«No existe ningún plan nacional ni cronograma del gobierno para vacunar a la población», Thony Navas

Por Laclase.info

«Nosotros como sindicato reivindicamos la lucha por la eliminación de las patentes, para que prevalezca la vida, antes que el dinero» Thony Navas

Caracas, 2 de abril de 2021.- En las últimas semanas, se ha agudizado la crisis sanitaria a partir de una tendencia creciente de la cantidad de contagiados y fallecidos por covid-19, después de la flexibilización de la cuarentena y de la aparición de la llamada variante brasileña de la enfermedad pandémica.

Esto, es agravado por la ausencia de una provisión suficiente de vacunas que permita el inicio de la vacunación masiva en el país. Hasta ahora, el gobierno de Maduro solo ha vacunado a los grupos que decidió priorizar, comenzando por altos funcionarios estatales, militares y policiales, y una pequeña porción de trabajadoras y trabajadores de salud y educación.

Entonces, junto a la prevención, la vacunación de todas y todos es un aspecto fundamental para salvar vidas, por eso organizaciones como la ONG Médicos Sin Fronteras y la Unidad Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI), han planteado la suspensión de las patentes de las diferentes vacunas. Pero, en medio del sistema capitalista, a pesar de las millones de muertes, el poder estatal y empresarial sigue privilegiando las ganancias de las grandes transnacionales farmacéuticas antes que la vida y salud de la población mundial.

En ese marco, entrevistamos a Thony Navas, Presidente de Sirtrasalud Distrito Capital, y militante clasista y revolucionario; que mantiene una oposición de izquierda ante el gobierno y ha participado activamente en las luchas obreras y populares en contra del paquete antiobrero de Maduro.

¿Cuál fue la evolución y situación actual del sistema público de salud?

En el siglo XX, los aportes acertados del doctor Arnoldo Gabaldón y su equipo, que son los padres del sanitarismo y de las políticas epidemiológicas, fueron muy positivos, con la erradicación de la malaria, y eso fue una referencia para América Latina, porque fue en el marco de los principios de universalidad y gratuidad, aunque con una orientación positivista. No obstante, el sistema público de salud de Venezuela, a partir de los años 80, comenzó el tránsito hacia su crisis, con la desinversión que implicó la depreciación del bolívar en el marco del llamado viernes negro y el giro neoliberal de los gobiernos puntofijistas de esa época. Pero, era tanto lo que podría llamar el colchón sanitario y epidemiológico dejado por la gestión del doctor Gabaldón y su equipo, que en los años 90 cuando surgen brotes de enfermedades como la encefalitis equina en el Zulia y el cólera en varias partes del país, se pudo establecer cercos epidemiológicos a través de una acertada política de promoción y prevención de la salud.

La etapa de Chávez, estuvo signada por un abundante presupuesto por el aumento del precio del precio, pero sin superar el viejo modelo curativista, aunque se sembraron expectativas nunca hubo las transformación hacía un sistema sanitario de prevención, medicina anticipatoria, autocuidado y promoción de la salud. Al final, se impuso la corrupción y se mantuvo el modelo curativista y mercantilista, se intentó crear una institución paralela sin cambios en el modelo curativista dominante, con la creación de Barrio Adentro que se enmarcó solo en la atención médica y no en la prevención. Así, dejó abierta la posibilidad de la vieja cultura mercantilista, y con ello del desastre que estamos viviendo en la actualidad, porque nunca se concibió a las trabajadoras y trabajadores y al pueblo como el sujeto central del sistema público de salud, en realidad siempre hubo una preeminencia de la alta burocracia de salud, pasando por encima los principios de participación y restituyendo la discrecionalidad burocrática.

Ahora, ya no es ni siquiera se puede hablar de sistema público de salud porque es inexistente, ante el total desastre por la gigantesca desinversión desde el 2013 para acá, además también hay una deliberada política privatizadora del gobierno de Maduro, con el abandono de la infraestructura, la suspensión de las políticas de prevención sanitarias y la destrucción de los salarios de las trabajadoras y trabajadores de salud.

¿Cómo valora la política actual ante la pandemia del gobierno de Maduro?

En otras oportunidades lo hemos dicho, la política de Maduro en la pandemia no solo tiene rasgos autoritarios también protofascistas, porque es utilizada la cuarentena para ejercer mayores controles represivos y de coacción, que profundizan la violación de las libertades y derechos democráticos del pueblo. Como se dice popularmente, la pandemia le vino como anillo al dedo al gobierno ante crisis económica, social y política.

También, caracterizamos a la respuesta del gobierno como irresponsable, al designar para las tareas epidemiológicas a entidades que no tienen ninguna competencia, como los militares, policías y colectivos armados. Recordemos la masacre en el 23 de enero y cuando se propinaron batazos a transeúntes en medio de la imposición autoritaria y protofascistas de un llamado confinamiento. Esto, además, se observa en el glosario de términos usados para denominar la política de cuarentena, como distanciamiento social y confinamiento, y que ha sido asumido por organismos como la OMS y la OPS. Así, vemos al Estado como un ente de vigilancia y castigo, y en el caso venezolano es peor porque se lo dejan en manos de aparatos represivos que tienen una orientación de exterminio.

La respuesta ha sido irresponsable e incapaz del gobierno, que aplica un mecanismo de radicalización y flexibilización de la cuarentena, que se encuentra signado por los bandazos. Por ejemplo, en carnaval hubo tres semanas seguidas de flexibilización, porque el diseño de esa política tiene que ver con apreciaciones coyunturales y de concesiones a los empresarios y comerciantes, en su alianza con esos sectores burguesas de la sociedad. Entonces, esas flexibilizaciones son irresponsables porque instituciones científicas como las Academias, ya habían anunciado el incremento de los contagios para el último trimestre del año pasado y, ahora, vemos que se han quedado cortos.

