Foro de Diálogo Social: conciliábulo para negociar los intereses de trabajadoras y trabajadores

Por José Bodas (secretario general de la Futpv y dirigente de C-cura y el PSL)

En los primeros días del mes de febrero se realizó en Caracas el cuarto foro de Diálogo Social auspiciado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el cual participaron la Cbst, la CTV, ASI, la CGT, Fedécamaras y representantes del gobierno. En el mismo se habría acordado una metodología para establecer el salario mínimo nacional.

Después de realizado el foro, la CTV a través de su presidente Elías Torres planteó que en marzo el gobierno nacional “debería anunciar” un aumento no menor a $ 200. Torres agregó que era “impensable un salario de 1000 o 1200 dólares”.

Las declaraciones del presidente de la CTV fueron respondidas por el gris burócrata sindical de la Cbst, Carlos López. Como si fuera un vocero del gobierno, salió a desmentirlo diciendo que no es posible un aumento del salario mínimo a $ 200 por la ya consabida razón argumentada por el gobierno de Maduro: las sanciones imperialistas. Ni siquiera tuvo el decoro de esperar un pronunciamiento gubernamental. ¡Y estos personaje se hacen llamar representantes de los trabajadores! Lo que dan es pena ajena.

Pocos días después Jorge Roig, expresidente de Fedecámaras y el principal interlocutor de los empresarios ante el gobierno dijo que “los empresarios no estamos de acuerdo con ese monto”, es decir, con los $ 200 anunciados por la CTV.

Pero lo más interesante es la plena coincidencia entre los empresarios y el gobierno a la hora de argumentar por qué no están de acuerdo con el aumento salarial mencionado por el presidente de la CTV. Roig dijo que “venimos de un período de inflación y sanciones que han afectado al país”. El mismo estribillo repetido por los voceros gubernamentales y por Carlos López de la Cbst. Roig afirmó que “debemos hablar de una cifra que sea manejable porque estamos en emergencia”, y concretó diciendo que los empresarios podían llevar el salario a $ 100 o 110, y bonos en Navidad y vacaciones, sin precisar la cantidad.

Digamos las cosas con claridad. Los únicos que estamos en emergencia desde hace por lo menos una década somos los trabajadores y trabajadoras, y el conjunto del pueblo.

La realidad es que a ninguno de estos personajes les interesa la suerte de los que vivimos de un salario. La CTV rechaza llevar el salario al nivel de la canasta básica, tal como se establece en el art. 91 de la constitución. En esto tiene pleno acuerdo con el gobierno y los empresarios.

Los supuestos dirigentes sindicales de la CTV, ASI y CGT son simples gestores, que les encanta el aire acondicionado de las oficinas gubernamentales para ver que negocian. Son incapaces de llamar a asambleas en las empresas y oficinas para discutir con los trabajadores el monto del incremento salarial, mucho menos les pasa por la cabeza la posibilidad de llamar a la lucha y convocar a los trabajadores a movilizarse para exigirle al gobierno un salario que satisfaga nuestras necesidades. De los sindicaleros de la Cbst no hay mucho que decir, son unos loros que repiten lo que dice el gobierno de Maduro.

Por su parte, los patronos agrupados en Fedecámaras tienen un acuerdo con el gobierno de Maduro que queda evidenciado en la coincidencia para negarse a aumentar el salario. Los patronos sin ninguna duda, están de acuerdo con el paquetazo de ajuste brutal que el gobierno descarga sobre los hombros del pueblo trabajador. Todas las medidas tomadas por el gobierno, como el memorando 2792 y el instructivo de la Onapre, los han beneficiado. El memorando 2792 acabó con el derecho a huelga, así como con las contrataciones colectivas. Los patronos están plenamente de acuerdo con la bonificación salarial implementada por el gobierno. Es lo que la empresa privada viene haciendo desde hace años, por lo menos desde el 2018 cuando se comenzó a aplicar el Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica.

A todas estas, no hay ningún pronunciamiento oficial sobre el tema salarial y los resultados del foro de Diálogo Social. Pero estamos seguros que no anunciarán ningún aumento en marzo. El gobierno continuará con su política de incrementar solo los bonos que no tienen incidencia en los pasivos laborales, en lo cual tienen acuerdo con el empresariado.

El gobierno de Maduro aplica a las trabajadoras y trabajadores un brutal ajuste económico que tiene como objetivo frenar la inflación y mantener relativamente estable al dólar, no aumentando salarios, reduciendo el gasto en servicios públicos, educación y salud y cobrándonos impuestos como el IVA y el Impuesto a las Grandes Transacciones Financieras (IGTF), que a la postre los comerciantes terminan recargándolo a los precios. El argumento gubernamental son las sanciones imperialistas, y en esto coinciden con Fedecámaras.

Desde el Partido Socialismo y Libertad siempre hemos repudiado dichas sanciones imperialistas que sólo han afectado al pueblo trabajador, y exigimos su inmediata eliminación. Sin embargo, las sanciones no son la causa fundamental de los salarios de hambre que devengamos, ni la razón principal de la tragedia social que padece el pueblo venezolano.

El presidente de Pdvsa acaba de anunciar que Pdvsa habría exportado entre enero y febrero 27,6 millones de barriles de petróleo, lo que significaría un aumento de 7,4% respecto al mismo período del 2023, y agregó que la producción habría llegado a 900 mil barriles diarios.

Desde el mes de octubre del año pasado el gobierno se ha beneficiado de la flexibilización de las sanciones al petróleo, aplicadas por Estados Unidos, viendo incrementar sus ingresos y los negocios en el sector petrolero y gasífero con transnacionales de distintos países, incluso se ha incrementado la producción petrolera, lo que significó que el año pasado el ingreso por factura petrolera haya sido de 6.230 millones de dólares. Cantidad que hoy debe ser superior, tomando en cuenta lo exportado en los dos primeros meses del años.

Lo cierto es que el gobierno tiene hoy más recursos pero se sigue negando a aumentar el salario mínimo, mientras otorga toda clase de beneficios a las empresas petroleras, de telecomunicaciones y otros sectores. Podemos afirmar que es falso que no se aumente el salario por las sanciones imperialistas. Simplemente el gobierno opta por descargar la crisis sobre las trabajadoras y trabajadores, y el conjunto del pueblo.

Desde el PSL decimos que un aumento sustancial del salario solo se logrará con la lucha y la movilización unitaria de todo el pueblo trabajador. No será en mesas de negociación con la OIT, o con el gobierno y los empresarios. Será en las calles peleando que lo lograremos, así como un Plan Obrero y Popular de emergencia, financiado a través de un Fondo Social y Económico, cuyos recursos provengan de los grandes empresarios nacionales, banqueros y transnacionales.

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