¿Por qué según la LOTTT los bonos en dólares deben sumarse a los cálculos salariales?
Por Prensa PSL
Caracas, 13 de diciembre de 2022.- En nuestro país, hemos vivido un proceso paralelo de dolarización de facto de la economía venezolana y de bonificación de los ingresos laborales del pueblo trabajador. Esto desde el estallido de la hiperinflación en noviembre de 2017 y la consolidación del uso del dólar como medio de pago por el apagón de 2019.
La bonificación de los ingresos laborales impuesta por los empresarios a partir del memorando 2792 del gobierno antiobrero de Maduro, es un hecho que viola el artículo 104 de la LOTTT y afecta gravemente las condiciones salariales de las trabajadoras y trabajadores, porque los bonos en dólares no son incluidos en el cálculo de conceptos salariales como vacaciones, utilidades y prestaciones sociales.
Sin embargo, los bonos en dólares deberían ser sumados a los salarios para el cálculo de éstos conceptos salariales, porque son una remuneración regular y permanente, que se paga quincenal o mensualmente, dependiendo del caso.
Recordemos que el artículo 104 de la LOTTT, establece que «a los fines de esta Ley se entiende por salario normal, la remuneración devengada por el trabajador o trabajadora en forma regular y permanente por la prestación de su servicio».
Por eso, el dirigente empresarial Jorge Roig como operador de la OIT y de Fedecámaras, en alianza con sectores de la burocracia sindical, se encuentra promoviendo una llamada ley de emergencia laboral, que busca legalizar lo que ocurre hoy, que los bonos en dólares no son calculados en las vacaciones, utilidades y prestaciones sociales.
Al contrario, las trabajadoras y trabajadores debemos rechazar con la fuerza de la movilización la propuesta de ley de emergencia laboral y reivindicar el artículo 104 de la LOTTT para que los bonos en dólares en tanto una remuneración regular y permanente se sumen al cálculo de los diferentes conceptos salariales.
Dicha movilización también debe enmarcarse en la lucha por un salario igual a la canasta básica, el cumplimiento de los contratos colectivos, la derogación del instructivo de la Onapre y del memorando 2792, la libertad inmediata y plena de las trabajadoras y trabajadores presos, y el acceso a atención médica y a equipamiento de seguridad laboral.
Con la perspectiva de conquistar un plan obrero y popular que se financie con los recursos obtenidos de una reforma tributaria progresiva, con un impuesto a los grandes grandes económicos; de la suspensión del pago de la repudiable deuda externa; de la recuperación de los miles de millones de dólares robados y fugados; de la estatización del 100% de la industria petrolera; y de la eliminación de los gastos suntuarios y represivos del gobierno.