Además, debemos decir que en Venezuela todavía no hay campañas de vacunación, aquí eso desapareció, como hubo antes en determinados momentos y las naturales a los infantes. Por eso, no existe ningún plan nacional ni cronograma del gobierno de Maduro para vacunar a la población, que se evidencia en la ausencia de la vacunación para las trabajadoras y trabajadores de salud. El gobierno actúa con piratería, y esto lo vemos en el subregistro de la cifra de contagios y muertes por covid-19, que todas y todos lo sabemos. Pasando, además, por otras irresponsabilidades como la recomendación de supuestas curas para el covid-19 por el propio Maduro, como las góticas milagrosas y el té de Sirio Quintero.

De verdad que es una situación grave, aunque no queremos llenar de alarma, porque hemos cuestionado desde Sirtrasalud Distrito Capital el sentido de terror y desmovilizador que le dan incluso algunos organismos internacionales a la pandemia, que es el manejo hegemónico por parte del capital. Pero, ante un gobierno irresponsable y que no tiene ni la más mínima pulcritud, y que apela al expediente represivo, como las amenazas a las Academias, que en vez de debatir con argumentos, han salido personajes como Diosdado Cabello con menciones a la operación tun tun, que horrorizan.

¿Cómo valora el proceso de vacunación en el mundo con el control de las farmacéuticas y en el país con la disputa de las dos fracciones burguesas?

La respuesta por vacunación ante la pandemia es importante, aunque no es lo único al complementarse con la cuarentena. En realidad, la vacunación se ha enmarcado en la disputa e intereses del capital y de sectores burgueses en escala planetaria y en lo interno del país con Maduro y Guaidó. Nosotros estamos muy de acuerdo con lo que plantean las compañeras y compañeros de la UIT-CI, corriente a la que pertenece el PSL, donde se demandan la eliminación de las patentes, con la democratización del uso de las vacunas.

Nos parece pertinente cuando la pandemia ha hecho estragos con millones de muertes y enfermos, y han aparecido varias variantes más agresivas del covid-19. Nosotros como sindicato reivindicamos la lucha por la eliminación de las patentes, para que prevalezca la vida, antes que el dinero, porque es necesario y debemos ganarnos para este planteamiento a las trabajadoras y trabajadores del mundo.

¿Cuál es el llamado a las trabajadoras y trabajadores del sector salud y de todo el país?

Desde Sirtrasalud Distrito Capital siempre hemos hecho un llamado, más allá de las diferencias políticas y sindicales, es la unidad de la clase trabajadora, para enfilar unas acciones que nos permitan hacer escuchar la voz de las trabajadoras y trabajadores de forma contundente.

Sabemos que en el sector público, hiciste una paralización de facto, que es parte de una estrategia del gobierno para privatizar las competencias del Estado. Sin embargo, eso no debería de impedir que en los centros de trabajo podamos hacer asambleas y espacios de discusión, dirigidos a la expresión de la voz de las trabajadoras y trabajadores, sin temor. Aunque estamos presionados por la represión del gobierno, pero la situación no admite tampoco que retrocedamos, se impone la lucha por la sobrevivencia como seres humanos y como clase, en medio de la inexistencia del salario. Por lo tanto, es una necesidad la unidad de acción de toda la clase trabajadora. Esa unidad de acción, también debe ir dirigida a la demanda de solidaridad de trabajadoras y trabajadores de otros países, que puedan contribuir y difundir la situación inigualable que vive la clase trabajadora venezolana.

Aprovechamos que hablamos de la unidad de acción, para referirnos a un encuentro sindical organizado entre otros factores por el Frente Nacional de Lucha de la Clase Trabajadora, donde al final se realizó pero no consecuente con el espíritu unitario y de amplitud que reclama la clase trabajadora venezolana y las propias organizaciones sindicales de base de espacio laboral; porque ese evento debería haber convocado a la mayor cantidad de dirigentes y trabajadores de base, sin ningún tipo de restricciones y más cuando eran dirigentes y trabajadores de base de izquierda, que propusimos como Sirtrasalud Distrito Capital. De una izquierda, que tiene hace rato en la calle, señalando el carácter neoliberal, hambreador y reaccionario de este gobierno.

Por eso, son inexplicables las excusas que postergaban para más adelante la participación de esos sectores sindicales y laborales, y más cuando el PCV todavía no ha llamado a factores políticos y sindicales como los militantes del PSL y de otros factores como Marea y LTS, y además fueron excluidos compañeras y compañeros de otras organizaciones políticas y laborales de izquierda. Y el cuestionamiento lo hacemos como firmantes de la convocatoria del encuentro sindical. Nosotros, como Sirtrasalud Distrito Capital, nos retiramos al considerar inaceptable una metodología, donde alguien ajeno a los convocantes, entre ellos nosotros, podía decidir los criterios de participación, y que un convocante como nosotros no pudieron invitar a otros factores políticos y laborales. En realidad, no se respetó el sentimiento unitario.

Insistimos en el llamado a la unidad de acción y a sobreponerse a ese tipo de prácticas hegemónicas, sectarias y profundamente reaccionarias, que todos rechazamos y que sobre todo en este momento no podemos aceptar. Es hora de la unidad de acción para luchar por un salario igual a la canasta básica, por el fin de la bonificación salarial, las contrataciones colectivas, la derogación de las sanciones económicas extranjeras y la libertad de las trabajadoras y trabajadores presos.

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