Diálogos en México: Rechazamos que gobierno y oposición patronal entreguen el país al capital transnacional, y poca claridad en gestión de recursos públicos
Por Partido Socialismo y Libertad
Se reanudó el dialogo en México entre el gobierno de Maduro y la oposición patronal. El pasado sábado 26 se reunieron los representantes de ambos sectores, reiniciando las conversaciones suspendidas hace ya 13 meses.
Esta nueva ronda de negociaciones, avalada por el conjunto del imperialismo, se produce en momentos en que el gobierno se ha fortalecido políticamente, aunque sigue acosado por la crisis económica y los efectos devastadores de las sanciones imperialistas. Por su parte, los partidos de la derecha patronal, se encuentran sumidos en la división, atribulados por el fracaso del llamado “interinato”, con un Juan Guaidó repudiado por importantes sectores de la base de los partidos de la oposición de derecha.
Comienza el diálogo: ninguna medida a favor del pueblo trabajador
Esta nueva ronda negociaciones entre el gobierno de Maduro y los partidos de la oposición patronal, agrupados en la llamada Plataforma Unitaria, comienza con malos augurios para el pueblo trabajador: nada se dijo sobre la necesidad de incrementar los salarios y pensiones que devengan los trabajadores activos y jubilados; ni una palabra sobre la libertad de las trabajadoras y trabajadores presos por luchar o denunciar la corrupción; nada sobre los dirigentes políticos inhabilitados o detenidos por oponerse al gobierno, ni mucho menos sobre la eliminación de cuerpos represivos.
Uno de los primeros acuerdos en el inicio de los diálogos en México, fue la liberación de 3 mil millones de dólares de los recursos de Venezuela congelados en el sistema financiero internacional, los cuales irían a un fondo humanitario para proyectos de educación, cultura, salud, crisis eléctrica, y atención a los afectados por las recientes lluvias, que sería administrado y dirigido por la ONU.
Sin embargo, no está contemplado el control democrático obrero y popular para la ejecución de unos recursos que pertenecen al pueblo venezolano. Desde el PSL celebramos que estos recursos lleguen al país, pero no son suficientes para resolver los ingentes problemas que padece nuestro pueblo, por lo que exigimos el fin de las sanciones imperialistas, y la liberación de todos los recursos confiscados por el sistema financiero internacional.
Pero más allá de esta exigencia, decimos que no tenemos ninguna confianza en la ONU, un organismo controlado por Estados Unidos, y en el que participan gobiernos que avalaron las sanciones contra Venezuela.
Con estos 3 mil millones de dólares se puede repetir la historia de la llamada “ayuda humanitaria” que contó con el apoyo de la oficina de la ONU en Venezuela, cuyos recursos terminaron repartiéndose diversas ONG cercanas al gobierno y a la oposición patronal, sin beneficiar al pueblo trabajador.
Además, la ONU se encargará de las licitaciones para desarrollar los proyectos, los cuales muy probablemente irán a parar a manos de transnacionales y empresas privadas nacionales, que harán tremendo negocio con esos recursos pertenecientes al pueblo venezolano.
Los garantes y ejecutores de los recursos serán el gobierno y la oposición burguesa. ¿Qué confianza podemos tener en un gobierno que llevó al desastre a Pdvsa, que destruyó a las empresas básicas y los servicios públicos? ¿Cómo podemos tener alguna expectativa en los partidos de la Plataforma Unitaria, los mismos que propiciaron golpes de Estado y llevaron a la quiebra a Monómeros con su corrupción?
La licencia a Chevron y el entreguismo del gobierno
Igualmente, el mismo día de iniciarse las conversaciones en México, Estados Unidos anunció la promulgación de una licencia que autoriza a la empresa petrolera Chevron a extraer y exportar petróleo o sus derivados en Venezuela. Este crudo sería solo para su venta en Estados Unidos, así como el mantenimiento y reparación de sus instalaciones en el país. La licencia a Chevron es para pagar una deuda odiosa. Además, dicha licencia prohíbe el pago de dividendos, impuestos o regalías al gobierno de Venezuela. !Es el colmo del entreguismo¡
Al gobierno de Maduro se le cae la careta y asume abiertamente su verdadero rostro entreguista, capitalista y ajustador. Maduro y sus aliados, la burocracia sindical roja rojita, un sector de la burocracia sindical ligada a la oposición patronal, y sus partidos, trabajan para que pase el ajuste y recaiga sobre los hombros de la clase trabajadora y el pueblo pobre. Mientras que continúan entregando los recursos del país y nuestra soberanía al mejor postor. No es casual que Diosdado Cabello haya dicho que: «Nosotros hemos dicho que aquí tienen todo el petróleo que quieran, lo que tienen es que pagarlo«. Como si el petróleo fuera de él. Ese es un recurso que le pertenece al pueblo venezolano.
Sigue el ajuste y la crisis que afecta al pueblo trabajador
Por su parte el pueblo trabajador continúa sufriendo los estragos de la crisis y el brutal paquetazo de ajuste que el gobierno aplica desde el 2014, y que en el 2018 denominó Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, que fue acompañado del memorando 2792, con el cual se licuaron los salarios y pensiones, y se liquidó el derecho a la negociación colectiva.
