Asamblea Nacional aprueba la construcción de un reactor nuclear
Caracas, 3 de noviembre.- Ayer la Asamblea Nacional aprobó una ley que da curso a la ejecución del convenio entre Rusia y Venezuela para la construcción de un reactor nuclear. No hubo consulta previa a organizaciones populares o ambientalistas.
Caracas, 3 de noviembre.- Ayer la Asamblea Nacional aprobó una ley que da curso a la ejecución del convenio entre Rusia y Venezuela para la construcción de un reactor nuclear. No hubo consulta previa a organizaciones populares o ambientalistas.
Venezuela tiene el derecho a desarrollar las fuentes de energía que considere convenientes, sin tener que pedir permiso a terceros países, o al imperialismo, tal como pretenden el gobierno de los EEUU y la derecha local. Pero existen numerosas cuestiones ligadas a la energía nuclear que por su importancia merecen un amplio debate democrático con las organizaciones populares, grupos ambientalistas, y académicos relacionados con el tema; un debate alejado de las imposiciones presidenciales y la aplanadora de la moribunda Asamblea Nacional.
En cuanto al proyecto gubernamental, no se ha discutido cómo se dispondrá de los desechos nucleares, de altísima peligrosidad para el ambiente y la salud humana. Tratándose de desechos cuya peligrosidad subsistirá durante miles de años, el pueblo venezolano debe conocer cuál será el destino de estos materiales.
Tampoco están claros aspectos clave del convenio entre Venezuela y Rusia, como quién suplirá la demanda de uranio que esta actividad generará. Ha sido ampliamente denunciado que en territorios indígenas de la Sierra de Perijá hay yacimientos de uranio, y que los planes para su explotación han jugado un papel importante en la política del gobierno venezolano de no reconocer la demarcación de los territorios de los pueblos yukpa, barí, y wayúu.