Silencio gubernamental sobre las vacunas y el plan de vacunación
Por Prensa PSL
El pasado 11 de mayo el presidente Maduro se refirió a la posible llegada de vacunas en junio. Desde mediados de abril el gobierno no emitía ninguna información al respecto, de hecho, el tema prácticamente había desaparecido de los medios de comunicación y de las redes sociales. Silencio gubernamental absoluto al respecto hasta este martes 11.
Hasta el momento habrían llegado a Venezuela 930 mil dosis de vacunas. De ellas 500 mil fueron donadas por China (Sinopharm) y 380 mil Sputnik V, adquiridas a Rusia. No obstante, el pasado lunes 3 de mayo el ministro de Salud, Carlos Alvarado, afirmó que el país contaría con 1.480.000 unidades, aunque se desconoce en que momento se recibieron las 550.000 de diferencia, ni cual es su procedencia. Una nueva contradicción del gobierno.
Contrasta el largo silencio sobre las vacunas con el interés gubernamental en promover elecciones regionales, proceso que sin duda será sumamente costoso. Pareciera que para conformar un nuevo CNE a su medida e impulsar los comicios si hay apuro y recursos, no así para traer las vacunas que tanto necesita el pueblo venezolano, en momentos en que se produce un brote significativo del Covid-19. Con la convocatoria a elecciones el gobierno pretende aparentar normalidad, y esto lo hace en acuerdo con un sector de la oposición patronal. Por otra parte, busca consolidar su control de los gobiernos regionales y locales.
El gobierno miente de nuevo
El pasado martes, Maduro dijo que se esperaba realizar la vacunación masiva en abril. En realidad han informado distintas fechas y ninguna se ha cumplido. El argumento para no haber iniciado la vacunación es el estribillo de siempre: “las sanciones económicas de Estados Unidos y la Unión Europea”.
En reiteradas ocasiones nuestro partido ha rechazado esas sanciones arbitrarias y criminales, y exigido su inmediata derogación, pero utilizar este argumento en el caso de las vacunas no tiene ningún asidero. Es una nueva mentira del gobierno para eludir su responsabilidad. Un gobierno que miente prácticamente en todo.
Por su parte la oposición patronal encabezada por el títere de Estados Unidos, Juan Guaidó, anunció la llegada de vacunas del sistema Covax pero esto nunca se concretó. Esta operación se iba a llevar a cabo con recursos confiscados por el gobierno norteamericano en acuerdo con los partidos de la oposición patronal, los cuales se robaron recursos que pertenecen al pueblo venezolano.
Venezuela supuestamente adquirió 10 millones de dosis en Rusia. Esto fue informado por el gobierno en noviembre del 2020. Las otras vacunas que estarían por recibirse son las de Covax, que suman un poco más de 11 millones. Ni para las vacunas rusas ni las de Covax, habría ninguna restricción por parte de Estados Unidos o la Unión Europea. Es decir que el argumento de las sanciones no es válido.
Dijeron que se produciría la vacuna rusa Sputnik V en laboratorios venezolanos, y esto nunca se concretó, y el gobierno no habló más del asunto. Se dijo que la vacuna cubana (Abdala), aún en fase de experimentación, se produciría en el país. De esto tampoco hay ninguna novedad.
La realidad es que el tema de la adquisición de las vacunas y el plan de vacunación masivo, ha sido una larga novela por entregas, que parece escrita por Cantinflas. Un día dicen una cosa, al siguiente otra, y al otro, todo lo contrario.
Si algo está claro para la opinión pública es lo errático que ha sido el gobierno de Maduro con el tema de las vacunas y el plan de vacunación.
Hay que eliminar las patentes
El más reciente argumento del gobierno para lavarse la cara fue el del acaparamiento de las vacunas por los países más ricos. Esto sin duda es cierto. Estados Unidos, Inglaterra, Canadá y la Unión Europea concentran la mayor cantidad de vacunas en detrimento de los países más pobres. Y esto se debe al control de las transnacionales farmacéuticas sobre las patentes de las vacunas. Lo que pone en evidencia la profunda desigualdad generada por el absurdo e injusto sistema capitalista.
Desde nuestra corriente la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores-Cuarta Internacional, hemos impulsado una campaña por la eliminación de las patentes, en coincidencia con campañas similares promovidas por distintas organizaciones y personalidades en el mundo. Pero pretender achacar a este fenómeno el desastre de la vacunación en Venezuela es una excusa injustificable.
El asunto es muy simple. El gobierno debe informar qué pasa con las demás vacunas rusas. Y exigir al gobierno de ese país, del que dice ser aliado, que fije un cronograma de envío de las dosis. Por otra parte, debe informar al país cuándo comienzan a llegar las vacunas de Covax, y en base a esas dos fuentes de suministro de vacunas, diseñar un plan nacional de vacunación masiva e informar las fechas de su comienzo.
Por un Fondo Social de Emergencia y un Plan Obrero y Popular alternativo al paquetazo del gobierno
Desde el Partido Socialismo y Libertad insistimos en la urgencia de conformar un Fondo Social de Emergencia que sería la base financiera de un Plan Económico Obrero y Popular alternativo al paquetazo hambreador del gobierno. Los objetivos de este plan serían enfrentar la crisis social y el hambre adquiriendo alimentos, vacunas e insumos médicos y sanitarios, igualar el salario mínimo a la canasta básica y establecer una renta básica para los trabajadores y trabajadoras informales que les permita cumplir con la cuarentena.
Los recursos para impulsar este plan y nutrir el Fondo Social de Emergencia se pueden obtener mediante la aplicación de un impuesto especial y progresivo a las grandes empresas nacionales y transnacionales, y al sector bancario. ¡Los grandes capitalistas, banqueros y nuevos ricos del gobierno deben pagar las vacunas!
El Fondo Social de Emergencia debe fortalecerse con el no pago de la deuda externa; suspendiendo los gastos militares; confiscando bienes de los corruptos y repatriando el dinero confiscado en el exterior a empresarios y funcionarios corruptos, y que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas ni transnacionales.