Carta abierta al Tribunal Supremo de Justicia, al Gobierno y al Pueblo venezolano

Voy a hacer una reflexión acerca del caso de Iñaki Etxebarria y el cúmulo de irregularidades que se están cometiendo con esta persona, a saber:

– Detención irregular en fecha 21 de abril cuando oficialmente quieren hacer creer que fue el 25

– Incumplimiento de los 15 días continuos que marca la propia ley venezolana para dictar sentencia

– Ausencia de sentencia incluso en el plazo que el propio TSJ impone de 15 días de audiencia que se cumplieron el pasado martes día 21

– Interrogatorio por parte de la policía en el BAE realizada a posteriori del juicio

Todo esto nos indica claramente que el TSJ y el Gobierno de Venezuela quieren extraditar a Iñaki a pesar de las leyes Venezolanas.

La Fiscalía consideró improcedente la extradición por estar prescrito el supuesto delito que se le imputa, con la Ley en la mano no ha lugar por tanto la misma, sin embargo… ¿Qué está pasando en este caso?

Es indudable que las presiones políticas españolas están pesando más que la Ley y más que la conciencia de los magistrados que han de juzgar ”siempre” al margen de toda influencia política. En España no existe independencia entre los poderes Político y Judicial, aunque quieran negarlo, como lo demuestra la actuación de los jueces en todo lo referente al Pueblo Vasco en los últimos 40-50 años, razón por la que el pueblo en general y el vasco en particular no confía en la Justicia española.

¿Está sucediendo lo mismo en Venezuela? ¿Los magistrados van a ser capaces de saltarse la Ley a la torera para que 2 Gobiernos se den la mano? Por 30 monedas el Gobierno Venezolano se va a vender al Español sacrificando sus leyes y su idiosincrasia. Chávez demuestra de esta forma que no es capaz de mantener su palabra ni de defender sus planteamientos políticos. La República Bolivariana, como él la llama, es un pueblo que se sacudió la imposición de España en una lucha dirigida por “el libertador Bolívar”. Qué ironía que fuera un Vasco (Bolívar) quien lograra esa victoria para Venezuela y que ahora ese mismo pueblo sea capaz de sobajarse a las presiones de aquel para entregar a otro Vasco (Iñaki). Si Bolívar levantara la cabeza se sentiría avergonzado y profundamente decepcionado.

¿Y qué decir de la “Justicia”? Siempre he querido pensar que tanto médicos como jueces son profesiones profundamente vocacionales, en las que se deposita la mayor confianza de la población y a los que se debe exigir una mayor conciencia y dedicación en tanto en cuanto tienen en sus manos la vida y la libertad de otras personas. ¿Cómo puede un juez doblegarse a los intereses políticos y ser capaz de incumplir las leyes que ha jurado defender llegando al extremo de cometer un “delito” ante su Pueblo y sobre todo ante su propia conciencia? Y si esto se produce ¿quien juzga a esos jueces?

Me dirijo a esos jueces y les pido que impartan JUSTICIA de la de verdad y dejen en libertad a un hombre cuyo único delito es ser VASCO y desear para su país la libertad que en su día consiguió Venezuela para sí y que ha demostrado su honradez en los 14 años que lleva residiendo en Venezuela.

Me dirijo también a Chávez y a todos los políticos para que no permitan que se cometa una injusticia con Iñaki y sea éste la moneda de cambio, la palmadita en la espalda para con el Gobierno de España. Les pido que actúen de manera honrada y mantengan la conciencia limpia logrando así que el Pueblo Venezolano y los Vascos de allí y aquí podamos CONFIAR en nuestros dirigentes.