Fusión UNETE-CST: maniobra de la burocracia roja, rojita para liquidar al sindicalismo clasista y los derechos de los trabajadores

Como dirigente sindical con más de 30 años de actividad, y de compromiso con los derechos de los trabajadores y el socialismo, debo hablarle claro al país y a los trabajadores. Estos personajes que hablan de funcionar a la UNETE con la CST, son los mismos que sabotearon el II Congreso de la Unión Nacional de Trabajadores en el año 2006, son los mismos que se negaron a realizar elecciones para legitimar a su dirección, repitiendo la misma triste historia del sindicalismo adeco-copeyano de la CTV.

Estos seudo-dirigentes, hace años que abandonaron a la UNETE, sin duda, la más importante conquista de los trabajadores de este país. Son los mismos que la utilizaron para convertirse en diputados y funcionarios del gobierno, paralizando en los hechos, lo que pudo ser una herramienta clasista de los trabajadores para luchar por sus derechos.

Al cabo de un año, estos seudo-dirigentes, que no representan a nadie, han demostrado su total incapacidad para sostener el aparato burocrático de la CST con el cual pretendieron estafar al movimiento sindical venezolano. Son tan ineptos que ni siquiera fueron capaces de cumplir con los requisitos mínimos para la constitución de una central. A pesar de ser diputados y funcionarios del gobierno, no fueron capaces de legalizar este aparato fantasma, desligado de las luchas de los trabajadores. Para ocultar este fracaso, conformaron el Frente Socialista de Trabajadores, promovido y bajo las órdenes directas del propio presidente Chávez, y en el cual confluyen Marcela Máspero, Osvaldo Vera, y Franklin Rondón, quien ahora funge de presidente de este nuevo parapeto, creado desde las instancias de gobierno.

Más grave que su ineptitud, lo que debe preocuparnos es el libreto político que se le ha designado a esta cuerda de sinvergüenzas que nunca van a los portones, y que los trabajadores venezolanos nunca han visto en sus luchas y conflictos. Al no lograr ninguna aceptación entre los trabajadores de base, ahora quieren presentarse nuevamente como dirigentes de la UNETE, para unificar a todas las tendencias gobierneras que militan en el PSUV, y tratar de excluir al núcleo más combativo, luchador, democrático y revolucionario, que se encuentra organizado en la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA). Ellos saben que para poder hacerse al control de la UNETE tienen que destruirnos y excluirnos de la central. Por eso nos persiguen, nos provocan, como acaban de hacer en Petrocedeño con nuestros compañeros agredidos por sus bandas armadas; nos descalifican, nos amenazan, nos despiden de nuestros puestos de trabajo y no permiten que nos reenganchen a pesar de que logramos providencias favorables. Pero a pesar de todo eso no van a lograr sus objetivos porque las bases los desprecian.

Nuestra corriente es una piedra en el zapato para sus intenciones antiobreras, y para hacer pasar las medidas que el gobierno ha diseñado en el marco de la crisis capitalista mundial, que caerán sobre los hombros del pueblo, por eso necesitan deshacerse de CCURA para destruir al movimiento sindical clasista, y las conquista de los trabajadores, como hicieron en el Metro de Caracas, donde pisotearon una convención colectiva que había sido firmada por las partes y homologada por el Ministerio del Trabajo. Ese hecho los hace indignos y enemigos de los trabajadores y como tal hay que repudiarlos y derrotarlos la interior del movimiento sindical.

Los trabajadores de nuestro país saben que es falso que nos hayamos retirado de la UNETE, les consta que fuimos sus principales constructores, que la defendimos de todos estos burócratas, y que la seguimos reivindicando como la más importante conquista de los trabajadores venezolanos en el marco del proceso revolucionario. Las trabajadoras y trabajadores saben que nuestra corriente se ha consolidado a nivel nacional, y que nuestra principal fuerza está concentrada en la UNETE que la consideramos el eje principal de actuación, pero además tenemos muchos militantes y activistas en sindicatos independientes y federados a otras centrales, como es el caso de Fedepetrol, Fetrahidrocarburos o sindicatos de las empresas básicas y ferromineras en el estado Bolívar, que siguen siendo filiales de la CTV o de sus federaciones regionales. Nosotros somos un sentimiento que cada vez se arraiga más en la conciencia del trabajador, que nos apoya porque somos luchadores, porque somos autónomos del gobierno y los patronos, porque reivindicamos la independencia política, la democracia sindical y somos fanáticos de las asambleas de base y los procesos electorales transparentes para legitimar a los dirigentes.

Así como tenemos presencia en la UNETE y la reivindicamos como la más importante conquista del movimiento sindical, también tenemos presencia y participamos en todos aquellos procesos que tengan por objetivo la reconstrucción y reorganización del movimiento sindical venezolano, desde abajo y no por acuerdos de cúpulas como lo pretenden hacer ahora la CST, el FST y los gobierneros enquistados en UNETE.

Por eso hoy estamos impulsando el Movimiento de Solidaridad Laboral, junto a sindicatos de base provenientes algunos de la UNETE y otros de la CTV, y el cual tiene por objetivo principal movilizar a los trabajadores, sin distingo de central sindical ni ideología política, para defender sus derechos que hoy son vulnerados por los patronos públicos y privados. Sin embargo, le decimos a los trabajadores y a todo el país, que no tenemos ningún compromiso con la cúpula corrupta y golpista de la CTV, a la que combatimos y seguiremos combatiendo como también enfrentamos a los burócratas rojos, rojitos, rodilla en tierra ante el gobierno y que se quieren barnizar de “socialistas”.

Decir ahora que nosotros nos hemos retirado de la UNETE es otra estafa política que los cadáveres políticos de la CST y el Frente Socialista de Trabajadores quieren difundir para crear confusión. Nosotros somos fundadores de la UNETE, recorrimos todo el país conformando federaciones regionales y sindicatos de base, realizando elecciones y referéndum para acabar con los burócratas de la IV República. Lo que sí tienen que tener claro todos los trabajadores es que nosotros estamos decididos a denunciar en forma permanente y sin temores a quienes se han convertido en los paladines de la traición, el engaño, la estafa y el robo y no les daremos tregua hasta derrotarlos.

Invitp a los trabajadores a mantenerse firmes en sus puestos de combate para impedir que la maniobra de la burocracia sindical gobiernera rojo-rojita cristalice y derrote a los trabajadores.