Carmen Pulido: «Tenemos la responsabilidad de idear maneras de construir una sociedad más justa a partir de lo que somos»

El Centro de Medios Independientes de Venezuela entrevistó a la dirigente estudiantil Carmen Pulido, quien preside el Centro de Estudiantes de la Escuela de Medios Audiovisuales de la ULA, para conocer su óptica acerca de las tareas y retos del movimiento estudiantil venezolano en la actualidad.

CMI: ¿Cuáles son las luchas más importantes que deben asumir los estudiantes de la ULA?

El Centro de Medios Independientes de Venezuela entrevistó a la dirigente estudiantil Carmen Pulido, quien preside el Centro de Estudiantes de la Escuela de Medios Audiovisuales de la ULA, para conocer su óptica acerca de las tareas y retos del movimiento estudiantil venezolano en la actualidad.

CMI: ¿Cuáles son las luchas más importantes que deben asumir los estudiantes de la ULA?

CP: Las luchas más importantes de los estudiantes venezolanos, y que rara vez se mencionan en las aulas de clases, nacen del deber que tenemos como aquella parte de la sociedad que está en un proceso de formación y de reflexión. Tenemos la responsabilidad de idear maneras de construir una sociedad más justa a partir de lo que somos.

Esto no es solamente una tarea intelectual, pues existen conflictos concretos con los que entramos en contacto todos los días. Para nosotros, todas las luchas basadas en la solidaridad frente a la explotación, llaman a la participación a los estudiantes. Particularmente, nuestro lugar está al lado de los trabajadores, pues nosotros, quienes somos estudiantes actualmente, en un futuro accederemos a un campo laboral y seremos asalariados al igual que millones de personas en este país.

Crecemos y nos educan como individuos con intereses aislados y resulta que no es así, no podemos desligarnos irresponsablemente y dejar que sean las minorías con poder las que decidan por nosotros y manejen el mundo a su conveniencia. Es el deber de todo joven estudiante participar en la construcción del futuro colectivo, un futuro mucho más justo y sin explotación de las grandes mayorías por las minorías que poseen el poder económico y los medios de producción.

CMI: ¿A qué se debe la debilidad del movimiento estudiantil de izquierda en la ULA ?

CP: El problema es que a través de los años la universidad se fue cerrando a las mayorías populares, y hoy en día es una institución antidemocrática. Al mismo tiempo, y por la misma razón, el movimiento estudiantil se ha ido desvinculando de las luchas obreras y populares, de tal manera que la mayor parte del movimiento estudiantil ha terminado secuestrado por liderazgos reaccionarios, que son apoyados por las autoridades universitarias para su proyecto político excluyente y privatizador. Y también tenemos el problema de que se confunde a la izquierda con los burócratas del gobierno.

Aquí durante tres años, y hasta hace menos de seis meses, la FCU estuvo en manos de un grupo apoyado y patrocinado por el gobierno.

La FCU, en lugar de impulsar a través de asambleas, foros, e intercambios con el resto de la comunidad merideña, abrir un debate crítico acerca del modelo educativo, luchar contra las carencias de todo tipo que tenemos que enfrentar los estudiantes; en vez de ligar al movimiento estudiantil a las luchas populares y de tomar las mismas como bandera, ¿qué se hizo? las elecciones de reinas de belleza, una actividad machista que fue institucionalizada en la ULA , así como las Ferias del Sol, espectáculos como Barney y sus amigos, El Conde del Guácharo, tarantines de ventas en el estacionamiento de la FCU , y pare usted de contar. Lamentablemente, mucha gente asocia a la izquierda del movimiento estudiantil en la ULA con todas estas actividades promotoras de la ideología consumista e irreflexiva que mantiene y fortalece cada día más a la derecha, gracias a le gestión de Jehyson Guzmán en la FCU.

Ya sabemos como terminó todo: en el desastre que padecemos hoy en día al tener la FCU como el cubil de la derecha en nuestra universidad y en toda la ciudad de Mérida.

