¡Es tiempo ya de salir a dar la pelea por lo nuestro!
Por: Luis González
En este asunto de la política y todas sus implicaciones la verdad es que hay tres (3) polos y no dos (2) y el tercer polo lo conformamos nosotros. Nosotros los que no estamos ejerciendo cargos de poder; nosotros los que no estamos ni queremos estar en guisos ni acuerdos propios de “los poderosos”; nosotros quienes ahora resulta que tenemos que andar dependiendo de la presunta «buena voluntad» plasmada en un decreto o en la conveniente ocurrencia de alguno de los funcionarios o personeros que conforman los otros dos polos que se disputan el poder; nosotros quienes nos calamos las verdes mientras ellos se gozan las maduras; nosotros a quienes nos descuentan los impuestos de los que ellos viven; nosotros quienes con nuestro esfuerzo construimos el País para todos y el cual ellos terminan disfrutando más que nosotros porque ellos, más que administrar el País, se han convertido en los dueños del País y nos han colocado a nosotros en un plano inferior cuando en verdad su rol era administrar y no dominarnos a su antojo.
Nosotros debemos exigir, como se hacía antes, no esperar presuntos «aumentos salariales» sino exigirlos, no esperar que se condene a alguien por corrupto, sino exigirlo contundentemente, no pedir que se repatrien los capitales robados por los corruptos y las empresas de maletín sino tomar acciones contundentes para que eso se cumpla.
Hace 17 años atrás Venezuela era un hervidero de protestas de calle y justo por eso hubo un cambio de gobierno, luego ese gobierno no ha hecho otra cosa que reprimir las protestas que de manera justa se originen en contra de su gestión, el gobierno no ha hecho otra cosa que condenar a quienes llevan adelante esas protestas, no ha hecho más que condenar a luchadores sociales, generar divisiones en el seno de las luchas originarias de los diversos factores que luchan de manera digna, despedir, acosar, reprimir y encarcelar a líderes sindicales, llegando incluso al extremo de hasta desaparecer a luchadores sociales como lo es el caso de Alcedo Mora.
Por otra parte muchos líderes comunitarios, estudiantiles, obreros y dirigentes gremiales pasaron de ser dignos luchadores a ser bomberos que hoy son usados para contener las protestas a cambio de prebendas y ofrecimientos de mejoras familiares, se convirtieron en verdaderos sapos y vendieron las luchas de los diversos sectores del Pueblo.
Lo que está planteado entonces no es esperar a que el otro resuelva, lo que está planteado no es esperar a que el otro te dé. Lo que hay que hacer es retomar la dignidad y salir por nosotros mismos.
No es tiempo de confiar en ninguno de los voceros o representantes de cualquiera de los dos polos que se pelean el poder y sus guisos, nosotros tenemos que salir a dar la pelea por lo nuestro.
Son muchos los medios de participación directa que podemos activar, como por ejemplo Los Referéndums Consultivos, Abrogatorios o Revocatorios, también están las propuestas de Leyes por Iniciativa Popular. Activemos en la calle alguna de las más inmediatas que consideremos más urgentes y necesarias en relación con la defensa de nuestros derechos.
Una de ellas podría ser la propuesta de introducir a la Asamblea Nacional por iniciativa popular una Ley de Homologación de Sueldos y Salarios al Costo de la Canasta Básica.
Todos en Venezuela sabemos que hoy en día la Canasta Básica Mensual cuesta entre 8 y 10 veces más de lo que devengamos la mayoría de los venezolanos. Esta grave realidad es motivo suficiente para movilizarnos por superar dicha situación ya que hace imposible hasta la propia alimentación de nuestras familias. ¿O es que vamos a seguir calándonos que cada año sea el Presidente de manera arbitraria y unilateral quien decrete presuntos aumentos salariales y de paso fraccionados que no alcanzan ni en sueños a la Canasta Básica?
Esta es una situación gravísima que ya no puede esperar más, es una cuestión simple y llanamente vital. Es momento de ejercer el papel protagónico e ineludible que nos demanda nuestra crítica situación. No podemos ni debemos seguir dependiendo ni de mesías, ni de la buena fe de quienes sólo han demostrado desde sus cargos cupulares burócraticos que primero están ellos, segundo ellos y sus familiares y tercero ellos y sus amigotes.
Es momento ya de salir a las calles, a las plazas, a los semáforos de las avenidas, a las entradas de los centros de trabajo, con una agenda urgente para la acción y defensa de nuestros intereses, ya que somos nosotros los trabajadores de cualquier ámbito, nivel y profesión, quienes con nuestro esfuerzo, trabajo y dedicación construimos día a día la historia presente y futura de nuestro País.
¡Gobierno no es Pueblo!
¡Sólo el Pueblo Salva al Pueblo!