Derechos sexuales y reproductivos y la interrupción voluntaria del embarazo son parte de la agenda educativa en Venezuela
Por Ana Herrera, militante del PSL e integrante de Mujeres en Lucha
Caracas, 8 de agosto de 2022.- Como Mujeres en Lucha apoyamos las protestas que se han venido dando en el país en contra de las tablas de la Onapre y el recorte del bono vacacional que afecta a miles de docentes, profesores, trabajadoras y trabajadores universitarios y de la administración pública. Por ello, el 04 de agosto de 2022 en Caracas, participamos junto a la corriente sindical C_CURA y la militancia del Partido Socialismo y Libertas (PSL), en la masiva concentración y marcha ocurrida en el Ministerio de Educación.
Hicimos presencia con las usuales pancartas con las que acompañamos cada una de las actividades a las que asistimos como feministas. La pancarta doble con las consignas de la mujer trabajadora: «Que las mujeres no sigan pagando la crisis. Salario igual a la canasta básica», por un lado, y «Aborto legal, seguro y gratuito» por el otro lado. Ambas consignas suelen ser bien recibidas por quienes participan en las protestas, incluso da la oportunidad para conversar y debatir sobre las consignas.
Sin embargo, en esta oportunidad el cuestionamiento de un pequeño grupo de hombres y mujeres que acompañaban la marcha por el centro de Caracas, se tornó agresivo en el uso de las palabras y también físicamente, incluso intento de atropello con una moto, episodio que concluyó cuando, por la fuerza, agarraron la pancarta y la arrojaron a un costado de la marcha.
Mientras se producía este ataque intentábamos dialogar, explicando que nuestra lucha es por todas las luchas, mientras que estas personas cuestionaban la consigna del aborto, argumentando que «esta es una actividad del sector educativo» y nos señalaban como “infiltradas”.
Con estupor nos preguntamos, ¿acaso los derechos sexuales y reproductivos, incluyendo la necesidad de la interrupción voluntaria del embarazo, no es un tema de educación? ¿No es desde las escuelas y centros educativos en donde se debe impartir una educación sexual sin falsos dogmas religiosos?
A pesar de las reiteradas peticiones violentas que nos presionaba para bajar nuestro póster, nos mantuvimos firmes, porque no podemos construir una sociedad justa en la que se elimine la brecha de desigualdad, permitiendo la censura, el autoritarismo y las prácticas hamponiles, ese, lamentablemente, es el papel que cumple el aparato represivo del Estado.
Rechazamos contundentemente que desde el movimiento obrero venezolano, en concordancia por la política de ajuste de los gobiernos patriarcales y capitalistas, se continúe internalizando la figura de la mujer, restringida exclusivamente a su rol de madre que no tiene derecho a decidir sobre su cuerpo.
En Venezuela la lucha de las mujeres es la misma que lleva adelante la clase trabajadora, porque el plan de ajuste capitalista del gobierno de Maduro golpea de forma diferenciada a las mujeres trabajadoras y de sectores populares, forzadas a tener más de un trabajo, sobre todo en el sector informal o en los empleos u oficios peor pagados, mientras las políticas públicas hacia las mujeres solo nos toman en cuenta para profundizar nuestra condición de mano de obra barata y paridoras en serie. Por eso sostenemos que si el capitalismo va a caer será de forma simultánea con el patriarcado.
Personalmente como mujer, venezolana y maestra, siento tristeza y decepción de las posturas conservadoras y reaccionarias por una parte de los trabajadores y trabajadoras que mantienen en tabú la despenalización y legalización del aborto en Venezuela, pretendiendo ignorar que nuestras hermanas, madres, amigas y compañeras continúan interrumpiendo voluntariamente embarazos no deseados, aún en circunstancias de clandestinidad y penalización, es decir, en condiciones precarias e insalubres poniendo en peligro la salud y la vida de las mujeres.
Seguiremos la lucha en unidad de acción en contra del paquete antiobrero y capitalista del gobierno de Maduro y por la legalización del aborto en Venezuela, siempre debatiendo y dialogando fraternalmente con el conjunto de nuestra clase trabajadora.