El magisterio resistió el amedrentamiento y protestó en Plaza Caracas por salario y educación pública

Por Laclase.info

Caracas, 6 de octubre de 2020.- Ayer, en diferentes partes del país, el magisterio convocó a una jornada nacional de protestas, a partir de la presión ejercida por maestras y maestros en asambleas y redes sociales. Las manifestaciones tuvieron como motivo el día internacional del magisterio, y sus reclamos fueron por mejoras salariales y defensa de la educación pública.

En la ciudad capital, una de las protestas del magisterio fue realizada en la Plaza Caracas, porque tenía como objetivo protestar frente del ministerio del trabajo. Al llegar, las maestras y maestros se consiguieron con un acto improvisado del comando de campaña del gobierno de Nicolás Maduro, que concentraba a un pequeño grupo de funcionarios estatales simpatizantes gubernamentales y estaba rodeado de miembros de colectivos parapoliciales vestidos de negro y armados (los Cupaz).

Con un micrófono, un agitador de la actividad oficialista vociferaba “nosotros somos gente de amor y paz, pero estamos preparado para lo que sea, y le pedimos a la gente de la oposición, que desalojen de la plaza porque aquí hay un acto programado con antelación”. Las maestras y maestros respondían gritando consignas como “salario digno ya”, “y no, y no, y no me quiero ir, yo quiero un sueldo digno pa’ quedarme en mi país”, “y si nos vamos, y si nos vamos, quien va a educar a tus chamos”, entre otras.

El equipo del comando gubernamental subía el volumen del enorme equipo de sonido para silenciar los reclamos salariales de las maestras y maestros, que estaban acompañados por trabajadoras y trabajadores de otros sectores como salud y universitario, e instituciones como el Ministerio de agricultura y tierra e Ipostel.

Entonces, las líderes de las maestras y maestros decidieron marchar hasta la Vicepresidencia de la República, y el grupo de manifestantes caminaron por la Plaza Caracas, rodeados de efectivos de la policía nacional, policía de Caracas y guardia nacional.

Pero, al llegar cerca de la avenida Baralt, prefirieron permanecer en la plaza y esperaron a más compañeras y compañeros de trabajo, por recomendación de los integrantes de la articulación Rompamos El Silencio, que participaron en toda la protesta. Estos fueron miembros sindicales de Voces Antiimperialistas del sector universitario y Metro de Caracas, Sirtrasalud Distrito Capital y la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma (Ccura).

Allí, se realizó una rueda donde hubo varios discursos de dirigentes sindicales y laborales como los emitidos por Thony Navas, Presidente de Sirtrasalud Distrito Capital, y Griselda Sánchez, dirigente sindical del magisterio e integrante de la Coalición Sindical, que insistieron en los reclamos de salario igual a la canasta básica, cumplimiento de los contratos colectivos, defensa de la educación pública, denuncia del paquete antiobrero de Nicolás Maduro y en reivindicar el derecho a la protesta.

Mientras tanto seguían llegando trabajadoras y trabajadores de la educación y otros sectores laborales, con sus pancartas en las que se leía “la clase de hoy es: con hambre y miseria no hay educación”, “la clase de hoy está justificada porque en la nevera no tenemos nada” y “salario digno ya”. Pero, también, apareció un grupo de colectivos parapoliciales en motos que rondó la legítima protesta laboral, y fue alejado por orden de un oficial de la Guardia Nacional. Demostrando la evidente connivencia entre aparato represivo estatal y paraestatal.

Al observar, que el amedrentamiento represivo de efectivos estatales y paraestatales no lograba dispersar a una protesta en pleno centro de Caracas, el comando gubernamental colocó un camión con sonido cerca de la protesta, y altos burócratas estatales como Pedro Infante, Carmen Zerpa y Nahúm Fernández se acercaron para proponer un supuesto debate, mientras apretaban el cerco coactivo de efectivos armados.

Las referentes de las maestras Griselda Sánchez y Lourdes Villareal, decidieron debatir y expresar sus reclamos planteando sobre todo el cumplimiento del artículo 91 de la Constitución Nacional, que establece un salario igual a la canasta básica. Al contrario, los simpatizantes de Nicolás Maduro hablaban de las medidas de Trump y que el bloqueo evitaba realizar aumentos salariales, pero esto era contradicho por las marcas y precios de la vestimenta y calzado de los altos burócratas estatales y sus asistentes.

En pleno intercambio de posiciones, llegó una unidad de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim), con un grupo de efectivos con armas largas y la cara cubierta con pasamontañas. No obstante, ese debate impuesto con coacción, fue cerrado con las participaciones de dirigentes sindicales de SinatraUCV y Sirtasalud Distrito Capital,  Deyanira Romero y Thony Navas.

La dirigente sindical universitaria, planteó que “contextualizaran que con un salario no se puede comprar ni una sola harina pan, que tuvieran empatía con la clase trabajadora, que nosotros no estamos de acuerdo con Trump ni le pedimos nada, le estamos haciendo una exigencia salarial y contractual al gobierno”.

El dirigente sindical de salud, señaló que “es una falacia que exista una revolución aquí en Venezuela, cuando una mira alrededor la inmensa desigualdad, las tremendas situaciones de evidente corrupción, de cómo se han enriquecido un grupo de burócratas civiles y militares, porque no hay ningún talante ético y político en esta llamada revolución, que no tiene nada ver con el marxismo”.

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