12 noviembre, 2025

Votemos por una alternativa democrática y a la izquierda

En las venideras elecciones legislativas del 26 de septiembre, el pueblo y los trabajadores nos encontraremos en una situación distinta a la que ha caracterizado las anteriores coyunturas electorales. Venezuela y el proceso revolucionario atraviesan por una encrucijada, pues nos encontramos una agobiante crisis económica, caracterizada por una altísima inflación y un decrecimiento importante del Producto Interno Bruto, tal y como lo ratifican las cifras oficiales recientemente difundidas. Al optar el gobierno venezolano por aplicar un plan de ajuste que descarga todo el peso del desastre económico sobre los hombros del pueblo trabajador, se quita la careta de socialista; de igual manera la derecha opositora se muestra de acuerdo con el programa del gobierno de aplicar la devaluación, el aumento del IVA, el aumento de la deuda externa, y la congelación de los contratos colectivos del sector público, al tiempo que se dedican ingentes recursos para financiar a la burguesía parasitaria.

En las venideras elecciones legislativas del 26 de septiembre, el pueblo y los trabajadores nos encontraremos en una situación distinta a la que ha caracterizado las anteriores coyunturas electorales. Venezuela y el proceso revolucionario atraviesan por una encrucijada, pues nos encontramos una agobiante crisis económica, caracterizada por una altísima inflación y un decrecimiento importante del Producto Interno Bruto, tal y como lo ratifican las cifras oficiales recientemente difundidas. Al optar el gobierno venezolano por aplicar un plan de ajuste que descarga todo el peso del desastre económico sobre los hombros del pueblo trabajador, se quita la careta de socialista; de igual manera la derecha opositora se muestra de acuerdo con el programa del gobierno de aplicar la devaluación, el aumento del IVA, el aumento de la deuda externa, y la congelación de los contratos colectivos del sector público, al tiempo que se dedican ingentes recursos para financiar a la burguesía parasitaria.

Ante el deterioro alarmante del nivel de vida de las grandes mayorías, castigadas crudamente por la política de ajuste «anticrisis», en cuya aplicación coinciden gobierno y oposición derechista, está absolutamente claro que más allá de las escaramuzas discursivas entre el PSUV y la MUD, ambos bandos defienden y representan los intereses de la burguesía. Por consiguiente, se hace más urgente que nunca que los asalariados y los sectores populares es movilicen en defensa de sus derechos, y que apuesten electoralmente a una opción de independencia de clase, desechando el apoyo al PSUV y a la MUD.
Para nadie es un secreto que las esperanzas depositadas por el pueblo en Chávez fueron frustradas, pues persisten las enormes desigualdades sociales, la brecha entre ricos y pobres es cada vez más grande, y las políticas de salud, educación, y vivienda, no han satisfecho las necesidades de las grandes mayorías. No ha habido ninguna revolución. Las Misiones se quedaron estancadas; los servicios públicos a punto de colapsar; la salud por el suelo; al cabo de cinco años de una Asamblea Nacional con una mayoría absoluta en manos del gobierno, resultó que los diputados gobierneros fueron incapaces de redactar leyes revolucionarias, o siquiera ponerse al día con la deuda de reformar la Ley del Trabajo, aprobar los regímenes de la Ley de Seguridad Social, o hacer cumplir el mandato constitucional de que el salario mínimo se calcule en base al monto de la canasta básica. No puede merecer la confianza de los trabajadores y el pueblo un partido que ha malbaratado cinco años controlando la Asamblea, con una política de genuflexión total frente al presidente Chávez, sólo superada por su incapacidad para legislar. En cuando a los candidatos a diputados de la derecha, la mayoría son dinosaurios completamente desprestigiados por sus reconocidas trayectorias antipopulares y golpistas, durante 40 años asesinaron al pueblo, saquearon al país y lo entregaron al imperialismo, y hoy no tienen nada que ofrecer a los trabajadores. En Mérida, por ejemplo, la derecha postula a William Dávila y a Jesús Rondón Nucete, dos personajes totalmente desprestigiados por representar los peores vicios de la Cuarta República; mientras que el PSUV lanza candidatos como Carlos León o Javier Trejo, también rechazados por el pueblo merideño. Nosotros decimos que ahora más que nunca es posible superar la polarización, que no es otra cosa que el monopolio burgués sobre la política venezolana, votando por la opción revolucionaria, obrera y popular que postula la USI.

Es evidente que este proyecto de colaboración de clases llamado «Socialismo del siglo XXI» no es socialista, ni siquiera verdaderamente antiimperialista, y no apunta a cambios estructurales, no tiene nada que ver con la construcción de una sociedad verdaderamente justa, democrática, y sin explotación. Lejos de cumplir sus promesas hacia el pueblo, el gobierno pacta con transnacionales como Chevron, Mitsubishi, Repsol, y BP, en conformación de empresas mixtas petroleras; se entrega a los más nefastos intereses del capital financiero, y desangra los recursos públicos en una danza horrible de corrupción y negociados con la burguesía. El actual gobierno es el administrador de los negocios comunes de la clase capitalista en estos tiempos de crisis.

