La resistencia del pueblo trabajador nicaragüense continúa

Por La Voz de los Trabajadores (República Dominicana)*

27 agosto, 2020. Entrevistamos a la periodista nicaragüense Fabiola Tercero acerca de la situación actual en ese país hermano centroamericano.

El gobierno nicaragüense ha realizado actos multitudinarios en plena pandemia y declaraciones en las que da poca importancia a la situación sanitaria, ¿cuál es la situación actualmente?

Ante la pandemia del Covid19 que ha afectado a todo el mundo, Nicaragua no escapa de esta situación. La gestión del régimen de Ortega-Murillo ha sido deficiente, priorizando lo económico sobre la vida de las y los nicaragüenses. Ortega en los primeros meses de la pandemia ha sido un mandatario ausente, solamente aparecen Rosario Murillo, todos los días en su alocución del mediodía, y el ministro de salud de turno, recordemos que se ha cambiado dos veces de ministros durante la pandemia. Al inicio de la pandemia, autoridades del gobierno como los diputados sandinistas se burlaban de los diputados opositores por andar con mascarilla e insultaban a las personas que las usaban por supuestamente alarmar a la población.

William Grisby, un periodista oficialista, comentó en su programa de radio que esta enfermedad del Coronavirus solo les da a los ricos. El régimen continuó realizando eventos públicos, ferias, concursos, carreras de motos, entre otros eventos, con miras a reactivar la economía del país.

La negligencia del gobierno y las autoridades sanitarias llegó al punto de no suspender las clases en primaria, secundaria y universidades públicas. Luego de la presión masiva ejercida por las madres y padres de familia que no mandaron a sus hijos a clases, el gobierno finalmente se vio obligado a suspenderlas durante un tiempo y llevarlas a cabo de manera televisada a través del canal 6, que es el canal público del país. Luego se reactivaron las clases, pero con las medidas preventivas, como el uso de mascarilla y distanciamiento, que no se adoptaron al inicio de la pandemia, tanto en las escuelas como las universidades públicas.

Colegios privados, subvencionados y universidades privadas todavía tienen sus recintos cerrados, en septiembre vuelven a clases los universitarios de la Universidad Centroamericana (UCA) con la modalidad presencial y virtual, este último se ha aplicado en los últimos meses. La UCA sigue siendo una trinchera de lucha y de manifestaciones de estudiantes a pesar del asedio y la vigilancia permanente policial y paramilitar.

No se sabe con exactitud cuántas pruebas de Covid19 han realizado las autoridades del Ministerio de la Salud, cuántas personas han fallecido, cuántos se han recuperado, el secretismo es una característica del régimen. Según datos que el Ministerio de Salud da a conocer cada semana, van 4,311 casos de Covid-19 y 133 muertos. Datos del Observatorio Ciudadano que integran personas especialistas en salud desmienten estos datos. Calculan un aproximado de 9,683 casos de contagio y más de 2,590 fallecidos. El Ministerio de Salud es el único ente autorizado para realizar las pruebas de diagnóstico de la enfermedad, los laboratorios privados no pueden realizarlas.

Hasta ahora 104 trabajadores de la salud y 44 maestros han fallecido en Nicaragua con síntomas relacionados al Covid19, según datos de los gremios médico y magisterial. La mayoría de los decesos fueron asentados en las actas de defunción causados por “neumonía atípica”. También se han realizado numerosos entierros exprés en las noches.

En Nicaragua hay 77 hospitales públicos, de ellos 18 construidos en los últimos 12 años, con 36,649 trabajadores de la salud. Hay una capacidad de camas de hospitalización en general de 11,732, 562 camas en UCI, 449 ventiladores, 954 monitores de signos vitales y 574 succionadores. Se habilitaron 18 hospitales para la atención a pacientes del Covid19 y hay seis hospitales en proceso de construcción. Estos datos mencionados son ofrecidos por el Ministerio de Salud y aparecen en la propaganda oficialista para desmentir las denuncias de la población nicaragüense. Los hospitales públicos funcionan de manera gratuita, sin embargo, hay servicios médicos que se están cobrando a tasas muy altas. El pasado 17 de julio, las autoridades sanitarias del país empezaron a cobrar las pruebas de Covid19 a quienes viajan al extranjero, por el equivalente a 150 dólares, el más alto de la región centroamericana. Por ejemplo, en Costa Rica cuesta 50 dólares. También van a comenzar a cobrar la vacuna de la fiebre amarilla con un valor de 30 dólares.

El régimen de Ortega a Murillo ha recibido donaciones para insumos sanitarios del SICA, el BCIE, de gobiernos de la India y Taiwán, pero en ningún momento han dicho cómo se va a distribuir estos insumos en los hospitales del país.

¿Cuál ha sido el impacto económico y social de la crisis para el pueblo trabajador?

Con la crisis sociopolítica de 2018, el crecimiento económico se estancó y aumentó el desempleo, que ya era alto. Con esta nueva crisis, algunos negocios que habían sobrevivido ya no aguantaron más y tuvieron que cerrar, la mayoría PYMES. También hubo cierre de zonas francas, generando 9 mil desempleadas y desempleados adicionales. Algunos mantienen el puesto, pero trabajan a veces 12 o 14 horas con salarios de miseria, la mitad del salario mínimo, lo que equivaldría 3 mil córdobas, menos de 100 dólares. La canasta básica en estos momentos equivale a 16 mil córdobas, aproximadamente $450 dólares.

Según información de medios independientes, los despedidos en las zonas francas son en su mayoría personas de más de 40 años, muchos con enfermedades crónicas y también quienes habían sufrido accidentes laborales.

La Fundación Nicaraguense para el Desarrollo Económico y Social (Funides), proyectaba en abril del año pasado que este año el PIB se contraería entre 6,5% y 13,7%. Funides proyecta que 123 mil trabajadores van a quedar en el desempleo este año en los sectores de turismo, comercial y zonas francas. El desempleo que fue en 2019 del 6.6% podría aumentar este año a 9.3%. Se suman las sanciones del gobierno de Estados Unidos a funcionarios del régimen de Ortega-Murillo, que a pesar de que son individuales inciden en las inversiones. Muchas personas consideran que estas sanciones al final del día afectan más al pueblo de Nicaragua que propiamente a los sancionados.

Veo el espejo de Venezuela, donde el gobierno de los Estados Unidos aplicó sanciones petroleras y financieras y el más afectado es el pueblo venezolano, ahora es el segundo país más pobre de la región de América Latina. Me da miedo que lleguemos a ese punto.

Muchas chavalas y chavalos no pueden continuar sus estudios universitarios porque sus padres no tienen empleos y no puede cubrir los gastos de la universidad. Las universidades públicas están bajo el mando del régimen en conjunto con su brazo de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), que nació en los 80 en el seno del FSLN.

Aunque el régimen diga todo lo contrario, que el país avanza poco a poco, el costo de la vida sube cada día, el costo de la energía eléctrica y los servicios públicos. Lo que la mayoría hace al no tener un empleo fijo es “emprender”, que sería una forma de sobrevivir trabajando por cuenta propia vendiendo comida, vendiendo en los semáforos, también algunos tocando y cantando en lugares del transporte público.

Hay una crisis en la frontera con Costa Rica, se impide a personas nicaragüenses retornar a su país, ¿a qué se debe esta situación?

La migración de nicaraguenses desde hace muchas décadas ha existido, ya sea por motivos económicos, sociales u otros, en las últimas décadas ha aumentado ante la falta de oportunidades que existen en el país, después que estalló la crisis sociopolítica muchos se vieron obligados a migrar a países vecinos de la región ya sea a Costa Rica o Panamá porque estaban siendo perseguidos por el régimen ya que habían participado de la Insurreción de Abril. En este contexto de la pandemia muchos perdieron los trabajos que tenían por lo que decidieron regresar a Nicaragua.

Las autoridades han sido indolentes con los nicaragüenses que quieren regresar a su patria. Para entrar al país por Peñas Blancas, frontera de Nicaragua y Costa Rica, hay que presentar un prueba de Covid19 negativa, pero las autoridades cobran por ella 150 dólares, que muchos no pueden costear. Estos migrantes se fueron acumulando en la frontera y sumaron alrededor de 500, finalmente las autoridades de Costa Rica y organizaciones civiles apoyaron a las personas para que pudieran realizarse las pruebas. Pero mientras esperaban para entrar al país sufrieron lluvia a la intemperie e intimidación de parte de la policía nicaragüense, debido a que los medios de comunicación se desplazaron hacia la frontera para entrevistar de primera mano a los migrantes.

