“La ley antibloqueo es parte de un proceso neoliberalización de la economía, que viene desde el 2014”, Emiliano Terán Mantovani
Por Laclase.info
Caracas, 14 de octubre de 2020.- El pasado 8 de octubre, sin unanimidad y en medio de críticas de varios constituyentes, la inconsulta Asamblea Nacional Constituyente aprobó la llamada ley constitucional antibloqueo, que ha provocado un conjunto de cuestionamientos de amplios sectores de las clases populares del país.
En ese sentido, en la presente oportunidad realizamos una entrevista para conversar sobre la ley antibloqueo con Emiliano Terán Mantovani, integrante del Observatorio Venezolano de Ecología Política, hace parte del Grupo de Trabajo sobre Alternativas al Desarrollo organizado por la Fundación Rosa Luxemburgo, y es candidato a doctor en ciencia y tecnología ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
1. ¿Cuál es tu valoración de la ley antibloqueo?
La recientemente aprobada ley antibloqueo debe ser evaluada tanto por lo que dice y como por su significado político y económico, que caracterizamos como la intensificación de un proceso de apertura y de desnacionalización de la economía venezolana. La ley contempla en varios de sus artículos una apertura de las empresas y bienes públicos al capital privado. Para ello se le otorgan poderes extraordinarios al gobierno en la gestión de esos activos del Estado, y así puede decidir discrecionalmente cómo los va abrir al capital extranjero y local.
Estos poderes extraordinarios parten de que la ley antibloqueo se coloca así misma como preferente ante otras normas jurídicas venezolanas, y plantea algo que ha generado mucha preocupación, que es la desaplicación de cualquier tipo de leyes que puedan obstaculizar ese proceso de apertura y desnacionalización de la economía venezolana que consagra la ley antibloqueo.
Además, la ley contempla la creación de modalidades de ingresos paralelos al tesoro nacional, lo cual evidentemente está fuera de la Constitución y además impide conocer la fuente y manejo de esos recursos.
También, la ley antibloqueo enaltece la inversión extranjera, inclusive permite que los mecanismos de protección al capital extranjero sean establecidos en acuerdos por el gobierno nacional y los mismos inversionistas extranjeros, lo que impide cualquier tipo de contraloría social y politica interna.
Para terminar, sabemos que la ley antibloqueo establece información clasificada, informacion que sería secreta, sobre este tipo de iniciativas. Y, ahora, con la ley aprobada, aparece con más claridad la apertura a mecanismos de financiamiento externos, que evidentemente tiene relación con endeudamiento en divisas en el extranjero.
Todo esto es bastante grave porque las propias políticas neoliberales promovidas se quedan en total secreto y la población pierde capacidad para interpelarlas. Así, los poderes extraordinarios los tiene el gobierno y las inversiones extranjeras.
Ahora, en relación a su significado hay que decir que en realidad la ley antibloqueo es parte de un proceso de neoliberalización de la economía venezolana, que viene desde el año 2014, que yo he llamado «El Largo Viraje», a diferencia del Gran Viraje de Carlos Andrés Pérez, medidas aplicadas bajo la guía del llamado Consenso de Washington, con el Fondo Monetario Internacional.
Por esto, la ley antibloqueo refleja la maduración de ese proceso de neoliberalización. Hemos hablado que promueve y protege al capital privado y a la inversión extranjera, pero ya esto tenía unos antecedentes en algunos casos muy claros, por ejemplo las zonas económicas especiales que vienen de la Ley de Regionalización Integral de 2014, que establece una desregulación radical de los territorios y esto fue hace seis años atrás.
Otro ejemplo, es la Ley de desarrollo de la actividad petroquímica de 2015, que ya planteaba figurabas en los emprendimientos con participación mayoritaria privada en los paquetes accionarios. También podemos recordar la Ley de inversiones extranjeras de 2017 y en 2018 el propio Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, que utiliza una jerga neoliberal y además planteaba con más claridad medidas de ajuste macroeconómico. Y, en ese mismo 2018, el gobierno promulgó un decreto de exoneración del impuesto sobre la renta a los enriquecimientos provenientes de las actividades petroleras para el capital transnacional, lo que además fue un terrible síntoma de desmontaje del histórico nacionalismo petrolero en el país.