Es importante mostrar que existe una opción para los jóvenes que pudiesen tener algún interés en participar en el movimiento estudiantil con fines progresistas, de manera honesta, pero que se mantienen al margen de la política por las prácticas corruptas y electoreras que caracterizan a la mayoría de los grupos estudiantiles en la universidad, y que son un insulto a la inteligencia de los estudiantes.

CMI: ¿En qué forma se ha diferenciado la gestión del Centro de Estudiantes de Medios Audiovisuales de los demás Centros de Estudiantes de la ULA?

CP: Creemos que hay varios centros de estudiantes con características parecidas al nuestro, como por ejemplo el de Música y el de Artes Escénicas, y que comparten nuestra visión pero que el igual que nosotros se ven limitados por la dispersión del movimiento y la política de la FCU actual. La gestión actual responde a intereses de los partidos de la derecha, a los que están apoyando en las próximas elecciones nacionales. Nosotros apostamos a un movimiento estudiantil con principios y valores, y con independencia política.

Por eso, mientras que milito en el Colectivo Libre Aquiles Nazoa, también formo parte de un equipo de trabajo en el Centro de Estudiantes, el colectivo independiente de medios audiovisuales, CIMA. No estamos ni nos interesa estar enchufados en la movida del manejo electorero “hoy por mí, mañana por ti” tan tradicional en la ULA.

Nos oponemos a formar parte de negociaciones electoreras a espaldas de los estudiantes, o a vender votos. También rechazamos la violencia como método mafioso para manejar cuotas de poder y ganar el apadrinamiento de las autoridades universitarias.

Creemos firmemente que los centros de estudiantes son modos de organización estudiantil para defender los intereses del estudiantado, tanto en sus reivindicaciones académicas, que tienen que ver con su acceso a una educación acorde con sus verdaderas necesidades, como las reivindicaciones socioeconómicas, de tal manera que esté garantizado materialmente el derecho al estudio. Por eso apostamos por un servicio de comedor de calidad, por una instalaciones adecuadas, y estamos en contra de la privatización de los servicios, pues eso significa que a la larga se convierte a la educación en un negocio y deja de ser derecho.

CMI: ¿Qué posición ha asumido su colectivo frente al conflicto de ULA TV?

CP: Consideramos que el problema de ULA TV ha sido generado por una terrible política antiobrera de las autoridades, y por haberle dado a un canal universitario un perfil de empresa privada con fines de lucro, tercerizando la relación laboral con los trabajadores, es decir que ellos son empleados indirectamente y no gozan de los mismo beneficios que los demás trabajadores de la ULA. Los trabajadores por naturaleza han de exigir sus reivindicaciones y pedir igualdad de condiciones con respecto a los demás trabajadores de la universidad, y el conflicto se crea por la intransigencia de las autoridades que se niegan a negociar.

ULA TV rinde un servicio casi nulo a la comunidad universitaria pues su programación no es hecha en función de la educación o de la divulgación académica y la vinculación entre la universidad y la comunidad. Por lo general, este canal ha funcionado más como medio para la campaña política del ex rector Léster Rodríguez a gobernador, alcalde o concejal, ya nadie sabe a qué se va a lanzar, dejando de lado las verdaderas necesidades de los universitarios y la comunidad.

La Escuela de Medios Audiovisuales no tiene relación con el canal universitario actualmente, y en realidad debería participar en su coordinación, junto con los trabajadores y empleados del canal, de tal manera de permitir la participación en la programación de todos los gremios universitarios, para convertirlo en un medio sin fines de lucro y de servicio social.

Por un lado tenemos un canal con todas las facilidades y equipos disponibles y por otro lado tenemos una Escuela sin infraestructura propia, con unos equipos viejísimos y con una planta profesoral incompleta y muy mal pagada. Mientras tanto, el terreno en el que se proyectó construir la sede de la Escuela es como estacionamiento y también se instaló en él una antena repetidora de una empresa de telefonía celular. Las autoridades ven en la universidad simplemente un negocio.