El gobierno y la derecha opositora, coinciden en la política de entrega al capital financiero y a las multinacionales, coinciden en defender el pago puntual de la deuda externa y el pago de sumas astronómicas por la compra de mayorías accionaras en empresas (las mal llamadas nacionalizaciones), y que la crisis la paguemos los trabajadores y el pueblo. Nosotros postulamos para la Asamblea Nacional a revolucionarios íntegros que se oponen a estas políticas regresivas y antidemocráticas, que reclaman que la crisis la paguen los patronos y el gobierno, que exigen un salario mínimo que cubra la canasta básica y una escala móvil de salarios para indexar a los salarios la inflación, que están por la suspensión de los pagos de la deuda externa y la creación de una liga de países deudores, que defendemos una verdadera nacionalización de la banca y una industria petrolera 100% nacional bajo control de los trabajadores. En definitiva, de aquel lado están los nuevos ricos y la burguesía tradicional, y de este lado la mayoría trabajadora y explotada, esa es la verdadera polarización social que marca a nuestro país.

Sabemos que hoy en día somos millones que rechazamos a la derecha gobiernera y a la derecha opositora. A los que han roto con esas dirigencias, e incluso a quienes dudan, les llamamos a votar por un programa que verdaderamente encarna sus intereses y por unos candidatos que han formado parte de la lucha por ampliar los derechos democráticos del pueblo, contra el golpismo, por la organización independiente de los trabajadores y el pueblo, y por la realización de verdaderos cambios revolucionarios en Venezuela. Nuestro partido estableció un acuerdo electoral con Patria Para Todos (PPT), enmarcado en la propuesta de ese partido de abrir sus listas a figuras independientes, intelectuales, jóvenes, luchadores sociales y sindicales.

No creemos que las elecciones por sí solas resuelvan nuestros problemas. Sólo con la organización y la movilización podemos torcer el brazo del poder burgués y arrancarle importantes conquistas, avanzando en la perspectiva de nuestra emancipación. Sin embargo, estas elecciones son un espacio democrático que queremos convertir en un inmenso altavoz para poner en la calle, en los barrios, en las comunidades, en las universidades y fábricas, un programa por el cual luchar. Frente al carnaval electoral y la política payasesca de los demagogos de siempre, nosotros levantamos una opción popular y obrera.

Desde la USI promoveremos la siguiente agenda legislativa:

* Ley de emergencia salarial, con aumento general de salarios, y un salario mínimo igual a la canasta básica, con aumentos trimestrales equivalentes a la inflación.
* Ley de estabilidad laboral, que acabe con los empleos precarios y tercerizados en las empresas públicas y privadas, y que aumente el empleo por la vía de la reducción de jornada laboral a 6 horas sin reducción salarial.
* Ley Orgánica de Trabajo, que defienda la autonomía sindical y la no injerencia estatal en la vida gremial, que garantice el derecho de huelga y a la contratación colectiva.
* La aprobación del régimen de pensiones, de salud, de recreación y vivienda, de la Ley de Seguridad Social.
* Ley de emergencia del sistema de salud, por un sistema integral, coordinado, de excelencia y gratuito desde la prevención, medicación y atención hospitalaria, para toda la población.
* Creación de una comisión parlamentaria y extraparlamentaria para la defensa de las libertades democráticas, contra la criminalización de la protesta social, y que investigue el sicariato contra dirigentes obreros clasistas como Jerry Díaz, Richard Gallardo, Luis Hernández, Carlos Requena, Argenis Vásquez, y demás dirigentes obreros asesinados
* Ley de amnistía para los dirigentes obreros, campesinos, e indígenas sometidos a procesos judiciales por defender sus derechos. Por la libertad de Sabino Romero y Rubén González, insignes luchadores revolucionarios que llevan largos meses presos sin juicio.
* Apertura de una investigación parlamentaria acerca de las causas de la crisis eléctrica, cuyas desastrosas consecuencias ha sufrido el pueblo.
* Un a nueva Ley de Tierras que dé las tierras a los campesinos pobres que la trabajan, garantice créditos baratos para la producción, herramientas y tecnología, termine con el latifundio y garantice la producción nacional de alimentos. Que garantice a los campesinos el acceso directo a las redes de distribución estatales y rompa con las cadenas de intermediarios.
* Ley de plena soberanía sobre el petróleo y nuestros recursos naturales, por una industria petrolera 100% en manos del Estado, controlada por los propios trabajadores y cuyos recursos se utilicen de manera transparente y democrática para atender las necesidades de los trabajadores y el pueblo, el desarrollo productivo del país y un plan nacional de obras públicas y viviendas para el pueblo trabajador.
* Reforma urbana, para garantizar el derecho a la vivienda.
* Ley de creación del Parque Nacional Caura, para proteger uno de los principales reservorios naturales y acuíferos del país, amenazado por la depredación capitalista.

¡Rompe con la polarización del pasado y apuesta a un verdadero cambio revolucionario!
¡Vota por los candidatos de la USI a través de la tarjeta del PPT!

* Candidatos suplentes a la Asamblea Nacional por los circuitos 3 y 4 del estado Mérida.

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