8M: Que la crisis no la paguen las trabajadoras
Por Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
8 de marzo: Día internacional de las mujeres
27 de febrero de 2024. Los planes de ajuste que los gobiernos aplican a la clase trabajadora frente a la actual crisis capitalista perjudica especialmente a las mujeres y disidencias de los sectores populares. La combinación entre el patriarcado y el capitalismo para super explotar a las personas más oprimidas de la sociedad hace que las mujeres y disidencias seamos quienes más sufrimos la precarización en el mercado laboral, tengamos los trabajos peores pagos y seamos a quienes primero despiden. El recorte de los presupuestos para los servicios sociales, salud o educación es una forma de violencia de género que aumenta la carga del trabajo reproductivo no remunerado. Esta violencia económica se acrecienta mayormente en personas migrantes y racializadas que se enfrentan a mayores niveles de discriminación. Este 8 de marzo salimos a las calles a gritar bien fuerte: ¡Que la crisis capitalista no la paguen las trabajadoras!
Nos pronunciamos contra el genocidio del pueblo palestino en Gaza y la profundización de la limpieza étnica en Cisjordania que lleva adelante el Estado de Israel con el apoyo y la complicidad del imperialismo yanqui y europeo. En cuatro meses, el sionismo masacró cerca de 30 mil personas, la mayoría mujeres, niñas, niños y ancianos. Denunciamos los crímenes de guerra, los bombardeos sistemáticos a la población civil y la falta de ayuda humanitaria. Nos solidarizamos con el pueblo palestino y su heroica resistencia que hoy pelea por su vida frente a la escasez de medicinas, alimentos y agua potable. Este 8 de marzo salimos a las calles a decir alto al fuego: ¡Que los gobiernos rompan relaciones políticas, diplomáticas, económicas, militares con el Estado de Israel! ¡La causa del pueblo palestino es una causa feminista!
En los últimos años, el movimiento de mujeres y disidencias viene enfrentando a los diferentes gobiernos de todos los signos políticos en el marco de la cuarta ola de luchas feministas a través de huelgas y movilización en las calles, y pese a ellos, ha obtenido importantes triunfos con la movilización. Por eso, los nuevos fenómenos políticos de ultraderecha encarnan la reacción patriarcal y religiosa y atacan con especial saña nuestras conquistas. Un caso emblemático es el gobierno de Javier Milei en Argentina que se posicionó contra el reconocimiento social de la violencia de género lograda con las luchas del Ni Una Menos, el derecho al aborto fruto de la movilización en las calles de la Marea Verde y la visibilidad del colectivo LGBTQ+ con todas sus demandas. Sigue las huellas del misógino y ultrarreaccionario Donald Trump y sus ataques al derecho al aborto conquistado con la movilización en Estados Unidos en los años 70. Este año se realizan elecciones en varios países, y se presentan candidaturas que plantean gobiernos del mismo corte. Este 8 de marzo salimos a las calles a frenar los ataques a nuestras conquistas: ¡Sobre nuestros derechos no pasarán!
Por su parte, los gobiernos que se reivindican populares o de centroizquierda tampoco han logrado mejorar las condiciones de vida para las mujeres y disidencias más allá de su doble discurso. Con sus políticas de ajuste y endeudamiento externo, no dan respuesta a las demandas más urgentes del movimiento feminista. En Chile por ejemplo, Gabriel Boric que se autodenominó el primer gobierno feminista de Latinoamérica, no logró resolver la brecha previsional entre mujeres y varones que asciende al 40 por ciento. En Brasil, la cantidad de femicidios es alarmante, cuatro mujeres asesinadas por día, según las estadísticas de la CEPAL. En Venezuela sigue aumentando la desigualdad en las tareas del hogar, 54 por ciento son hogares dirigidos solo por mujeres. Y en países donde hace años el derecho al aborto fue conquistado, aumentan las trabas para acceder a este derecho de forma libre, gratuita y universal, como es el caso del Estado Español o Portugal. Este 8 de marzo salimos a las calles a pelear por presupuestos para combatir la violencia de género y no para las deudas externas.
Conmemoramos a las obreras neoyorquinas que a principios del Siglo 20 luchaban contra las jornadas laborales de doce horas y que dio origen al 8 de marzo como día internacional por los derechos de las trabajadoras. Y en la actualidad, impulsamos todas las luchas para que triunfen. Pero alertamos que en este momento de profunda crisis capitalista ninguna conquista, por mínima que sea, podrá ser garantizada a largo plazo si no terminamos con el sistema capitalista que sobrevive a costa de la degradación de la humanidad, y en primer lugar de la mayoría de las y los desposeídos, de la destrucción del planeta y de la opresión de las mujeres y disidencias. Desde la Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI) nos reivindicamos feministas socialistas y buscamos unir la lucha antipatriarcal a la pelea anticapitalista para el triunfo del socialismo en todo el mundo y de esta manera, terminar con todo tipo de explotación y opresión. Esta tarea sólo podrá ser llevada adelante por los gobiernos de la clase trabajadora y los sectores populares.
Unidad Internacional de Trabajadoras y Trabajadores – Cuarta Internacional
27 de febrero de 2024