Entonces, estamos ante un proceso de neoliberalización del Estado y la economía que se va coronando con esta Ley antibloqueo, pero que no es novedoso o nuevo.
2. ¿Cuál crees que es el objetivo del gobierno de Maduro con la ley antibloqueo?
La ley antibloqueo fue presentada en versión aprobada como una norma jurídica especial para «garantizar los derechos humanos de la población», pero ese discurso oficial entra en contradicción no sólo con la propia práctica del gobierno de Maduro, sino con la lógica neoliberal de hacer prevalecer al capital extranjero, que evidentemente aniquila los derechos sociales y ambientales y la soberanía del país, porque presenta la recuperación de Venezuela en manos del capital extranjero y de la élite gobernante, que aparece en labores más de gendarmería.
Hay que decir además, que en Venezuela la Constitución se viola a diestra y siniestra por el gobierno nacional, aunque también hay que señalar a sectores opositores tradicionales -sobre todo los mas extremistas-, y las sanciones establecidas por Trump, que violan flagrantemente los derechos humanos de la población venezolana.
Nos podemos preguntar, ¿por qué esta nueva ley si las existentes no se cumplen, si aquí todo se hace a discreción de quienes ostentan el poder? Si esto es para defender los derechos humanos de la población, estan las leyes vigentes siendo aplicadas para ello? Para defender los derechos de los ciudadanos? Pueden estos refugiarse hoy en el marco juridico para ello? Me temo que no.
Por ello, en realidad, la función de la ley antibloqueo es ofrecer garantías al capital transnacional, la real función de la ley antibloqueo es dejar por escrito formalmente las garantías juridicas que puedan atraer al capital transnacional, que por cierto es quien exige esto para proteger y garantizar el rendimiento y la viabilidad de sus inversiones. No está de más decir, que el Presidente de Fedecamaras mencionó que las bases de la ley antibloqueo eran adecuadas, aunque la condeno porque la legisló un órgano ilegítimo como la Asamblea Nacional Constituyente.
El otro objetivo es seguir constituyendo un marco jurídico interno para la conformación política de una economía para la acumulación por despojo.
Si había dudas, el propio Presidente Maduro confirmó esto, justo después de la aprobación de la ley, al invitar a las transnacionales y empresas locales en una alocución pública a ver las nuevas oportunidades que se habían abierto con la ley antibloqueo. Allí se evidencia con claridad el objetivo claro de esta nueva ley.
3. ¿Ahora que fue aprobada la ley antibloqueo se debe aceptar o seguir luchando en su contra?
La ley antibloqueo debe ser claramente rechazada, como ya está ocurriendo. Aunque veo al menos tres motivos diferentes: el primero, quizás el que puede conectar a la mayor parte de la población, tiene que ver con el efecto negativo de terminar de concretar una economía de la élite gobernante asociada al capital foráneo, evidentemente con una lógica de enriquecimiento, que esta totalmente de espaldas a los intereses del pueblo y que va a precarizar aun más a la clase trabajadora, y también a los territorios, porque los emprendimientos económicos fundamentales en Venezuela son extractivistas, se basan en la explotación de la naturaleza, y esto por supuesto supone no solo la neoliberalización del extractivismo sino una pérdida de soberanía, con impactos altos ambientales y la entrega de los territorios.
Este impacto social, ambiental y en la soberanía será tremendo como ya lo ha estado siendo en esta crisis y en el proceso de neoliberalización que menciono, donde además prevalecen economías ilícitas. Estos impactos que de hecho ya se han generado son los que tiene a la gente protestando en todo el país, por lo que se ve que esa contradicción puede intensificarse aún más, y numerosos actores diferentes pueden unificarse en torno a su oposición a este proceso tan profundo de precarización de la vida.
