Gobierno aumenta precios de café y arroz
Por: Laclase.info
Y ministro Pérez Abad, anuncia que seguirán los aumentos de precios
El pasado lunes 14 de marzo, la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos (Sundde), anunció el incremento del precio del kilo de café tostado y molido.
Ahora este costará Bs. 694,21, lo que significa un incremento astronómico de 1390%. El empaque de 50 gramos, costará Bs. 40,22.
Previamente el gobierno a través de la Sundde había anunciado el sábado el aumento del precio del arroz blanco que pasaría a costar s. 120, el tipo I, Bs. 119,11 el tipo II y Bs. 118,33 el tipo III.
Por su parte, el vicepresidente del Área Económica y ministro de Finanzas, Miguel Pérez Abad, anunció que vienen más aumentos de precios. “Estamos revisando la nueva estructura de costos de los bienes y servicios. Primero serán las estructuras más rezagadas. En todo caso estamos poniendo en marcha un nuevo sistema de precios” (Notitarde, 17 de marzo de 2016).
Esto no hace si no confirmar lo que ya advertíamos. El aumento de la gasolina trae una profundización de la espiral inflacionaria que estamos padeciendo los asalariados desde hace ya algún tiempo, con efectos devastadores en los alicaídos salarios de los trabajadores venezolanos.
Todos estos aumentos de precios se cocinan en las innumerables reuniones que se vienen produciendo entre el empresariado y el gobierno, en el marco de la Comisión Presidencial de Economía Productiva. De esta manera industriales, comerciantes, transnacionales y gobierno, se ponen de acuerdo para seguir descargando la crisis sobre los hombros de los trabajadores.
Pero no sólo aumentan los precios, lo peor de todo es que para conseguir café y arroz, y muchos otros productos básicos, es necesario hacer largas colas en los establecimientos comerciales para ver si la suerte nos brinda la oportunidad de adquirir los alimentos. A la carestía de la vida se une la dramática escasez de los bienes más elementales, convirtiendo la vida cotidiana de los venezolanos y venezolanas en una verdadera calamidad.