27 julio, 2024

El impacto de la pandemia en la economía mundial: un recorrido por datos alarmantes

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Por Víctor Jiménez Pugliese

Desde que la Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó a la enfermedad del Covid-19 como una pandemia el 11 de marzo del 2020, diversos gobiernos a nivel mundial empezaron aplicar de forma generalizada confinamientos de la población, primero parciales y luego totales, provocando una paralización drástica del proceso de valorización de la economía mundial, teniendo como consecuencia una emergencia socioeconómica caracterizada por la caída de los precios en las materias primas, colapso de las principales bolsas de valores y el desempleo.

El 9 de marzo, en medio de la emergencia por el coronavirus y con bajos precios en el mercado petrolero, se produce el desplome de las principales bolsas de valores a nivel mundial. Este día fue conocido como el lunes negro, y demostró la fragilidad de una economía mundial que tiene altos niveles de endeudamiento estatal y privado. El índice bursátil Dow Jones reportó una caída del 10%, su mayor contracción desde el lunes negro de 1987. Asimismo, el S&P 500 en Wall Street cayó un 7,6%; en Londres el FTSE 100 un 7,7%; en Japón el Nikkei 225 un 5,1%; en China, el índice CSI 300 retrocedió un 3%; IBOVESPA de Brasil 12%. El 12 de marzo se produjo otro importante desplome conocido como el jueves negro, seguido de otro lunes negro el 16 de marzo. Ante este escenario muchos gobiernos y banco centrales llevaron a cabo políticas monetarias expansivas y fiscales de subsidio al capital para frenar el colapso de grandes empresas y bancos.

La pandemia no pudo llegar en peor un momento para el mercado petrolero. Desde el inicio de la llamada guerra de precios entre Rusia y Arabia Saudita en el mes de marzo, la sobre oferta petrolera se combinó con una caída de la demanda, producto de las medidas de cuarentenas aplicadas por diversos países. Esto llego a su punto álgido el 20 de abril, cuando los precios a futuro del indicador West Texas Intermediate (WTI) llegaron a cotizar en negativo por primera vez en la historia. Se llevaron a cabo reuniones entre la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) junto con Rusia y México, para buscar acuerdos en los recortes de la producción, para estabilizar los precios. Estas reuniones fueron igualmente apoyadas por el gobierno de Donald Trump, quien hasta hace poco se mostraba como un rival de la OPEP. Precisamente fue el mercado petrolero estadounidense, uno de los más afectados, por los altos costos de extracción del Shale Oil. Una industria muy importante en el plan de independencia energética de Trump, y que es una de las causas de la sobre oferta de petróleo mundial.

En Venezuela la situación no hizo más que empeorar. La caída de los precios del petróleo se combinaba con una industria petrolera en crisis y sancionada. La estatal PDVSA venia comerciando su petróleo con elevados descuentos para cada vez menos compradores. Con unos costos de extracción rondando los 18 $ por barril, la situación se ha vuelto crítica. Otros países golpeados en la región por esta situación son Colombia, México y Brasil.

Por otra parte, las medidas de confinamiento han golpeado duramente a los llamados trabajadores informales, con despidos masivos, en medio de mercados laborales caracterizados por la flexibilización y precariedad de las condiciones de contratación y pago de los salarios. Según datos del Fondo Monetario Internacional (FMI), países como Camboya, Nepal, Indonesia, India y China. Más del 40% de su fuerza laboral está formada por este tipo de trabajadores, siendo las mujeres las más vulnerables. En Venezuela es difícil saber la cantidad de trabajadores en situación de informalidad, producto del bloqueo de información por parte del gobierno de Maduro. Pero según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 53% de la población económicamente activa de la región, se encuentra en situación de informalidad y precariedad laboral. Además, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) la tasa de desempleo se ubicaría en un 11,5% en el continente para el 2020.

De igual forma, algo que también profundizara la crisis, es la caída en las remesas. La CEPAL proyecta una caída en la región entre el 10% y el 15% en las remesas, el Banco Mundial del 19,3% en la región y del 20% a nivel mundial, siendo Venezuela uno de los países más afectados, ya que muchas familias dependen del aporte de sus allegados en el exterior para sortear las consecuencias negativas de la crisis, la políticas de ajuste del gobierno de Maduro y las sanciones estadounidenses. Son más de 5 millones de venezolanos los que se encuentran fuera del país.

Según datos del FMI el producto interno bruto a nivel global (PIB real) se contraerá un 3% en el 2020. Una de las regiones más afectada será la zona del Euro con una caída del 7,5%, seguido de Canadá 6,2% y EEUU con 5,9%. En América latina y el Caribe la contracción será del 5,2%. Venezuela encabeza la lista con un desplome del 15%; seguido por México 6,6% y Argentina 5,7%. Por su parte la economía China solo crecerá un 1,2%; una gran diferencia respecto al 6,1% del 2019. Asimismo, otros países que serán duramente golpeados, serán aquellos cuya contribución del turismo representa un porcentaje elevado del PIB, países caribeños como: Aruba, Cuba, Granada, Jamaica y Haití.

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