Zona Industrial de Barcelona se paralizó para repudiar asesinatos de obreros por parte de PoliAnzoátegui

Gran parte de la zona industrial en Barcelona paralizó actividades ayer en repudio por el asesinato por parte de la policía de Anzoátegui de dos obreros durante los enfrentamientos suscitados en la planta ensambladora de Mitsubishi y Hyundai.

El gobernador del estado, Tarek W. Saab, ordenó suspender y poner a la orden del Cicpc y de la Fiscalía a 50 funcionarios policiales bajo investigación, por haber disparado contra los trabajadores cuando dos juezas intentaron ejecutar una medida a favor de MMC Automotriz. «No podemos destituirlos hasta que los tribunales decidan responsabilidades», aclaró el gobernador.

Previo a los sucesos, el dirigente sindical Félix Martínez condicionó el desalojo a un compromiso, por parte de la empresa, de instalar una mesa de diálogo con la intervención del Ministerio del Trabajo y reenganchar a 135 trabajadores cesanteados por Indusservis, empresa contratista a cargo de labores de mantenimiento.

En medio de la tensa situación que siguió a la muerte de los trabajadores José Marcano Hurtado y Pedro Suárez Poito, el primero de ellos de la nómina de MMC Autmotriz y Suárez de una empresa de Autopartes (Masuca), cuyo personal ha estado solidario con los reclamos, 800 trabajadores se mantenían atrincherados en la planta.

Prácticamente, la actividad en toda la zona industrial estuvo ayer paralizada. También la fundación defensora de los derechos humanos, a cargo de Noel Azócar, ofreció solidaridad y respaldo a los trabajadores y a sus familiares.

«El culpable de esta masacre es Manuel Ortiz, jefe del grupo Grip (Grupo de Reacción Inmediata Policial). Él fue quien ordenó disparar», insistió Félix Martínez, secretario general del Sindicato de Trabajadores de MMC Automotriz. A pesar de esta aseveración, algunos dirigentes sindicales eximen a los funcionarios del gobierno regional de toda responsabilidad, y culpan de la acción exclusivamente a las juezas involucradas en el caso.