Sobre la difusión del conocimiento en las universidades autónomas

Entre las tareas pendientes de las universidades autónomas venezolanas de
cara a su transformación necesaria, se encuentra la de motivar la generación

Entre las tareas pendientes de las universidades autónomas venezolanas de
cara a su transformación necesaria, se encuentra la de motivar la generación
de conocimiento en distintos ámbitos y facilitar su posterior difusión.
Específicamente se debe considerar la publicación a nivel de las editoriales
universitarias de los trabajos realizados por estudiantes, empleados y otros
miembros de las Casas de Estudios Superiores, que aún sin ser profesores,
han contribuido de una u otra manera con el acervo cultural (material e
ideológico) no sólo de las universidades, sino del país e incluso del mundo.
No se entiende como en pleno siglo XXI las instituciones que se supone
vencen a las sombras, continúan con una política editorial excluyente,
caracterizada por publicar solamente aquellas investigaciones elaboradas por
docentes, como si éstos fueran los únicos personajes capacitados para
generar ideas científica y socialmente pertinentes.

Una de las instituciones que avala dicha política antidemocrática es la
Universidad de Los Andes, por medio de las autoridades del Consejo de
Publicaciones. Quien esto escribe fue uno de los tantos afectados por tan
siniestra política, al serle rechazada una investigación correspondiente al
Trabajo de Grado requerido para obtener el título de Magíster Scientiae. En
este caso una funcionaria de dicho Consejo fue tajante al señalar que
(palabras más, palabras menos) “No le publicamos a estudiantes ni a personas
que no sean profesores de la Universidad”. Lo peor del caso es que esta
funcionaria, con toda la arrogancia que describe a no pocos universitarios,
ni siquiera tuvo la cortesía de revisar el trabajo, y darse cuenta, por
ejemplo, de que la obra fue calificada por el jurado con la *Mención
Publicación* en virtud de sus aportes al conocimiento de Mérida.

En tal sentido, ¿cómo es posible que las universidades autónomas se
consideren generadoras de vastos conocimientos y al mismo tiempo coarten los
aportes intelectuales de buena parte de sus miembros?.  Las autoridades
universitarias deberían saber que el artículo 109 de la actual Constitución
Nacional, establece claramente que tanto los *estudiantes* como los *
egresados* (incluidos por supuesto empleados, obreros y técnicos) también
están comprometidos con la generación del conocimiento necesario para el
beneficio de la nación. De manera que la política editorial excluyente que
prevalece en las universidades autónomas atenta no sólo contra la difusión
de las ideas en Venezuela, sino contra el orden constitucional.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *