Yo te creo. Lo que exigen las mujeres

Por: Claudia Rodríguez Gilly (integrante de Mujeres en Lucha Venezuela y militante del Partido Socialismo y Libertad)

Respetando la diversidad, con amplitud y autonomía del gobierno y partidos patronales, el movimiento feminista en Venezuela, organizaciones de mujeres, referentes feministas, además de usuarias y usuarios de redes sociales, dentro y fuera del país, se han pronunciado en sororidad ante la avalancha de testimonios de abuso y acoso sexual que en silencio y a lo largo de años, han soportado, sobre todo mujeres, niñas y personas sexodiversas en el entorno cultural y estudiantil.

Desde Mujeres en Lucha Venezuela, iniciativa feminista conformada por militantes del Partido Socialismo y Libertad y mujeres independientes, consideramos progresivo el solo hecho que ante un testimonio compartido públicamente de abuso y violación alguien responda, también a viva voz: #YoTeCreo.

Aun cuando esta respuesta se concentra en pronunciamientos y opiniones en redes sociales, sabemos que también se ha hecho sentir en el entorno cotidiano de la mujer trabajadora, del sector informal y de sectores populares. De este modo Venezuela y cada vez con más contundencia, se suma a la ola mundial de luchas contra la violencia patriarcal.

Acciones de presión como éstas con su amplia difusión van desnaturalizando la violencia machista que tradicionalmente se percibía como “normal” o inadvertidas. Por ello es altamente probable que el movimiento logre algunas conquistas, como por ejemplo la apertura de investigaciones por parte de los organismos competentes, eventuales sanciones y acusaciones favorables a las víctimas, por ello es de espacial importancia el conjunto de exigencias que el movimiento feminista ha venido expresado en sus comunicados y seguirá expresando por diversas vías en los próximos días.

Podemos unidas alcanzar y sostener exigencias y conquistas concretas y parciales, como estas, es lo justo y necesario pero podemos ir más allá exigiendo al gobierno planes integrales para combatir la violencia de género

Se hace urgente exigir un plan económico popular, para ello no es posible pagar deuda externa, ni seguir invirtiendo en gastos militares y policiales, se requiere que la industria petrolera sea 100% venezolana sin empresas mixtas, cobrar impuesto a grandes capitales y transnacionales.

Un plan económico obrero, popular y alternativo al paquetazo económico que ha impuesto el gobierno de falso socialismo de Maduro, para apoyar a las víctimas de violencia machista, que incluya hogares y refugio para albergar a las víctimas que denuncian, que también contemple una ayuda económica para quienes, (en su gran mayoría mujeres) se dediquen exclusivamente al trabajo en casa y al cuidado de otros, otras y otres. Es imprescindible luchar por salarios iguales a la canasta básica, calculado mensualmente de acuerdo a la inflación, eso beneficiaría en gran medida, el alto porcentaje de mujeres trabajadoras del sector salud y educación, entre otros. Así como una renta de cuarentena para trabajadoras informales. Por vacunas para todas y todos, y la instrumentación de un plan de vacunación masivo contra el covid-19.

Las mujeres sabemos que en crisis, las desigualdades se acentúan, así Venezuela sumida en una catástrofe social sin empleos, donde el salario mínimo es tan bajo que el concepto mismo ya está en vías de extinción, en medio de una pandemia por covid-19 que terminó de colapsar el sistema de salud pública y también desintegró lo que, con dificultad, se sostenía como educación pública y, además, castigados con sanciones económicas desde países imperialistas que incrementan los niveles de pobreza, todo eso retumba con fuerza desmedida sobre el cuerpo de las mujeres.

Estas condiciones son el caldo de cultivo para el abuso y acoso sexual, en el mundo del trabajo formal o informal, así como en las familias y comunidades, se combinan a diario todas estas formas de violencia hacia las mujeres, coexiste el acoso, el maltrato y toda forma de discriminación tan útiles para la explotación de nuestros cuerpos y mano de obra gratuita e invisibilizada por la violencia patriarcal y la violencia capitalista.

Demandar un plan económico, obrero, popular y alternativo para combatir la violencia machista, además de la exigencia de justicia y sanciones, serían las peticiones más inmediatas y que no se restringen a las denuncias de abuso y acoso sexual cometidos por figuras del entorno cultural o estudiantil, sino también, se amplía a otras formas de violencia igualmente naturalizadas. Tenemos claro que se trata de exigencias puntuales que sólo podemos lograr con la movilización y la lucha.

En ese sentido reiteramos el llamado a todas las organizaciones feministas, activistas, mujeres políticas y referentes individuales feministas a todas, todos y todes quienes se han visto representadas e impactados por los testimonios de abuso, violación y acoso sexual a luchar y movilizarse conjuntamente y de manera activa y comprometida para seguir visibilizando el machismo estructural que nos rodea y nos asfixia, hasta que el patriarcado y el capitalismo caigan juntos.

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