(Vídeo) El PSL participó de la caravana por la libertad de los presos y presas nicaragüenses en Costa Rica

Por Prensa PSL

Caracas, 10 de julio de 2022. Durante los días 6, 7 y 8 de julio, la caravana por la vida y la libertad de las personas presas políticas en Nicaragua realizó diversas actividades en Costa Rica.

La Comisión Internacional estuvo dirigida por los parlamentarios Pablo Almeida (Izquierda Socialista), Alejandrina Barry (PTS) y Luciana Echeverría (MST), pertenecientes al Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) de Argentina. Así mismo participaron organizaciones de derechos humanos y estudiantiles de Costa Rica y Nicaragua, y representantes de corrientes de la izquierda internacional de Panamá, México, República Dominicana, Brasil y Venezuela. Además de Pablo Almeida, la UIT-CI participó con Carlos Guevara, militante del partido Propuesta Socialista de Panamá, y Fabricio Briceño del Partido Socialismo y Libertad (PSL) de Venezuela.

Fabricio Briceño (PSL), Pablo Almeida (IS) y Carlos Guevara (PS)

El objetivo principal de la caravana fue verificar las condiciones de salud de las personas presas políticas en Nicaragua, exigiendo su inmediata libertad. Muchas de ellas están detenidas desde el levantamiento del 2018 cuando protestaron contra el ajuste aplicado por el gobierno de Daniel Ortega y Murillo con los lineamientos del FMI. A la cifra de más de 180 personas presas, se agrega una cantidad considerable de asesinatos, desplazamientos y desapariciones colectivas, arbitrarias e injustas, propios de una dictadura.

Escuchar los relatos de la represión policial y paramilitar fue impactante. Las Madres de Abril, organización constituida en Nicaragua, hoy en el exilio costarricense, nos contaron con mucha sensibilidad la muerte de sus hijos; el acoso que vivieron sus familias: «ni siquiera el luto de nuestros hijos lo respetaron». Algunos velorios los hicieron con luces apagadas para evitar que la represión las invadiera aún más. Así mismo, denuncian el intento de desaparición de registros educativos (acceso universitario) y civiles (actas de nacimientos).

Las masivas protestas en 2018 fueron precedidas años antes por movimientos campesinos que fueron desplazados de sus tierras por rechazar la construcción del Gran Canal Interoceánico en Nicaragua, pactado entre Ortega y empresas de grandes capitales con el aval del gobierno chino, sin mucha garantía a la soberanía, de espaldas al pueblo y un impacto ambiental perjudicial. Esto lo relataba Chica Ramírez en el documental que fue proyectado en San José: “Las y los minúscules”, quien se nos unió cerca de la frontera con el movimiento campesino en el exilio.

Fabricio Briceño con Chica Ramírez/Pablo Almeida ante pancarta de detenidos y desaparecidos

 

Chica Ramírez interviene ante miembros de la caravana

En 2018 desde la UIT-CI hicimos presencia frente a las embajadas de Nicaragua junto a otras organizaciones de izquierda. En Venezuela en esa oportunidad cuando fuimos a protestar a la embajada nicaragüense, constatamos la estrecha relación entre los cuerpos represivos y el partido de gobierno. En un momento en que gritamos la consigna: «Ortega y Somoza son la misma cosa», salió repentinamente alguien armado con la franela roja del Psuv, no sabíamos muy bien de quien se trataba. Al darse cuenta de la situación regresó a ponerse su uniforme policial.

La caravana también ha permitido visibilizar la lucha de los pueblos y develar que el gobierno de Ortega no es de izquierda ni democrático, pero sí un régimen dictatorial que traicionó el proceso histórico sandinista. Un gobierno que usa simbología revolucionaria para cometer atrocidades, acumula propiedades en desmedro de las poblaciones y fortalece a unidades paramilitares no puede ser de izquierda. Esta misma reflexión la hace Mónica Baltodano, comandante guerrillera, quien participó del triunfo de la revolución sandinista en 1979, y acompañó a la caravana desde San José hasta la frontera.

 

Mónica Baltodano, ex comandante guerrillera del Frente Sandinista

 

La caravana también ha permitido visibilizar la lucha de los pueblos y develar que el gobierno de Ortega no es de izquierda ni democrático, pero sí un régimen dictatorial que traicionó el proceso histórico sandinista. Un gobierno que usa simbología revolucionaria para cometer atrocidades, acumula propiedades en desmedro de las poblaciones y fortalece a unidades paramilitares no puede ser de izquierda. Esta misma reflexión la hace Mónica Baltodano, comandante guerrillera, quien participó del triunfo de la revolución sandinista en 1979, y acompañó a la caravana desde San José hasta la frontera.

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