27 julio, 2024

Sobre la situación en Iquique y Valparaíso

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En nuestra declaración anterior exigimos que el Estado se hiciera cargo de los desastres que azotan al país. Es necesario un plan centralizado y financiado por el Estado para responder en el menor tiempo posible a las familias, tanto en la emergencia actual como en la reconstrucción de sus casas, pero aún no es impulsado por el Gobierno. A cambio, Bachelet busca la aprobación de los empresarios que ya afilan los dientes en vistas de los negocios que para sus constructoras privadas y sus bancos se abren. Coherente con esta política, el gobierno y las autoridades municipales piden que no asistan más voluntarios a Valparaíso, y pretenden dejar todo el control de la situación y la población en manos del Ejército y la Iglesia, para garantizar el cumplimiento de su propia política.

En nuestra declaración anterior exigimos que el Estado se hiciera cargo de los desastres que azotan al país. Es necesario un plan centralizado y financiado por el Estado para responder en el menor tiempo posible a las familias, tanto en la emergencia actual como en la reconstrucción de sus casas, pero aún no es impulsado por el Gobierno. A cambio, Bachelet busca la aprobación de los empresarios que ya afilan los dientes en vistas de los negocios que para sus constructoras privadas y sus bancos se abren. Coherente con esta política, el gobierno y las autoridades municipales piden que no asistan más voluntarios a Valparaíso, y pretenden dejar todo el control de la situación y la población en manos del Ejército y la Iglesia, para garantizar el cumplimiento de su propia política.

Contra esta política de control sobre la ayuda, miles de estudiantes, jóvenes, trabajadores y pobladores, se han solidarizado voluntaria y anónimamente con los afectados: apagando el fuego, limpiando el desastre o entregando alimentos y ropa. En ocasiones adelantándose incluso a las autoridades. Es urgente que esta solidaridad espontánea se canalice a través de las organizaciones estudiantiles, sindicales y populares, y con ellas a través de la movilización unitaria exigirle al gobierno que el Estado se haga cargo de las familias afectadas.

Por eso, basta de impunidad y mentiras: en Valparaíso la tragedia se agudizó por la negligencia constante de municipios y gobiernos que prefieren mantener “tomas” a entregar viviendas gratuitas en barrios seguros para miles de familias que viven en la miseria. Los gobiernos de la Concertación y la Derecha, como Pinochet, han hecho del derecho a la vivienda un negocio para el lucro de los dueños de constructoras y bancos. Las autoridades pudieron evitar la cercanía de los bosques a las viviendas con una verdadera política de control sobre las forestales y los bosques aledaños, pudieron evitar exponer de esa forma a miles familias que se vieron obligadas a construir de manera precaria en quebradas que fueron un túnel de fuego. Sin embargo, y como siempre, los gobiernos hacen oídos sordos a las desigualdades en complicidad y para provecho del gran capital.

Por eso como MST exigimos que sea el Estado quien se haga cargo de todos los afectados por la tragedia.

1) Que ningún trabajador afectado pueda ser despedido. Que se le paguen todos los días en los que no pueda asistir a su lugar de trabajo por hacer frente a la tragedia.

2) Que todas las deudas de las familias afectadas con los bancos, casas comerciales, universidades o deudas de cualquier tipo sean condonadas completamente. Ni créditos blandos, ni repactaciones.

3) Ubicación inmediata de las familias afectadas en lugares donde se les garanticen todas las necesidades básicas. Mientras dure la reconstrucción de sus viviendas, que la luz, el agua, el gas, internet y todos los servicio sean garantizados gratuitamente.

4) Que sean las mismas familias quienes definan su solución habitacional definitiva, y que sea entregada de forma gratuita. Además, que sean construidas por una constructora estatal, y los terrenos expropiados como bienes públicos para entregárselos a las familias.

5) Todos los estudiantes afectados deben ahora obtener la completa gratuidad de sus carreras, becas que les garanticen transporte, comida y fotocopias gratis.

6) Salud gratuita, tanto física como mental, a todos los afectados.

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