Directivo de Fetraelec denuncia muerte de trabajador por mala gestión en Corpoelec

Por Laclase.info

Caracas, 27 de julio de 2021. La mañana del 24 de julio el secretario ejecutivo de la Federación de Trabajadores del Sector Eléctrico (Fetraelec), Reynaldo Díaz, publicaba en sus redes sociales una denuncia sobre la situación de las y los trabajadores de Corpoelec, empresa pública nacional. Dada la crisis de desinversión, mala gestión y pésimos salarios, las autoridades aumentan el riesgo de accidentes laborales con lamentables consecuencias.

Justamente por eso falleció Yelvis Sandia, quien Corpoelec lo envió el pasado 17 de julio a la subestación eléctrica de El Barbecho, en Los Teques. sin recibir el entrenamiento adecuado, ni los implementos de seguridad para entrar a una subestación. En el lugar se produjo un arco eléctrico en la celda de la torre B, donde los trabajadores se encontraban realizando labores de mantenimiento, según informan trabajadores de la empresa.

Reynaldo Díaz, se pregunta correctamente: «¿Cuántas trabajadoras o trabajadores deben morir para que esta situación cambie?». De igual manera, la empresa es responsable de Esteban Andrade, con quemaduras de segundo grado en un 95% del cuerpo en estado de coma, y de un tercer lesionado, con quemaduras al 21%.

La anterior denuncia la expresa indignado el directivo sindical y la sustenta con el siguiente argumento: «Puedo decir esto, porque en Corpoelec los trabajadores mueren en accidentes laborales debido a que la empresa somete a los trabajadores, como Esteban Amador Andrade, a más de 10 horas diarias de trabajo, a más de 10 horas extraordinarias semanales y a más de 100 horas extraordinarias por año, violando todo lo previsto en la Constitución y en la Lottt, y su reglamento».

Y prosigue: «Igualmente, puedo decir que Corpoelec no le entrega a los trabajadores los descansos y días libres derivados de las leyes laborales y de la convención colectiva. A los trabajadores se les niega las vacaciones, y a quienes se las dan son obligados a trabajar sin salario, bajo la amenaza de sacarlos de la lista para el pago del bono de corresponsabilidad. A esto se agrega que no hay salarios, ni prestaciones sociales, ni vacaciones; no se discute la convención colectiva. No hay equipos de seguridad, tampoco mantenimiento predictivo ni preventivo en las subestaciones eléctricas, ni en otras instalaciones eléctricas”.

Toda esta situación crítica en la industria eléctrica, tiene consecuencias lamentables para las y los trabajadores, aumentando las probabilidades de accidentes laborales a nivel nacional. Entonces, ¿quién tiene la responsabilidad de los accidentes lamentables en Corpoelec? Díaz cree que son las autoridades las responsables de los trabajadores lesionados y fallecidos por causa laboral: «deberían ser procesados por los tribunales de justicia».

Este relato visibiliza la situación real que vive la clase trabajadora y tiene consecuencias para ellos y en el pésimo servicio a nivel nacional:

«Una vez estaba recorriendo el país, acompañado por los miembros de la junta directiva del Sindicato de Trabajadores Eléctricos (STE), estuvimos en Táchira, recorrimos varios centros de trabajo, y luego, nos dirigimos a Mérida. Nos detuvimos como a la 1 de la madrugada en una subestación de El Vigía; me contó uno de los operadores que en una oportunidad le tocó hacer una maniobra desde la sala de control, dado que no lo pudo hacer, salió al patio a realizarla manualmente. Justamente cuando iba a realizar la maniobra le apareció por detrás una miliciana, que rondaba los 60 años, lo apuntaba con un fusil y le dijo:

– ¿Qué hace usted allí?, ¿está usted saboteando la luz?.

El sobresalto fue tan grande, debido a la sorpresa, que provocó un incidente laboral; generó un arco eléctrico que puso en peligro la salud y la vida de ambos. Asimismo, fue llevado ante la Guardia Nacional, que también estaba en el acceso de la subestación, para que explicara qué estaba haciendo».

Esto refleja las condiciones en las cuales se labora en Corpoelec, y las irregularidades que están ocurriendo y que tienen consecuencias directas en la vida de quienes laboran o permanecen dentro de las subestaciones, así como en la calidad del servicio eléctrico que tanto perjudica a la vida de la sociedad venezolana.