Rechazamos el ataque de la iglesia católica contra los derechos humanos de mujeres y personas sexodiversas

 

Por Mujeres en lucha- PSL

Desde Mujeres en Lucha expresamos nuestro profundo rechazo al comunicado de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), que pide a les legisladores restringir aún más el derecho al aborto en el país y mantener la figura del matrimonio heterosexual como figura exclusiva de unión estable reconocida ante la ley en Venezuela. Tales solicitudes  incitan a la violación de los derechos humanos de las mujeres, cuerpos gestantes y del colectivo LGBTIQ+, quienes históricamente ven sus derechos vulnerados y enfrentan riesgos diferenciados ante los impactos negativos generados por la crisis de salud del coronavirus, que a su vez ocurre en medio de una crisis social, económica y humanitaria, como consecuencia de la aplicación de un brutal paquete anti-obrero y anti-popular, por parte del gobierno cívico-militar de Maduro, sin precedentes en el país.

La pelea contra la injerencia de la iglesia en los derechos humanos en Venezuela no es nueva. Coomo nos cuenta la Asociación Venezolana para una Educación Sexual Alternativa (Avesa), en 1999, durante el proceso constituyente, las feministas tuvieron que sensibilizar y defenderse frente a la arremetida de la iglesia católica, logrando un triunfo importante, “la no incorporación del derecho a la vida desde la concepción”, agregando en su lugar la flexibilización a la Constitución vigente desde entonces, que no impide la despenalización del aborto y crea el artículo 76, que garantiza el derecho a la maternidad como una elección. Lamentamos que en lo relativo al matrimonio igualitario, no se haya podido lograr la protección para éste, pues el artículo 77 nos habla del matrimonio como un derecho concedido sólo a personas heterosexuales.

Ante la pretensión de imponer visiones religiosas en la vida pública de venezolanas y venezolanos, exigimos la separación de las iglesias de los asuntos públicos, tal como está reconocido en el artículo 59 de la Constitución: “el Estado garantizará la libertad de religión y de culto” … “nadie podrá invocar creencias o disciplinas religiosas para eludir el cumplimiento de la ley ni para impedir a otro u otra el ejercicio de sus derechos”.

Mujeres en Lucha recuerda a la sociedad venezolana que los derechos de las mujeres y del colectivo LGBTIQ+ son derechos humanos, y los derechos sexuales y reproductivos (DDSSRR) son, inalienables e interdependientes, como todos los derechos consagrados en la Constitución venezolana, así como en múltiples instrumentos legales nacionales y tratados internacionales que Venezuela ha firmado y ratificado. El artículo 23 de la Constitución establece que estos últimos “tienen jerarquía constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las establecidas por esta Constitución y en las leyes de la República, y son de aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder Público.”

Asimismo, el artículo 22 de la Constitución nos dice que “la enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la persona, no figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos”. Es decir, que incluso los “nuevos derechos humanos” a los que hace referencia la CEV en su comunicado, estarían protegidos por la legislación venezolana, pese a que la CEV miente, pues la lucha por estos derechos en Venezuela data desde los años 70-80 al menos. Lo saben bien porque siempre que se han generado debates públicos sobre estos temas en la sociedad venezolana, la iglesia católica ha impuesto su moral religiosa sobre los debates, relegándolos al olvido.

Por otra parte, Mujeres en Lucha recuerda que “la objeción de conciencia no puede invocarse para eludir el cumplimiento de la ley o impedir a otros el ejercicio de sus derechos”.

El reconocimiento legal, formal y normativo son el reflejo de disputas y conquistas sociales que han arrancado a los gobiernos políticas concretas contra la exclusión y la explotación que no pueden ser ignoradas. Hoy más que nunca las mujeres y diversidades sexogenéricas luchamos para impedir presiones regresivas y conservadoras y mas bien buscamos garantizar derechos, no negociamos con las Iglesias que históricamente se han declarado enemigas de los derechos de las mujeres y diversidades sexuales. Es una institución retrógrada que sólo busca perpetuar el sistema capitalista patriarcal con todas sus hetero-normas. 

Mujeres y diversidades sexogenéricas peleamos contra todas las desigualdades y luchamos por todo aquello que mejore nuestras vidas como el derecho a que se respete y garantice que terceros no se inmiscuyan en las decisiones que toma cada persona con su sexualidad y sus derechos reproductivos. Luchamos por derechos elementales como lo son los derechos sexuales y reproductivos entre los que se incluye el acceso a métodos anticonceptivos, incluida la píldora de emergencia o “píldora del día después”, acceso a reproducción asistida, a servicios de salud materna, al aborto, también luchamos por una educación laica, científica y con perspectiva de género, todo lo cual supone garantías específicas de protección a mujeres en situación de vulnerabilidad, entre ellas privadas de libertad, niñas, adolescentes, indígenas, afrodescendientes, mujeres en situación de pobreza, entre otras.

La deuda con la mujer venezolana y el colectivo LGBTIQ+ es histórica y no hay excusas que justifiquen una mayor demora en la garantía de sus derechos, en ese sentido exigimos a la CEV, no meterse en asuntos que no son de su competencia, y al Estado venezolano que centre sus esfuerzos en condenar públicamente y perseguir a los perpetradores de abusos que operan dentro de las filas de la iglesia venezolana, especialmente a quienes cometen abusos y violaciones sexuales. Dichos crímenes, tipificados como tal en la legislación venezolana, salen a la luz pública cada cierto tiempo y carecen de un pronunciamiento enérgico por parte de la CEV y de los organismos competentes. 

El Estado venezolano debe realizar exhaustivas y constantes investigaciones en este asunto, pues sabemos que la iglesia invierte poderosos recursos financieros e intimidatorios para silenciar a las víctimas de estos atroces crímenes, distrayendo con ataques a legítimas demandas de derechos humanos y tildando a quienes exigimos respeto por los derechos de las mujeres como propagadoras de una “ideología de género”, argumentando que operamos con un “falso concepto de modernidad”, pese a que el movimiento feminista y el trabajo de las organizaciones de mujeres forman parte de movimientos políticos y no de ideologías, con demandas respaldadas por leyes universales históricas.

Desde Mujeres en Lucha hacemos un llamado a los movimientos sociales y políticos, y a la mujer venezolana en particular, para mantenernos movilizadas y en diálogo permanente, sabemos que los derechos conquistados pueden ser reformas importantes, pero como todo logro arrancado con la lucha, mientras exista el actual sistema de explotación y exclusión capitalista y patriarcal, será parcial e incluso se puede retroceder. 

 

*Mujeres en Lucha es una iniciativa feminista conformada por mujeres independientes y militantes del Partido Socialismo y Libertad (PSL) , siguenos por twiter: @MujeresenluchaV en instagram: @Mujereenlucha_ve y Facebook: Mujeres en Luvha_ve

 

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