¡Apoyamos la lucha de los estudiantes y los trabajadores chilenos!

Los jóvenes son los protagonistas de las luchas sociales mundialmente. Con su ímpetu y su rabia contra la falta de derechos políticos, la injusticia, el desempleo y la exclusión, son el motor de las rebeliones árabes, que están derribando a regímenes dictatoriales y corruptos como los de Túnez, Egipto y Libia. También en Europa, la juventud es la llama de la indignación y está en las calles de Londres, de Madrid, de Atenas, combatiendo los ajustes que los gobiernos descargan sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo con el objetivo de salvaguardar las ganancias de los banqueros y grandes multinacionales. En toda esta ola de agitación y lucha, tiene un heroico sitial la lucha de los estudiantes chilenos por una educación totalmente estatal, gratuita y de calidad.

Los jóvenes son los protagonistas de las luchas sociales mundialmente. Con su ímpetu y su rabia contra la falta de derechos políticos, la injusticia, el desempleo y la exclusión, son el motor de las rebeliones árabes, que están derribando a regímenes dictatoriales y corruptos como los de Túnez, Egipto y Libia. También en Europa, la juventud es la llama de la indignación y está en las calles de Londres, de Madrid, de Atenas, combatiendo los ajustes que los gobiernos descargan sobre los hombros de los trabajadores y el pueblo con el objetivo de salvaguardar las ganancias de los banqueros y grandes multinacionales. En toda esta ola de agitación y lucha, tiene un heroico sitial la lucha de los estudiantes chilenos por una educación totalmente estatal, gratuita y de calidad.

El mito del modelo chileno está ardiendo en las calles. Centenares de miles de estudiantes están movilizándose en una segunda ola de luchas luego de la revolución pingüina de hace unos años contra modelo educativo antidemocrático heredado de la dictadura de Augusto Pinochet. Hablamos de un modelo que beneficia únicamente a los banqueros y empresarios de la educación. Esta lucha está sumando apoyos de los trabajadores y otros sectores populares, incorporándose a la agenda popular exigencias como la nacionalización del cobre, la realización de una Asamblea Constituyente para poner fin a la Constitución heredada de la dictadura, reformas a las leyes laborales, entre otras. Con estas reivindicaciones, se realizó en agosto una huelga general de dos días. La justa lucha estudiantil está hundiendo al gobierno del empresario Sebastián Piñera y restando apoyos a la Concertación, coalición partidista que administró el país desde el fin de la dictadura hasta el triunfo de Piñera, y que no tiene diferencias de fondo con el actual gobierno.

La respuesta gubernamental ha sido una represión salvaje que ha asesinado a sangre fría a dos estudiantes y ha llevado a más de mil jóvenes a las cárceles del régimen. Así obra la «democracia» chilena cuando se trata de defender a los poderosos de las exigencias democráticas del pueblo. La cobardía y el cinismo de los represores no tienen límites; recientemente un comandante policial, acorralado por las denuncias contra la práctica de disparar bombas lacrimógenas a quemarropa contra los estudiantes, dijo que optarían por lanzarles «pétalos» en el futuro, burlándose de las víctimas. No es sorprendente que menos de un 25% de la población apoye al gobierno derechista.

Piñera asegura que «nada es gratis» y que por eso los estudiantes deben hipotecar su futuro para poder acceder a la educación. Pero bastaría con una parte de los recursos que genera la minería del cobre, y que se llevan las transnacionales, para financiar una educación gratuita y de calidad. En realidad, la cuestión de fondo es que el gobierno defiende un modelo injusto y violento que beneficia sólo a una pequeña élite; los estudiantes, por su parte, defienden el derecho universal a la educación. Son dos posiciones antagónicas en la cual sólo la movilización y la lucha de todo el pueblo y los trabajadores, al lado de los estudiantes, puede derrotar al gobierno y a sus cuerpos represivos.

En Venezuela, también el movimiento estudiantil tiene el reto de dar la pelea por una educación totalmente estatal, gratuita y de calidad; por eliminar los odiosos mecanismos de exclusión que existen en las universidades autónomas; por democratizar la vida interna de las universidades, reconociendo iguales derechos a todos los miembros de la comunidad universitaria; por lograr la autonomía de las universidades experimentales; por un presupuesto universitario justo que esté bajo el control administrativo de estudiantes, profesores, trabajadores y empleados. Todas estas exigencias, particularmente la defensa de una educación de calidad, expresan las más apremiantes necesidades de los estudiantes de las universidades autónomas y experimentales en Venezuela. Los estudiantes chilenos nos brindan un ejemplo de combatividad y de unidad con sectores obreros y populares. Por ello llamamos a todos los estudiantes venezolanos a conocer esta experiencia y debatir acerca de ella, y a los dirigentes estudiantiles a pronunciarse en apoyo a esa justa lucha.

Daniel Torrellas, consejero de escuela, Ciencias Políticas, ULA
Saraí Santiago, consejera de escuela, Ciencias Políticas, ULA
Sergio Pereira, consejero de escuela, Ciencias Políticas, ULA
Silvana Solano, consejera de escuela, Ciencias Políticas, ULA
Carlos Cegarra, dirigente estudiantil, escuela de Comunicación Social, Núcleo Trujillo, ULA
Oriana Bastidas, dirigente estudiantil, Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas, ULA

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