Algunas observaciones con relación al sistema de educación universitaria promovido por el gobierno nacional

Escribo estas líneas a riesgo de ser tildado como contrarrevolucionario o agente de la CIA, tal como la burocracia derechista suele conferir tales epítetos a aquellos que con valentía toman su pluma para hacer críticas de los desajustes que se esconden bajo el manto del manejo mediático por parte de la neoburguesía gubernamental.

Escribo estas líneas a riesgo de ser tildado como contrarrevolucionario o agente de la CIA, tal como la burocracia derechista suele conferir tales epítetos a aquellos que con valentía toman su pluma para hacer críticas de los desajustes que se esconden bajo el manto del manejo mediático por parte de la neoburguesía gubernamental.

Basándome en mi experiencia como profesor en varias instituciones universitarias auspiciadas por el gobierno del presidente Chávez, paso a hacer las siguientes observaciones en relación a las misiones educativas.

Si bien es cierto que a raíz de la creación de las misiones educativas y de los PNFs (Programa Nacional de Formación), ha habido una mayor inclusión y mayores facilidades en cuanto a ubicación geográfica de los centros de educación, elemento fundamental para acercar la educación al pueblo, es cierto también que esta inclusión adolece de falta de planificación, es decir, la oferta actual no se ajusta a la futura demanda de empleo al término de carrera. Por ejemplo, si a futuro (5 años) el país requiere 1000 médicos, una economía socialista planificada debería crear las condiciones para formar a 1000 médicos.

Lo que ocurre actualmente es consecuencia de la inexistencia de planificación y de la existencia de una gran improvisación en relación al desarrollo del país. Las plazas dentro de las carreras son ofertadas de manera irresponsable y demagógica, sin ninguna visión a futuro, quienes lograr obtener un título y no consiguen una “palanca” que le permita obtener un empleo en el sector público, terminan haciendo cualquier otra cosa para sobrevivir, sin que tenga relación con aquello para lo cual “se formó”. Consecuencia de eso: por ejemplo, el gobierno se ha visto obligado de restringir los cupos en los PNFs de educación y Cs Jurídicas, ya que no saben qué van a hacer con tantos egresados que van a engrosar las cifras del desempleo y subempleo.

Por otro lado, estos programas carecen de planificación y supervisión en cuanto al desarrollo de su contenido programático, no existe un adecuado control y evaluación del desempeño docente, ya que el personal que se supone debe atender dicha labor se encuentra cargado de otras labores en otras instituciones, dedicándose sólo a tiempo parcial para a la evaluación y supervisión del PNF, casó típico el de la Misión Sucre.

En este sentido, sucede muy a menudo que los docentes hacen recortes indiscriminados de la programación, ya sea porque se incorporan tardíamente a las actividades académicas, ya sea porque laboran en otras instituciones, siendo el PNF un “tigrito” del cual recibe una baja remuneración cada 3 meses (en el mejor de los casos) o, porque se le entrega un programa a ser desarrollada, excesivamente extensa, lleno de fallas, que parece haber sido diseñada por un burócrata encerrado en una oficina, sin ningún conocimiento de la realidad local.

Véase el siguiente ejemplo: el programa de la signatura Microbiología Agrícola de la carrera Ingeniería Agronómica de la UNEFA (vaya a Google y teclee BOTANPROGRAMA DETALLADO), es una copia exacta de la tabla de contenido del libro de Microbiología Agrícola de Leonor Carrillo http://www.unsa.edu.ar/matbib/micragri/micagricontenido.pdf

Hasta donde tengo entendido un país socialista debe apuntar a un grado de desarrollo social mucho más alto que el del país capitalista más avanzado. ¿Podremos alcanzar ese nivel enseñando en base a copias? ¿Cumple con su eslogan la UNEFA al autocalificarse como representante de la “Excelencia Educativa”? Las respuestas se las dejo al lector.

Otro elemento a ser considerado, es que quienes se desempeñan como docentes realmente no han estudiado docencia, son profesionales de un área específica que enseñan por intuición, por ensayo y error, por la experiencia. Sin embargo tal vez esto no sea un punto negativo, lo grave es que no existen programas de formación docente para los docentes. La docencia es un arte y una ciencia, no se improvisa, se estudia, se planifica, se reinventa, pero con conocimientos, con sabiduría, si no, veamos la obra del gran maestro Simón Rodríguez.

Parece haberse malentendido que un nuevo enfoque en materia de educación implica desechar lo malo de los sistemas de enseñanza esclavistas que forman para la dominación y para reproducir la explotación, sistema “bancario” como lo llamó Paulo Freire, y tomar lo bueno, lo positivo de esos sistemas, como por ejemplo su sistematización en el campo de las ciencias.

Menciono lo anterior porque los Proyectos Formativos que deben realizar los estudiantes para ser promovidos son verdaderamente pírricos desde el puto de vista científico y social, se supone que los mismos a todas luces deben seguir el camino del gran bagaje científico de la humanidad para resolver con la comunidad los problemas más sentidos de las mismas. Lo que ocurre es lo contario, se sigue un camino escabroso de improvisación no científico, en el que las comunidades parecen recibir a los estudiantes para hacerles un favor. Y esto no es a causa de la actitud de los estudiantes, quienes tienen la mayor voluntad y esperanza, sino, de la burocracia sorda que se cree autosuficiente.

Finalmente, considero que la respuestas a todas estas desviaciones no subyacen en soluciones que vengan de arriba impuestas por un burócrata grandilocuente, que decide qué se va a hacer, cómo se va a hacer y quién lo va a hacer, al contrario, es la comunidad universitaria en pleno (estudiantes, profesores, obreros, administrativos y comunidades implicadas) quienes deben planificar, dirigir y evaluar el curso del proceso educativo, en donde sus propias “autoridades” sean ellos mismos y elegidas por ellos mismos.

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