¡Vamos por nuestros derechos!

Hace 103 años atrás, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, más de 100 mujeres de 17 países proclamaron al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La propuesta allí resuelta no era para que las mujeres recibieran flores, bombones y hasta ofertas en tratamientos de belleza, como muchas publicidades promueven en la actualidad. Sino que lo que estas mujeres buscaban, era erigir una jornada de lucha que reivindicara el papel de las mujeres trabajadoras en la sociedad y en la pelea por un mundo más justo. Como trabajadoras, no solo batallaban contra la explotación capitalista que sumía en la pobreza a la mayoría de las mujeres con extenuantes jornadas de trabajo y viviendas precarias; sino que también reclamaban el derecho a obtener igual salario frente al mismo trabajo que sus compañeros varones, el derecho a organizarse y a participar políticamente, el derecho a la libertad y a poder decidir sobre su propios cuerpos y sus propias vidas, entre tantos otros.

Hace 103 años atrás, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, más de 100 mujeres de 17 países proclamaron al 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora. La propuesta allí resuelta no era para que las mujeres recibieran flores, bombones y hasta ofertas en tratamientos de belleza, como muchas publicidades promueven en la actualidad. Sino que lo que estas mujeres buscaban, era erigir una jornada de lucha que reivindicara el papel de las mujeres trabajadoras en la sociedad y en la pelea por un mundo más justo. Como trabajadoras, no solo batallaban contra la explotación capitalista que sumía en la pobreza a la mayoría de las mujeres con extenuantes jornadas de trabajo y viviendas precarias; sino que también reclamaban el derecho a obtener igual salario frente al mismo trabajo que sus compañeros varones, el derecho a organizarse y a participar políticamente, el derecho a la libertad y a poder decidir sobre su propios cuerpos y sus propias vidas, entre tantos otros.

Hoy, a más de 100 años de ese gran encuentro, las mujeres hemos recorrido un largo camino. Si bien es cierto que en la mayoría de los países del mundo hemos alcanzado la igualdad jurídica frente a los varones, aún seguimos sufriendo los efectos más crudos de la opresión patriarcal.

Las muertes por violencia machista, así como los episodios de violencia de todo tipo (física, psicológica, emocional, institucional), son moneda corriente en la vida de la mayoría de las mujeres. Incluso, aún en muchísimos países no hemos conquistado el derecho al aborto legal seguro y gratuito, lo que también se cobra la vida de miles de mujeres. Y además, seguimos siendo las más pobres entre los pobres y las más explotadas entre los explotados. Porque aunque se promete igualdad para las mujeres, por ejemplo, en Argentina, somos mayoría en el trabajo precario y cobramos en promedio menores salarios que los varones mientras seguimos haciéndonos cargo del trabajo doméstico.

Por eso, este nuevo 8 de marzo, las Mujeres de Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda queremos reivindicar la lucha de esas primeras mujeres luchadoras, obreras y socialistas que hace más de un siglo no pedían que se las agasajara con una tarjeta o un día de spa, sino que peleaban en la calle por sus derechos. Hoy, igual que en aquellos años, las mujeres trabajadoras tenemos mucho por conquistar. Porque aun cuando exista una mujer presidenta en el país, lo cierto es que Cristina Fernández no gobierna para la mayoría de las mujeres. Tampoco lo hacen otras mujeres diputadas y senadoras de los distintos partidos patronales, como Michetti, Carrió y tantas otras que, junto a sus bloques, votan leyes contra las mujeres trabajadoras. Muestra clara de ello es que, a finales de 2012, volvió a quedar sin efecto el proyecto para la interrupción voluntaria del embarazo. O que, recién después de observar la inmensa movilización nacional contra el corrupto fallo que dejaba libre a los captores de Marita Verón, los diputados se dignaron a aprobar una nueva ley de trata.

El próximo 8 de marzo, desde Izquierda Socialista en el FIT -junto con otras organizaciones de mujeres, sociales, partidos políticos y sindicatos- volveremos a poner nuestro grito en las calles. Llevando también estas banderas al terreno electoral en las próximas elecciones contra lo que plantean las distintas variantes patronales.

Exigimos:

• Por los derechos de la Mujer Trabajadora. Igual salario por igual trabajo. Aumento salarial de emergencia. Salario igual a la canasta familiar. No a las paritarias con techo. Eliminación del impuesto al salario. Basta de precarización laboral.

• Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito. Inmediato tratamiento y aprobación del proyecto de Ley de la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto.

• Contra toda forma de violencia hacia las mujeres. Libertad a las hermanas Jara. Basta de justicia patriarcal.

• Basta de impunidad en el caso Marita Verón. Desmantelamiento de las redes de trata. Fuera Alperovich.

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