CMI: ¿Han participado en luchas fuera del ámbito universitario?

CP: En realidad la solidaridad de clases está poco desarrollada en nuestra universidad y también en nuestra escuela hace falta una divulgación más amplia de lo que implica para el estudiante y para la clase trabajadora el hecho de que se active esta relación de manera estrecha y solidaria.

Yo como presidenta he manifestado mi solidaridad de distintas maneras en las luchas de los obreros de la planta de tratamiento de desechos sólidos en lagunillas, así como también he tenido contacto con la lucha de los trabajadores de Sanitarios Maracay en el estado Aragua, ayudando a documentar esas experiencias, en las que se demuestra que es posible la organización productiva en base a la solidaridad y la cooperación entre los trabajadores, y no la tradicional explotación, en la que unos pocos se enriquecen a costa del trabajo de la mayoría. El principio de solidaridad de clase debe caracterizar a los estudiantes.

CMI: En días recientes, en la ULA se han realizado actos vandálicos y quemado camiones, y quienes ejecutan estas acciones usan la consigna «No más violencia» ¿Qué lectura le dan ustedes a los hechos violentos en LUZ, así como los hechos de violencia en la ULA ?

CP: La consigna de “no más violencia” es simplemente una fachada que esos grupos usan para endilgarle a otros su propia responsabilidad.
Para nadie es desconocido el hecho de que en nuestras universidades autónomas existen bandas armadas.

Aquí en Mérida, cada vez que a estos grupos les viene en gana salir a la calle a quemar camiones o a saquear farmacias estrellando contra ellas buses de la ULA , somos los estudiantes y el pueblo los que sufrimos las consecuencias.

Consideramos repudiable el hecho de que un dirigente estudiantil haya sido asesinado. Además de apoyar el llamado de todos los sectores del país a que se dé celeridad a la investigación y se castigue a los culpables, también tenemos que señalar la responsabilidad de las autoridades universitarias, que usan el discurso de la autonomía universitaria para amparar a estos grupos y sus acciones violentas, cuando ni la libertad de cátedra, ni la independencia organizativa de la universidad, tienen nada que ver con estas actividades violentas.

CMI: ¿Qué programa promoverían ustedes para la FCU?

CP: Promoveríamos una nueva actitud hacia la masa estudiantil que les tome en cuenta y los estimule a participar, un programa que incluya la lucha por la participación estudiantil en la elaboración del presupuesto de la universidad, así como por la igualación de los derechos políticos de todos los gremios de la universidad: empleados, profesores, estudiantes y obreros.

Exigiríamos la reapertura de las asambleas de facultad para así democratizar la política universitaria, así como un sistema de ingreso estudiantil sin restricciones clasistas.

Una atención especial al servicio comunitario para fortalecerlo y convertirlo en punta de lanza de la pertinencia social real de la universidad.

Exigiríamos el fin de las políticas con orientación privatizadora en la universidad, lucharíamos por la mejoría del servicio de comedor, y la construcción de nuevas residencias estudiantiles.

Rechazaríamos tajantemente la tercerización laboral y la violación de los derechos laborales en la universidad.

Lucharíamos firmemente por la eliminación de los privilegios de las autoridades universitarias, quienes malgastan el presupuesto en campañas políticas en contra del gobierno y a favor de la derecha, comprando camionetas de lujo para salir de su casa a la facultad, haciendo bautizos de libros de sus amigos con refrigerios de salmón y sushi, o viajando a El Vaticano ¡a escuchar un sermón del obispo de Mérida! y por último y lo que más les gusta; organizando elecciones frívolas de reinas de belleza que nada tienen que ver con el mejoramiento de nuestro nivel educativo o la pertinencia social de la academia.

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