En este contexto de la pandemia, los inmigrantes nicaragüenses han sido objeto de xenofobia por parte de autoridades y medios de comunicación costarricenses que les responsabilizan de la extensión del coronavirus dada la negligencia de las autoridades nicaragüenses en prevención del contagio. En Costa Rica hay alrededor de 80 mil exiliados.

Por otra parte, mientras que al comienzo de la pandemia las autoridades nicaragüenses recibían con los brazos abiertos a los turistas de los cruceros internacionales, los migrantes que querían llegar a los Estados Unidos vieron sus sueños fueron truncados y en muchos casos fueron detenidos en la frontera con Nicaragua, mientras que en otros países les permitieron cruzar sus fronteras.

¿Qué intereses están detrás de los ataques del gobierno y sus paramilitares contra los indígenas misquitos?

Los territorios indígenas del Caribe desde siempre han sido un botín para cada gobierno de turno, por la gran riqueza de recursos naturales, como la madera y el oro. Pero entrando el régimen de Ortega, les dio luz verde a los colonos, personas que no son del territorio del Caribe sino campesinos o personas del Pacífico, para entrar al territorio y desplazar violentamente a los indígenas o matarlos para quedarse con su territorio.

La Costa Caribe tiene dos grandes reservas naturales, la Reserva Indio Maíz y Bosawás. Poco a poco estos lugares han sido deforestados indiscriminadamente por colonos y el Ejército de Nicaragua en conjunto con el Ministerio del Ambiente y las autoridades forestales, que otorgan permisos para cortar los árboles y sacar la madera de estas reservas, con Ortega éste ha sido un negocio bien lucrativo para sus allegados. La minería de los colonos y las empresas transnacionales ha sido una causa de violencia y desplazamientos de las comunidades indígenas. Los indígenas han tenido que huir a la parte norte del país en la frontera con Honduras, son más de 3 mil indígenas desplazados, según informes del CEJUDHCAN, según otras organizaciones hay un subregistro y esta cifra es más alta. De las 304 comunidades esparcidas en los territorios indígenas y afrodescendientes de la Costa Caribe, casi todas sufren la incursión de los colonos.

La violencia hacia las comunidades indígenas incluye a personas mutiladas, desapariciones forzadas y violencia sexual contra mujeres y jóvenes. Hay una mafia de abogados y notarios que venden estos territorios a los colonos con la vista buena del régimen, los territorios indígenas ancestrales no se pueden vender según lo estipula la ley nicaragüense. Con la pandemia, otro problema se agrava el abandono de los indígenas por las autoridades, por lo que sufren hambre y una mayor miseria.

¿Qué opinas de la manera en que medios como Telesur y sectores chavistas y estalinistas presentan la realidad nicaragüense?

Telesur trata de lavarle la cara al régimen de Ortega-Murillo, presentan lo que pasó en el 2018 como un “golpe suave” o un intento de golpe y toda la culpa se la echan a la derecha y al imperio yanqui. El discurso que se repite constantemente e incluso con esto de la pandemia, es que los únicos culpables son los gringos. Tanto Telesur como los medios oficiales nacionales hacen lo posible por transmitir una imagen positiva y que el “socialismo del siglo XXI” es lo mejor que le ha pasado a Nicaragua, ambos han decidido bombardear en las redes sociales que antes de la explosión social este era un lugar sin problemas o conflictos. En realidad Nicaragua no es un país socialista, sino capitalista, como ya hemos explicado, incluso tiene un Tratado de Libre Comercio con EEUU.

El régimen de Ortega- Murillo ha invertido en crear plataformas virtuales para llegar a más gente, nacional e internacionalmente, y desde ahí se han realizado numerosos video montajes para atacar a la lucha de 2018.

La oposición tradicional se prepara para las elecciones que está organizando el régimen, algo que sectores juveniles critican. ¿Qué iniciativas se impulsan desde sectores combativos del pueblo trabajador?

