13 octubre, 2024

Dos décadas de robo del chavismo explican los salarios de hambre y la destrucción de los servicios

Por Partido Socialismo y Libertad

La semana pasada el gobierno de Maduro empezó un conjunto de detenciones por hechos de corrupción en Pdvsa y en el poder judicial, en los cuales estarían involucrados altos funcionarios estatales, muchos de ellos vinculados a Tareck El Aissami, antiguo vicepresidente de economía y ministro de petróleo. En ese marco, Maduro y otros altos funcionarios como Diosdado Cabello y Jorge Rodríguez han planteado que el gobierno desarrolla una llamada cruzada contra la corrupción.

En nuestro país todas y todos sabemos que la corrupción ha sido parte consustancial del capitalismo de Venezuela, como mecanismo de apropiación privada de la renta petrolera del Estado. Esto no es algo nuevo, y se remonta a los años del puntofijsmo adeco-copeyano. En los gobiernos chavistas ha sido muy común. Todos los venezolanos y venezolanas conocemos numerosos casos de corrupción y malversación de fondos públicos, basta recordar los negociados al principio del gobierno de Chávez con el Plan Bolívar 2000, en Fondemi, Cadivi, en la Corporación Venezolana de Minería, en Dianca; el tristemente célebre caso de la comida podrida de Pdval y Mercal. El caso de las plantas termoeléctricas, en el que también están involucrados personajes ligados a partidos de la oposición patronal. Las trabajadoras y trabajadores petroleros conocen el robo de 450 millones de dólares del fondo de ahorros de los jubilados de Pdvsa, caso en el que están involucrados Francisco Illaramendi y el hoy prófugo y mano de derecha de Chávez, Rafael Ramírez. Los numerosos casos de obras inconclusas y pagadas a Odebrecht, como los ferrocarriles. La lista es larga.

La opacidad y autoritarismo del régimen dictatorial de Maduro ha profundizado la corrupción, convirtiéndose en un mecanismo para garantizar la lealtad del aparato militar del Estado y de los jerarcas del Psuv a Maduro. Esta realidad se observa en la grotesca opulencia que exhiben los altos funcionarios del gobierno. Personajes a los que hasta ayer no se le conocían riquezas, y de la noche a la mañana compran mansiones, remodelan lujosas casas, se muestran en costosas camionetas blindadas, o son propietarios de jet y yates, mientras ostentan trajes, relojes y zapatos importados. Groseras muestras de repentina riqueza, que contrastan con las vicisitudes cotidianas de millones de trabajadoras y trabajadores y sus familias, que devengan salarios menores a $6, y deben hacer malabares para llevar la comida a sus familias, o hacer largas colas para obtener una bombona de gas, o caminar kilómetros para ir a sus trabajos y lugares de estudio porque no hay transporte, o padecer la privatización de hecho existente en los hospitales, donde no hay insumos ni medicinas.

La supuesta lucha anticorrupción del gobierno de Maduro es otra evidencia del doble discurso de un gobierno de falso socialismo, que solo sirve para purgar a altos funcionarios estatales, que tuvieron el control de ingentes recursos provenientes de las exportaciones petroleras. Esto se hace incluso con desapariciones forzosas de algunos de los investigados. Mientras tanto, el gobierno mantiene detenidos a trabajadores y trabajadoras por el hecho de denunciar casos de corrupción al interior de instituciones públicas, como el caso de los trabajadores petroleros Aryenis Torrealba y Alfredo Chirinos. Lo cierto es que la represión a la clase trabajadora hace imposible la lucha contra la corrupción.

Según información de prensa, serían al menos 3 mil millones de dólares los que se desaparecieron de Pdvsa, pero otros medios hablan de 21 mil millones de dólares, e incluso ha circulado la información de que se trataría de 38 mil millones de dólares. Este nuevo robo, uno más de una larga lista, es lo que explica el desastre de los servicios públicos y de los salarios de hambre, que sufre el pueblo venezolano. Ellos hablan de millones robados, mientras el pueblo trabajador tiene que pagar la crisis y el ajuste gubernamental, con hospitales, escuelas y universidades destruidas, con servicios cada vez más costosos, sin gas, sin gasolina, con apagones. Estas gigantescas cifras reflejan que sí ha habido plata para aumentar los salarios a los docentes y demás trabajadoras y trabajadores, y para los contratos colectivos vencidos como el de los petroleros y los maestros y maestras, pero simplemente se lo han robado.

El Partido Socialismo y Libertad rechaza la retórica gubernamental alrededor de la lucha anticorrupción, y convocamos al pueblo trabajador a organizarse y luchar en demanda de acceso a esos ingentes recursos provenientes del petróleo de todo el pueblo trabajador. Hacemos un llamado para que en las comunidades y en cada centro de trabajo, estudio y residencia, constituyamos tribunales populares para juzgar y sentenciar al gobierno por sus actos de corrupción.

En ese marco desde el PSL hemos exigido salarios y pensiones iguales a la canasta básica, entendiendo que el Estado venezolano tiene los recursos, pero se los debemos arrancar con la lucha unitaria del pueblo trabajador. No obstante, consideramos que hay que ir más lejos, luchando por un plan obrero y popular de emergencia para atender todos los graves problemas que vive el pueblo venezolano. Para financiar ese plan hay que conformar un Fondo Social y Económico cuyos recursos salgan de los bolsillos de los que más tienen: empresarios, transnacionales, los corruptos y el gobierno. Exigimos que los corruptos sean castigados con todo el peso de la ley, y sus bienes confiscados pasen a ser parte de dicho fondo, además exigimos la eliminación de las sanciones imperialistas y la repatriación de los recursos robados que se encuentran en el exterior, un impuesto progresivo a los grandes capitales nacionales y transnacionales, que nuestra industria petrolera sea 100% estatal, sin empresas mixtas ni transnacionales, y gestionada pos sus trabajadores, técnicos y profesionales, que se suspenda el pago de la deuda externa, y se eliminen los gastos suntuarios, represivos y propagandísticos, todo en la perspectiva de la lucha por un gobierno de los trabajadores y el pueblo y el verdadero socialismo, no esta farsa chavista de doble discurso y corrupción.

25 de marzo de 2023

 

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