Fuera José Aponte y Dorkys Hernández de la Inspectoría del Trabajo de Carabobo
La Clase Info 20 febrero, 2015Por: C-cura
José Aponte, coordinador de la región central de la Inspectoría; Dorkys Hernández, inspectora del trabajo en el estado y el procurador jefe, Arturo Serpone, tienen sus días contados en sus cargos y se encuentran en transición haciendo entrega de los corotos a sus sucesores en la Inspectoría Regional del Trabajo “Pipo” Arteaga en la ciudad de Valencia, Estado Carabobo.
Los últimos días de los corruptos de la inspectoría del trabajo de Carabobo
Si bien es cierto que ya estos funcionarios tenían claro desde finales del año pasado que serían relevados, en virtud de que se viene operando una reestructuración a nivel nacional en el Ministerio del Trabajo, menos cierto es que los tiempos se han acelerado para su salida, dado que a diario se cuentan por cientos las trabajadoras y los trabajadores que llegan hasta las oficinas de la Inspectoría para exigir la renuncia inmediata de estos funcionarios, a quienes identifican como vendidos a la patronal.
Y ante la inminencia de su relevo, a estos funcionarios no les ha temblado el pulso ni han escatimado esfuerzos para emitir todo tipo de providencias a finales de año y los días previos a carnaval, intentando cerrar con broche de oro su nefasta obra de atropellos en contra de los trabajadores y las trabajadoras de la región. Sentencias que afectan por igual a todos los trabajadores, independientemente de su orientación política e ideológica. Más aún, las estadísticas señalan que incluso se afecta mucho más a aquellas organizaciones donde la mayoría de los dirigentes sindicales son gobierneros y se encuentran profundamente comprometidos con las políticas anti-obreras del gobierno nacional, con lo cual se demuestra que existe una directriz política nacional emanada desde el Ministerio del Trabajo y el Gobierno Central para que sean los trabajadores, sin ningún distingo político los que paguen el costo de la crisis económica, política y social que vive la nación y que, ni la clase trabajadora ni el pueblo han sido culpables de la misma.
No por casualidad los trabajadores cuando se refieren a la Inspectoría del Trabajo, la denominan como una “Casa de Negocios al servicio de los patronos”, porque han visto que las decisiones siempre son parcializadas a favor de los empresarios del sector público y privado a cambio de prebendas y tienen un altísimo grado de compromiso con la burocracia sindical en la región. Así lo atestiguan los trabajadores de Chrysler, Filtros Wix, Vicson, Ajeven, Polar Planta Cereales, Distribuidores de productos de Pepsi-Cola, que son entre otros las más recientes víctimas de estos funcionarios.
Por este tipo de actuaciones los mencionados funcionarios se han ganado el justo odio y rechazo, en especial Dorkys Hernández, quien goza de un profundo desprecio por parte de la clase trabajadora carabobeña ya que es público y notorio su compromiso con los empresarios y sus fallos amañados que atentan contra los derechos básicos de la masa trabajadora.
Los últimos empujones para que se vayan Dorkys y demás corruptos
Este jueves 19 de febrero, a pesar de que apenas acaban de finalizar las celebraciones de carnaval en todo el país, ello no fue impedimento para que más de 300 trabajadores de la Universidad Carabobo se tomaran la entrada a la Inspectoría del Trabajo y a voz en cuello exigieran la inmediata destitución de Dorkys Hernández. Los trabajadores universitarios denunciaban que Dorkys había legitimado un sindicato paralelo en esta casa de estudios en un esfuerzo por trancar el reclamo de los trabajadores de cumplimiento al convenio laboral y la futura negociación del contrato colectivo de trabajo.
Esta actividad fue acompañada por los trabajadores de Ajeven, Chrysler, Filtros Wix que se encontraban coincidentemente en la inspectoría del trabajo reclamando celeridad a la expedición de las órdenes de reenganche de trabajadores despedidos así como el reconocimiento a la nueva junta directiva del sindicato de Ajeven que, de manera aplastante derrotó a la burocracia sindical patronal.
Es casi seguro que con estos últimos empujones de la masa laboral enardecida, el Ministerio del Trabajo tendrá que acelerar la salida de estos funcionarios entregados a la patronal, ya que la situación se hace insostenible.
Ninguna expectativa en los nuevos funcionarios
Muchos trabajadores sienten alegría ante el hecho casi consumado de la pronta salida de estos funcionarios. Sin duda alguna representa un importante triunfo de la clase trabajadora que gracias a su movilización y constante denuncia presionó a su reelvo. Movilización y denuncia que debe mantenerse, ya que no se puede depositar ninguna confianza en los próximos funcionarios que se pongan al frente de la Inspectoría Regional del Trabajo. Tampoco se puede confiar en aquellos dirigentes sindicales comprometidos con el gobierno que ahora querrán acomodarse ante los nuevos funcionarios y llamarán a los trabajadores a creer en ellos.
Desde C-cura, en forma responsable y enfática le decimos a la clase trabajadora carabobeña que no se puede extender un cheque en blanco hacia los nuevos funcionarios, ya que ellos responden a unas directrices nacionales que siguen siendo las mismas: que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo mediante la inflación, las devaluaciones, el incremento de la gasolina, la obstaculización a la actividad sindical y la negociación de contratos colectivos, las suspensiones y los despidos.
Por el contrario hay que ratificar que el camino es la unidad y solidaridad de la clase trabajadora, para que juntos derrotemos el plan de ajuste que se desarrolla en el país. Fortalezcamos el encuentro de nuestras fuerzas, ganemos la calle, derrotemos a los sindicatos burocráticos patronales y enfrentemos decididamente a los patronos del sector público y privado. Y en estas acciones construyamos la nueva generación de dirigentes y luchadores de base que rescaten la autonomía sindical, la independencia política, la democracia obrera, la solidaridad de clase y la movilización para defender y extender nuestros derechos.