Nosotras y nosotros ante el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer

Por Colectivo Cultural Toromayma

Comunicamos:

Desde la comunidad donde tejemos nuestras realidades para generar un entramado comunitario de acción, que busque forjar en las nuevas generaciones, perspectivas de cara a un futuro digno y comprometidas y comprometidos con el quehacer comunitario político.

Nos encaminamos firmemente en el cuestionamiento hacia las estructuras del estado patriarcal y los gobiernos plagados de actores que buscan sostener este modo de vida incompatible con el planeta y las formas de coexistencia sustentable. Asumimos que nos encontramos frente a un contexto supremamente complejo, en cuya crisis sanitaria, económica, política, en general, cultural, han jugado muchos y diversos factores los cuales, trastocan todas nuestras vidas e incrementan el contraste de las tensiones a la que somos expuestas y expuestos por parte del mal gobierno del presidente Nicolás Maduro. El mismo, sigue reforzando sus políticas profundamente violentas que se imprimen en las realidades más concretas de las mujeres y sus contextos de vida. Por lo tanto, expresamos:

  1. Nos encontramos en un momento de profundización y consolidación de la política de muerte, crueldad, capitalista, extractivista, hetero-sexista sostenida y alimentada, por el gobierno de Venezuela y sus componentes armados, que entran a las comunidades acabando con las vidas de nuestras familias. Destruyendo las esperanzas de futuro que gestamos nosotras las mujeres trabajadoras y criminalizando nuestro derecho de protestar frente a las injusticias de su monopolio de la violencia y sus políticas legislativas y mediáticas de confusión, manipulación y confrontación.
  2. 2. Repudiamos el ideal de mujer que proyecta el gobierno chavista, que nos regenta a partir de la explotación y sobrecargas de trabajo durante la pandemia. El desangramiento del sistema educativo, la pulverización del salario, las pocas políticas de atención en materia de salud, el desconocimiento del trabajo en el hogar en la limpieza, la crianza de los niños y personas con discapacidad, sumado a la no remuneración de dichos trabajos, nos coloca en condición de esclavitud, puesto que, en medio de una pandemia mundial, El gobierno ha afianzado el desentendimiento de sus responsabilidades en materia de Derechos de las Mujeres. Responsabilizando a las mujeres pobres, del futuro de toda una nación sin ningún tipo de garantía.
  3. Rechazamos la deficiencia y poco interés en implementar presupuestos sensibles al género que involucre directamente, políticas públicas dirigidas al cuidado de nosotras en materia de salud y derechos sexuales y reproductivos. Por el contrario, llamándonos a parir, reforzando el estereotipo esencialista de ubicarnos a las mujeres pobres como las que parimos la vida para la reproducción de un sistema opresor y despojándonos del protagonismo histórico que tenemos en los procesos transformación, étnica, cultural, política, comunitaria, económica y social de nuestros pueblos. Nosotras aquí no vinimos a parir la carne de cañón de ningún gobierno. La maternidad será sólo decisión nuestra y responsabilidad del estado, garantizar nuestro libre derecho sobre nuestro placer, goce y reproducción.
  4. Condenamos categóricamente en el retardo procesal y el sobreseimiento de casos de violencia contra las mujeres, la reproducción de la impunidad frente a las acciones machistas de los que consideran a las mujeres su propiedad. La ambigüedad de las acciones institucionales con competencia en dicha materia, sólo los hace cómplices de los maltratos, vejaciones, revictimización y muerte de las mujeres. El Estado y su gobierno son los coautores de nuestro exterminio y el presidente lo usa como bandera política. Ni Cilia, ni ninguna mujer es propiedad de la iglesia, ni del estado, ni del gobierno, ni mucho menos de ningún macho.
  5. Exaltamos el trabajo de las mujeres en las comunidades indígenas, campesinas, rurales, periurbanas y urbanas que hacen del entorno que las rodea, un lugar qué habitar para el presente y el futuro. Por la fuerza y energía que nos empuja a buscar en resistencia, nuevos métodos y herramientas que redistribuyan el peso de la opresión con estrategias y tácticas generadoras de nuevos sistemas comunitarios de cuidado y reasignación de responsabilidades, frente a las cargas que enfrentamos por la falta de servicios públicos, necesarios para el desenvolvimiento de la vida diaria. Para ustedes y por nosotras, las invisibilizadas, desaparecidas y esclavizadas por el gobierno machista, es nuestra lucha.

¡Nuestra victoria será la que escribiremos las mujeres que, desde lo comunitario, transformamos las realidades más sentidas en políticas concretas para los nuestrxs!

¡Abajo los gobiernos machistas opresores!

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *