Yo el saqueador
Estamos cerca de la conmemoración de los 22 años de la rebelión popular del 27 de febrero de 1989. Para las clases dominantes de ayer y hoy, un mal ejemplo que no debe repetirse. Ahí está ese ejemplo vivo en la memoria colectiva por si acaso, como suelen decir por las esquinas.
Estamos cerca de la conmemoración de los 22 años de la rebelión popular del 27 de febrero de 1989. Para las clases dominantes de ayer y hoy, un mal ejemplo que no debe repetirse. Ahí está ese ejemplo vivo en la memoria colectiva por si acaso, como suelen decir por las esquinas.
Ese lunes 27 aconteció la más hermosa jornada de democracia directa ejercida por el bravo pueblo venezolano. Precisamente Venezuela paraíso petrolero y supuesto modelo de democracia representativa continental, pero no podía ser de otra manera siendo esta cuna de Bolívar y de la generación libertadora de América.
La burguesía cobarde se multiplicaba en apelativos que denigraban del pueblo creyendo que este iba a continuar siendo el mismo. Craso error, desde ese día no hemos regresado, seguimos en la calle, ojo pelao. Saqueadores, delincuentes, malandros, ñángaras, para ellos seguimos siendo eso, para otros simple pueblo libertario, mártir y justiciero.
El modelo neoliberal fue vendido como la salvación para nuestros países, siendo la más nefasta estrategia del capitalismo redomado para la dominación de nuestros pueblos. Pero siempre las clases dominantes subestiman al pueblo, y se llevaron en febrero la más grande lección que abrió paso a nuevos tiempos históricos que estamos viviendo.
Para ese momento, el tristemente célebre presidente Carlos Andrés Pérez recientemente fallecido(por cierto, ¿en qué paila lo tendrá el maligno?), pensó que, con su política hambreadora dictada desde la Casa Blanca el pueblo venezolano se quedaría adormecido. Ya ustedes saben lo que pasó.
El Estado venezolano se aplicó a fondo, a través de sus fuerzas armadas comandadas por el gorila fascista Ítalo del Valle Alliegro. A los más jóvenes jamás debe olvidársele ese par de nombres. Pensaron que ahogándonos en la paz de los sepulcros doblegarían la determinación y la dignidad del pueblo.
La tan cacareada propiedad privada, fue abolida de facto ese día y se impuso la colectivización. Ese glorioso y doloroso 27 de febrero cayeron en Venezuela algo más que vidrieras.
No dejar que la desmemoria se apodere de la gente es una forma de rendir homenaje sencillo a ese pueblo que murió y abonó el camino que aún transitamos. Por eso recuerdo a esa gran mártir y ejemplo de lucha Yulimar Reyes, valiente mujer caída en combate por los sueños de siempre y a todo ese pueblo heroico que con pecho alzado se hizo eterno en la conciencia de los seres sencillos de esta patria.
HONOR Y GLORIA A YULIMAR REYES Y A LOS MARTIRES DE FEBRERO…
LUCHAR HASTA VENCER…