obrera realizada en la Facultad de Medicina, los trabajadores responden a la decisión de las autoridades universitarias de no renovar los contratos de más de mil trabajadores que laboran bajo la figura de contratos a tiempo determinado. La exigencia principal de la protesta es que las autoridades universitarias y el gobierno asignen cargos fijos a todos trabajadores sometidos a este régimen fraudulento de contrataciones temporales.
Con la toma de las principales avenidas de Mérida, el tráfico resultó completamente paralizado. El gobernador de Mérida Marcos Díaz Orellana, del Psuv, y el rector de la ULA, Mario Bonucci, de las filas de la MUD, cerraron filas contra los trabajadores y condenaron demagógicamente «la violencia» de la protesta. El gobernador admitió públicamente que el presidente Chávez estaba al tanto del conflicto laboral, anulando de esa manera la versión presentada por voceros locales del Psuv, según los cuales la falta de respuesta del gobierno a las exigencias obreras se debe a que Chávez no estaría al tanto de las exigencias de los trabajadores.
Desde el año 2009, con intermitencias, viene desarrollándose un proceso de movilización en contra del fraude laboral en la ULA. Tanto las autoridades universitarias, que militan en la derecha opositora, como el Ministerio de Educación Universitaria, en calidad de patronos solidarios, han venido violando sistemáticamente los derechos de unos mil cuatrocientos trabajadores que desarrollan labores fijas y permanentes en la universidad, pero sin gozar de cargos fijos, lo cual les priva de estabilidad laboral y de beneficios consagrados en el contrato colectivo.
Demagógicamente, el rector Bonucci justifica la no renovación de los contratos alegando que la nueva legislación laboral prohíbe el régimen de contratación que venía aplicando la ULA con los trabajadores eventuales. Sin embargo, dicho régimen era también ilegal antes de la aprobación de la reforma laboral. Las autoridades universitarias y el gobierno no se han destacado por su apego a la ley en lo que se refiere a las relaciones laborales en la ULA.
El rector también aseguró que la universidad no cuenta con los recursos para regularizar la situación de este numeroso grupo de trabajadores. Pero desde hace más de tres años Bonucci se niega a gestionar estos cargos fijos ante el Ministerio de Educación Universitaria, recurriendo a toda clase de excusas. El gobierno nacional, por su parte, se lava las manos ante esta situación, de la que se beneficia al contar con mano de obra barata en la ULA, lo cual implica menos erogaciones presupuestarias.
La visita de la directora de la Opsu, Tibisay Hung, prevista para el mes de mayo fue suspendida hasta nuevo aviso ante las reiteradas exigencias de los trabajadores de que esa dependencia gubernamental diera respuesta al reclamo de cargos fijos. La no renovación de los contratos a los trabajadores llamados eventuales amenaza con llevar al cierre parcial de servicios estudiantiles como el comedor universitario, y afectar a la vigilancia y el mantenimiento.
«Hoy hubo una protesta. No sabemos quiénes la dirigen; pero se suspendieron las actividades docentes y administrativas durante hoy y mañana», dijo sarcásticamente Bonucci, ninguneando al sindicato de trabajadores que convocó la protesta.