Alto a las agresiones a los trabajadores del Grupo Pollos Souto

Carabobo, Valencia.- Con gestos y muestras de gran indignación más de 150 trabajadores del Grupo Souto protestaron en las afueras del Palacio de Justicia -Valencia-, en reclamos por la libertad de sie

Carabobo, Valencia.- Con gestos y muestras de gran indignación más de 150 trabajadores del Grupo Souto protestaron en las afueras del Palacio de Justicia -Valencia-, en reclamos por la libertad de siete compañeros detenidos en forma violenta el pasado lunes al manifestar en los interiores de la planta, ubicada en Bejuma, cuando exigían los inicios en la discusión del contrato colectivo.

De forma paralela se mantenían en las afueras de las instalaciones de Pollos Souto-La Mona en la Carretera Valencia-Bejuma un grupo de trabajadores e integrantes de los Concejos Comunales manifestando la valides de sus exigencias.

El pasado lunes fueron salvaje y físicamente agredidos por funcionarios policiales y militares.

“La Policía Municipal de Bejuma comandados por Richard Antonio Alvarado y funcionarios de la Guardia Nacional violaron la cerradura de la empresa con soplete y entraron por la fuerza para atropellarnos, agredirnos y someternos a la fuerza. Nos cayeron a tiros, perdigones y golpes con rolos. Nos persiguieron por toda la empresa para agredirnos, incluso acompañado por el nieto del dueño que portaba pistola”, denunció Gabriel Albino, secretario de finanzas del sindicato de Pollos Souto.

El desamparo de los trabajadores es total, ya iniciada la recta final de las elecciones municipales y ante un gobierno que se presenta –y a sus candidatos- como obrerista, no entienden los trabajadores, los residentes de Bejuma y sus alrededores, como con la valides de sus argumentos y reclamos de ley, las autoridades del Palacio de Justicia, la Inspectoría del Trabajo, los organismos policiales y la GNB arremeten contra los trabajadores con los más brutales métodos represivos solo vistos en tiempos del punto fijismo y en los años 80 en la administración de Pitaluga, situación que “considerábamos superadas”.

Hoy es evidente que regresan –o nunca se fueron- los organismos represivos y los patronos armados. Los atropellos en Bejuma, están a flor de piel, y no es permisible su desarrollo. Carabobo fue terreno de cabilleros y bandas armadas de AD. Fueron famosos las bandas de los Celis y los cuerpos policiales entrenados para reprimir. El apellido Pitaluga siempre se asoció a represión policial. Esto no puede volver, los trabajadores y las comunidades no podemos permitirlo, ni ser víctimas de esto. Los trabajadores y vecinos tenemos que ver con claridad y denunciar estos atropellos, defender a nuestros dirigentes sindicales y exigir su inmediata libertad. No permitir los traslados que aíslan a nuestros dirigentes, y fortalecer nuestros sindicatos, consejos comunales como formas de organización.

La unidad entre los consejos comunales y la organización sindicales debe acompañarse de la movilización de unitaria de trabajadores y vecinos en exigencia y respeto la restitución de la discusión contractual y la libertad de los detenidos. No hay pueblo vencido. Esta situación debe ser denunciada y conocida en todo Carabobo y Venezuela, y lograr imponer el respeto a los trabajadores de pollos Souto.

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