En el marco de ese ajuste, el gobierno ha reducido drásticamente el gasto social y la inversión en infraestructura, lo que explica el desastre de los servicios públicos. A su vez, ha tratado de desacelerar la inflación a costa de mantener los salarios bajos, (en marzo el gobierno aumentó el salario mínimo después de 10 meses sin incrementos, desde entonces ya han transcurrido 9 meses más). En este contexto se explica la instrumentación del llamado instructivo de la Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), con el cual se recortaron primas y bonos contemplados en los contratos colectivos del sector público, que además integran el salario, descargando la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador.
Con el memorando 2792, además, se facilitó la bonificación de los salarios, permitiéndole a las empresas estatales y privadas obtener un enorme ahorro, pagando salarios anclados al salario mínimo oficial, y al mismo tiempo bonos en dólares mensuales pero sin ninguna incidencia en el cálculo de conceptos salariales como vacaciones, utilidades y prestaciones sociales. Generalmente, estas bonificaciones calculadas en dólares son pagadas en bolívares, y en algunas ocasiones en divisas calculadas al tipo de cambio oficial.
El pago discrecional e informal de bonos en dólares, ha permitido una mayor precariedad laboral, una intensificación de la explotación y un incremento del control sobre la fuerza de trabajo, con la creación en las empresas estatales y privadas de regímenes de evaluación laboral, que incluyen criterios como productividad, asistencia, confidencialidad y obediencia.
En ese sentido, las trabajadoras y trabajadores deben producir más y cumplir diferentes labores en la misma cantidad de tiempo de la jornada de trabajo, ir siempre al lugar de trabajo a pesar de tener justificaciones para sus faltas, evitar la realización de reclamos y críticas ante sus condiciones salariales y las instrucciones y trato de sus superiores, y no pueden organizarse con sus compañeras y compañeros de trabajo al estar obligados a mantener confidencialidad sobre el monto de sus salarios y bonos en dólares.
No tenemos ninguna expectativa en este diálogo propatronal
El Partido Socialismo y Libertad (PSL), al igual que la mayoría del pueblo trabajador, agobiado por el día a día de la brutal crisis que padecemos, no tiene expectativas en estas negociaciones que se desarrollan en México. Tanto al gobierno como a la Plataforma Unitaria, lo único que les interesa son las elecciones del 2024. Poco les importa, más allá de sus hipócritas discursos, las necesidades del pueblo trabajador.
No creemos que de este proceso de negociaciones salga nada favorable al pueblo trabajador, tal como sucedió con la primera ronda llevada a cabo el pasado año. Tanto el gobierno como la oposición patronal coinciden en aplicar un ajuste contra el pueblo. La única diferencia es que Maduro, Diosdado, los Rodríguez, quieren seguir gobernando mientras reprimen, hambrean y controlan el petróleo, y la oposición patronal quiere recuperar el poder y ser ellos quienes gobiernen y acuerden con el imperialismo.
El gobierno se sienta en la mesa de negociación para continuar entregando las riquezas del país y la soberanía a través de las leyes de Zonas Económicas Especiales y antibloqueo. Tal como ya se evidenció de los primeros acuerdos. Mediante estas leyes se pretende profundizar la apertura de la economía a las inversiones extranjeras, se establece la exención de impuesto a las transnacionales y los importadores, entre otras medidas. El gobierno avanza con la entrega de los recursos del país mientras sigue destruyendo el salario.
Por un Fondo Social y Económico de emergencia y un Plan Obrero y Popular
No es entregando el petróleo y nuestros recursos naturales como vamos a salir de la crisis. Ni acordando con los partidos patronales a espaldas del pueblo como resolveremos los problemas del pueblo del trabajador. En ese sentido desde el PSL, rechazamos estos acuerdos de cúpulas burguesas, y proponemos que esos recursos deben ir a un Fondo Social y Económico de emergencia, que sea controlado por las organizaciones sindicales, centrales obreras, consejos comunales y universidades. Este fondo debe ampliarse aplicando un impuesto especial a las grandes empresas, suspendiendo todo pago de la deuda externa, así como el gasto militar; confiscando bienes de los corruptos y eliminando los contratos de empresas mixtas.
Dicho fondo debe ser la base financiera para impulsar un Plan Obrero y Popular de emergencia alternativo al paquetazo de ajuste del gobierno que contemple salario y pensiones iguales a la canasta básica, eliminación del instructivo de la Onapre, el memorando 2792, así como un plan de obras públicas e infraestructura para recuperar todos los servicios públicos y dar empleo genuino; inversión para recuperar a Pdvsa, las empresas básicas y el sistema eléctrico, hospitales, escuelas y universidades.
Tenemos que seguir movilizándonos por nuestros reclamos. Confiar solo en nuestra propias fuerzas. Esta es la única forma de derrotar a Maduro y su paquetazo de ajuste capitalista y hambreador, en la perspectiva estratégica de luchar por un Gobierno de las Trabajadoras y Trabajadores, y el socialismo con democracia obrera y popular.
2 de diciembre de 2022