En febrero de este año se formó la idea de realizar una gran Coalición Nacional, se concretó y se formó con partidos y organizaciones de la sociedad civil como la Unidad Azul y Blanco y la Alianza Cívica para formar un solo bloque electoral. En estos últimos meses han tenido varios roces los partidos políticos tradicionales con las organizaciones de la sociedad civil, los partidos como el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), que pactó en 1998 con Daniel Ortega, están capitulando a la convocatoria de las elecciones presidenciales del año 2021 sin exigir condiciones. El PLC también tiene conflictos internos, debido que Arnoldo Alemán eligió por dedazo como presidente de bancada a Rosales. El partido Ciudadanos por la Libertad (CxL), de derecha, no quiere formar parte de la Coalición porque ellos dicen que la mayoría allí tiene ideas de izquierda, este partido quiere eliminar todo lo que huela a izquierda o socialismo.

La participación de los jóvenes, específicamente del sector estudiantil universitario, reclama más espacios en la Coalición pero los partidos políticos siempre los apartan de cualquier decisión importante, como una manera de impedir que cobren protagonismo las exigencias más sentidas del pueblo, pues esos partidos son representantes del empresariado, que siempre pactó con todos los gobiernos. La Coalición no ha presentado un plan de gobierno al pueblo nicaragüense, se acercan las elecciones y en realidad las personas están cansadas de esperar y de tantos comunicados que no dicen nada. Y muchos jóvenes recuerdan el rol que esos sectores de la oposición jugaron traicionando la lucha de 2018 para negociar con el gobierno.

En cambio, la Articulación de Movimientos Sociales se mantiene con el objetivo principal de la liberación de las y los presos políticos, las reformas electorales y velan por las personas que están en el exilio evidenciando las dificultades que tienen los migrantes en Costa Rica. El Movimiento Feminista ha mantenido su lucha de muchos años y continúa evidenciando todas las violaciones de los derechos humanos por parte del régimen de Ortega-Murillo, son las que alzan la voz para plantear que sin la liberación de las y los presos políticos no puede haber elecciones. Un sector de la población nicaragüense no quiere elecciones con Ortega. “No se puede ir a elecciones con un asesino” es una de las consignas que circula en las redes sociales.

Mientras los partidos y movimientos siguen en discusiones, el régimen continúa asediando a los activistas, a los estudiantes, a los ex presos políticos. Continúan los secuestros y las detenciones bajo acusaciones de delitos comunes. No hay justicia para las madres a las que les asesinaron a sus hijos. Ortega continúa matando a los campesinos, a los indígenas de la zona del Caribe, arrebatándoles sus territorios. Las iglesias fueron convirtiéndose en los únicos lugares seguros donde se podía protestar, debido que el régimen prohibió las manifestaciones en las calles, quien lo intente se expone a ataques físicos y a detenciones arbitrarias. Por ello, en estos últimos meses ha habido ataques a templos por parte de simpatizantes del gobierno. El pasado 31 de julio la Catedral de Managua sufrió un atentado.

Los sindicatos que existen en Nicaragua, como la Central Sandinista de Trabajadores y el FNT, nacieron bajo la bandera del FSLN, fueron los que protestaron en los 16 años de gobiernos neoliberales ante las violaciones a los derechos de los trabajadores. Llegando al poder el Frente Sandinista, esos dirigentes sindicales se quedaron callados y han pactado con el gobierno y los empresarios en acuerdos tripartitos, dejando a los trabajadores indefensos. Desde hace dos años el salario mínimo está congelado por ese acuerdo tripartito que beneficia al gremio empresarial, supuestamente opositor al gobierno.

El único movimiento que ha sido combativo y defensor de los derechos de las y los trabajadores es el Movimiento de Trabajadoras y Desempleadas María Elena Cuadra, este movimiento apoyó la insurrección de Abril de 2018, acuerparon a la juventud nicaragüense. Es necesaria la unidad de los sectores obreros y populares, para lograr por medio de la movilización la caída de la dictadura.
msdelostrabajadores.

*Movimiento Socialista de Trabajadoras y Trabajadores de República Dominicana

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