Con apoyo ruso, Siria bombardea por primera vez a los kurdos
Por: Clarín
Una polémica acción que complica la lucha contra el ISIS
18 de agosto de 2016. Aviones de la Fuera Aérea siria, con apoyo directo de Rusia, bombardearon por primera vez desde el comienzo de la guerra las bases militares kurdas en Siria, pese a que esas milicias combaten a los extremistas del ISIS.
Los analistas consideran que se trata de una consecuencia directa del reciente acercamiento entre el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, y su par ruso, Vladimir Putin, que modificó el escenario de la guerra en la región.
Los jefes militares kurdos y el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH) confirmaron los ataques aéreos, y señalaron que estaban dirigidos a retenes y a cuarteles en la ciudad de Hassakeh, al noreste del país. Dos terceras partes de esta localidad están bajo control de las fuerzas kurdas y el resto del régimen.
Redur Khalil, vocero de la principal fuerza de combate kurda, dijo en un comunicado que los aviones sirios atacaron zonas residenciales y las posiciones que pertenecen a la fuerza de policía kurda en el norte de la ciudad de Hassakeh. “No vamos a quedarnos en silencio sobre estos bárbaros y flagrantes ataques contra nuestro pueblo”, afirmó.
Las Unidades de Protección Popular kurdas (YPG) se convirtieron en una de las principales fuerzas de combate en el norte de Siria en estos dos años, y en un aliado clave de la coalición liderada por Estados Unidos contra el ISIS. De hecho son los que más éxito tuvieron en la lucha contra los fundamentalistas del ISIS en el terreno.
Los kurdos componen entre el 7% y el 10% de la población siria (unos 24 millones de habitantes). A pesar de que durante años se les negaron los derechos básicos y sufrieron décadas de represión política por parte del Estado, la mayoría kurda evitó tomar partido al comenzar las ola de protesta popular contra el gobierno de Bashar al Assad. Cuando en 2012 las fuerzas del gobierno sirio se retiraron de las zonas kurdas para concentrarse en la lucha contra los rebeldes laicos e islámicos en otro lugares del país, las milicias kurdas tomaron rápidamente el control de la zona norte bajo la dirección del YPG.
Más tarde los kurdos establecieron administraciones autónomas, pero permitió que el gobierno de Assad retenga puntos de mando en Hassakeh y Qamishli. Ambas partes evitaron los enfrentamientos y combatieron a un enemigo común: las fuerzas del ISIS.
En marzo, los partidos kurdos declararon unilateralmente la creación de una nueva región federal autónoma, medida que fue rechazada por el gobierno de Assad y terminó generando algunos choques con fuerzas oficialistas.
Pero dentro de este conflicto se inscribe también la política militar de Rusia, aliado de Damasco y su principal proveedor de armamento. Los bombardeos aplicados en estos años por la aviación rusa le permitió al Ejército sirio retomar la iniciativa y hacer retroceder a los rebeldes. Para los analistas, este ataque contra los kurdos tiene vinculación con el reciente acuerdo entre Erdogan y Putin.
Los kurdos mantienen un largo conflicto con Turquía, donde reclaman la autonomía del Kurdistán y mayores derechos políticos. El principal grupo rebelde kurdo, el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), es considerado una organización terrorista por Turquía y combatido como tal. Opera fundamentalmente en el sur de Turquía, sobre la frontera con Siria.
Se cree que estos ataques contra las fuerzas kurdas son una combinación de advertencias y parte del nuevo escenario geopolítico que se está dibujando en la región. Se conjuga el fortalecimiento del régimen sirio y las recientes conversaciones entre Putin y Erdogan sobre el futuro que se abre en Siria.
Una fuente gubernamental de Damasco afirmó que los “bombardeos eran un mensaje a los kurdos para que dejen de hacer este tipo de reivindicaciones –de autonomía territorial– que afectan a la soberanía nacional”. “Los kurdos no deben confundir sus sueños de autonomía con la realidad”, agregó.