3 noviembre, 2024

Una conferencia en la India

Invitados por la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG), tuvimos la oportunidad de compartir la situación de Venezuela en el evento “Vínculos y estrategias: Luchas noviolentas y supervivencia local versus el militarismo global”, realizado en la India entre los pasados 22 y 25 de enero. La IRG es una organización que desde el año 1921 relaciona a diferentes grupos en el mundo entero, los cuales suscriben que “La guerra es un crimen contra la humanidad. Por ello me comprometo a no apoyar ningún tipo de guerra, y a luchar por la eliminación de todas sus causas”. Actualmente posee secciones y afiliados en más de 80 países.

Invitados por la Internacional de Resistentes a la Guerra (IRG), tuvimos la oportunidad de compartir la situación de Venezuela en el evento “Vínculos y estrategias: Luchas noviolentas y supervivencia local versus el militarismo global”, realizado en la India entre los pasados 22 y 25 de enero. La IRG es una organización que desde el año 1921 relaciona a diferentes grupos en el mundo entero, los cuales suscriben que “La guerra es un crimen contra la humanidad. Por ello me comprometo a no apoyar ningún tipo de guerra, y a luchar por la eliminación de todas sus causas”. Actualmente posee secciones y afiliados en más de 80 países.

No por casualidad este evento, que contó con la asistencia de delegados y delegadas de más de 30 naciones, entre ellas las latinoamericanas, se realizó en el segundo estado más importante de La India: Gujarat. En esta región nació uno de los principales líderes de la independencia, Mahatma Gandhi, cultor conocido de la noviolencia y actualmente uno de los mitos fundacionales de la próspera democracia en el país. Su rostro calvo y con anteojos decora todos los edificios públicos y se encuentra estampado en los billetes de rupias, la moneda nacional. La sede de la conferencia fue la Universidad Gujarat Vidyapith, fundada por el propio Gandhi en el año 1920 para iniciar a la juventud en la lucha pacífica por la independencia del imperio británico, y que actualmente es una de las pocas universidades del país que continúan impartiendo sus ideales de una educación orientada al servicio social. El campus tenía todos los servicios, y su frondosa vegetación era hogar de decenas de ardillas y monos, último animal sagrado en el país por la creencia de ser la encarnación del dios Hanuman.

Uno de los objetivos del cónclave fue visibilizar las relaciones globales entre los llamados “proyectos de desarrollo”, la minería e industrialización, la fabricación y comercio de armas, el militarismo y las compañías que especulan con la guerra, por un lado, y el desplazamiento de comunidades indígenas y campesinas, las amenazas a los medios de subsistencia, el acorralamiento a las formas de vida tradicionales y la violencia de Estado, por otro. Como se desprendieron de los innumerables testimonios de países como Colombia, Paraguay, Papúa Occidental, El Congo y Eritrea, la consecuencia es la pérdida de derechos humanos para grandes sectores de población, quienes se ven forzadas a establecer una cruenta lucha por su subsistencia. Durante los talleres o las horas de la comida y la convivencia, se establecieron diferentes alianzas y se coordinaron el inicio de campañas para denunciar las situaciones más agudas.

Por nuestra parte pudimos intervenir en un taller, con otros representantes de países vecinos, bajo el nombre “Militarismo y proyectos de desarrollo energético en América latina”, así como en la plenaria “El rol de las alianzas trasnacionales de solidaridad”, en donde pudimos compartir diferentes aspectos sistematizados por Provea en su Informe Anual sobre la situación de derechos humanos en el país. Nuestras ponencias hicieron énfasis en la historia y amplitud de la actividad de exportación energética en la que esta basada la economía venezolana, así como el rol de las compañías multinacionales como socias del Estado bajo la figura jurídica de empresas mixtas. Seguidamente describimos los principales proyectos energéticos y de infraestructura planteados en la actualidad, así como el alto impacto ambiental, social y cultural que generarán. Posteriormente explicamos las características del militarismo en Venezuela y las modalidades que el mismo ha asumido bajo el gobierno del presidente Chávez, haciendo una detallada relación del gasto destinado al Ministerio de la Defensa en comparación con otros ministerios encargados de garantizar los derechos sociales. Por último realizamos una rápida cronología de la situación de los movimientos sociales en el país, teniendo el 27 de febrero de 1989 como fecha de inflexión, la polarización y cooptación institucional de las redes sociales desarrolladas en la década de los noventas, así como los episodios de resistencia popular a estos proyectos de desarrollo. Con la ayuda de la traducción, activistas de Alemania, Finlandia, Inglaterra, Estados Unidos y Suráfrica, por nombrar sólo algunos, escucharon con mucha atención el proceso de movilización de las comunidades yukpa y barí en contra de la explotación de carbón en sus territorios, así como el proceso de criminalización y desgaste, que ha tenido entre uno de sus capítulos el juicio contra el cacique Sabino Romero. Muchos de estos activistas nos afirmaron que nuestros datos modificaban la visión que tenían sobre el país, y que colaborarían activamente a amplificar estas denuncias.
La calidez de los activistas indios nos hizo sentir como en casa. Sin embargo los retos para este país, en materia de derechos humanos, son enormes. Por un lado persiste la férrea división de la sociedad en castas, fuera de las cuales se encuentran 160 millones de personas, entre ellos los llamados “intocables”, verdaderos parias de una exclusión social medieval. En segundo lugar, a pesar de ubicarse en el puesto 12 entre las economías más fuertes del mundo, más del 40% de su población, estimada en 1.160 millones de habitantes, vive en condiciones de pobreza. En tercer lugar, la situación de las mujeres es, literalmente, de un atraso conmovedor respecto a la situación de sus pares en el mundo.

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