Una segunda motivación a mencionar es más política, y tiene que ver con toda la tradición y cultura política venezolana vinculada al nacionalismo energético -que básicamente había sido nacionalismo petrolero. Esta cultura política ha estado en los últimos lustros muy vinculada al chavismo, pero está también presente en otros sectores políticos que respetan estos paradigmas (incluyendo sectores conservadores que no comulgan con posiciones entreguistas). La cuestión es que esta cultura política está siendo absolutamente desmantelada, y esto ha sensibilizado a diversos actores políticos, porque estamos llegando a un punto de maduración de la lógica de desnacionalización, que inclusive afecta a las bases de la izquierda y el chavismo que se habían mantenido con cierto respaldo al gobierno actual. Pero si el chavismo refundo el nacionalismo energético, como uno de los pilares de su proyecto político, entonces las bases se encuentran ante un dilema existencial. Por eso, una parte de ese chavismo de base ya no apoya al gobierno ni a las medidas de la ley antibloqueo. Y potencialmente pueden articularse a otros actores políticos.
La tercera motivación para el rechazo a esta ley antibloqueo tiene que ver con el carácter irrito de la misma, no solo por como fue aprobada, sino también porque estamos medio ante un gobierno que no respeta ninguna norma constitucional, ni legal, ni el Estado de derecho, ni procesos electorales limpios, ni los derechos de las personas. Esto genera otro tipo de rechazo a la ley antibloqueo, pues el problema es de fondo y tiene que ver con la propia legitimidad del régimen político y la urgente necesidad de recobrar un camino constitucional, de hacer política, y legitimar acuerdos mínimos de convivencia, porque de no ser así, seguimos jugando con fuego.
Entonces, varios actores se han estado nucleando a partir de estas tres críticas en contra de la ley antibloqueo, y puede articular a varios actores y frentes de lucha para rechazar esta y el conjunto de normas jurídicas integradas al proceso de neoliberalización, que son igual de graves y deben ser igualmente rechazadas.
4. ¿Crees que la ratificación de la ley antibloqueo se debería de consultar al pueblo?
La pregunta por una consulta popular ante la ley antibloqueo es compleja a mi parecer, porque por un lado en las condiciones políticas actuales una consulta podría ser un mecanismo para intentar legitimar una norma jurídica que en realidad es contraria al pueblo y a sus derechos, además de írrita. Por otro lado, las condiciones institucionales para llevar adelante un proceso electoral siguen siendo muy complicadas, por lo que vemos que hay procesos trabados.
Pero precisamente por esto el horizonte debe ser reimpulsar la movilización social para reactivar, en primera instancia, un clima de interpelación política y de exigencia popular de derechos, que sirva de sustento para activar varios mecanismos políticos contemplados también en el marco constitucional, para denunciar que la ley antibloqueo es promovida por un gobierno que no tiene ningún tipo de respeto por las elecciones, derechos de las personas ni el marco legal de convivencia. Podríamos decir que es como re-politizar la Constitución y darle un sentido más político a las múltiples demandas que vemos en las calles del país.
Entonces es fundamental la articulación de estos descontentos y reactivar el debate popular. Hablar de la Constitución no tiene necesariamente que remitirnos a una reivindicación del Estado burgués ni una visión normativa. Lo que pasa es que ahora, como pueblo, nos encontramos no sólo ante un contexto de desprotección brutal, sino ante un marco totalmente funcional a la acumulación de capital y a la élite gobernante. Por eso, a mi juicio, necesitamos un marco mínimo de empoderamiento que permita a la gente poder recurrir a mecanismos donde pueda interpelar estas cosas.
Hoy, solo la movilización social puede rescatar la política, y discutir el tema del referendo, porque tiene ciertas limitaciones a mi parecer, o buscar una estrategia más diversificada.