27 julio, 2024

La odisea de los venezolanos en las colas, tras los alimentos

0

Colas para comprar PLC

Por: Antonio Espinoza

Una odisea en camionetas del país, Venezuela en sus actos
Conversa colectiva
Mujeres jóvenes en busca de alimentos o cualquier cosa
Trabajadores opinando de sus circunstancias
Las perspectivas de los trabajadores y pobladores

Cualquier día en Venezuela, a pie o al subir a una buseta o autobús, en el Metro se comentan y se conocen muchas opiniones desconocidas por el gobierno y los dirigentes políticos en general. De los profundos y complejos problemas y procesos de vida, sobrevivencia y frustraciones que sufrimos muchos, pero muchos venezolanos y venezolanas todos los días, a solo 15 años de iniciado el siglo XXI.

Queremos mostrar un día en la vida de unos venezolanos desde las 7 am hasta llegada la noche en búsqueda de alimentos como: pollo, harina de maíz, carne de res, entre otros. Detergentes y jabones, artículos de aseo personal, pañales, incluso repuestos para autos y motos.

Unas mujeres jóvenes (de 26 años aproximadamente), tres de ellas con niños en los brazos se montan en una buseta para mirar en todo el recorrido que almacenes, tiendas, farmacias o abastos tienen colas de personas para bajarse una en cada cola y luego por medio de los teléfonos móviles se comunican entre si, se preguntan si encontraron los artículos o si necesitan que alguna de ellas se acerque para comprar más de un artículo. Ojo, no son “bachaqueras”, son amas de casas organizadas para obtener los productos de primera necesidad. Mientras iba en la camionetica, oía que entre ellas comentaban: “yo estoy hastiada y molesta con el gobierno porque siempre andan diciendo cosas para engañarnos y ganar tiempo para jodernos a los más pobres”.

Otra de las madres jóvenes decia: «como es posible que una tenga que estar yendo de un sitio a otro buscando comida y artículos cuando antes eso no era así» Nuestros hijos necesitan leche y pañales y esta rutina nos cansa y nos molesta, gastamos lo que no tenemos en pasajes y además todo está demasiado caro, cuesta un ojo de la cara, hay abuso por parte de los dueños y el gobierno lo permite, aceptan que aumenten sin decir nada, están de acuerdo ellos y el gobierno».

En medio de la conversación a gritos, algunos hombres se incorporan y dicen: «dígame nosotros, somos trabajadores, de Epa, el trabaja en el Centro Comercial Metrópolis, y ya nos boatron del trabajo. Para nosotros las cosas no son distintas, vivimos junto a nuestras familias los mismos tormentos y angustias de soportar estas condiciones. Al parecer, para el gobierno, no solo es suficiente que seamos pobres y asalariados, además de vernos pasar más de 5 horas diarias a buscar comida y todo tipo de artículos para la casa, los tipos (el gobierno y el PSUV) se ponen de acuerdo con los empresarios para jodernos la vida, que vaina!!!. Los trabajadores estamos cansados de tanta porquería!! Tenemos que cambiar esta situación».

Tanto las amas de casa como los trabajadores venezolanos coinciden en repudiar al gobierno a diario, esto ocurre en cualquier municipio o ciudad del país. A cada rato, incluso podemos especular y decir que cada 2 minutos en una cola o buseta hay debates y opiniones diversas sobre la incapacidad el gobierno por resolver los problemas que nos aquejan, y ellos no son capaces de atender las necesidades del pueblo.

Algunos de los usuarios de la buseta comparten que “somos nosotros mismos los que debemos asumir acciones de organización, lucha y aspiración de poder para que seamos los trabajadores, amas de casa y dirigentes sociales quienes asumamos nuestro destino».

En cada ciudad, parroquia, empresa, zona industrial y universidades del país, nos encontramos muchos venezolanos con capacidades intelectuales, formación profesional, talento e ingenio para dirigir nuestros destinos. Ser independientes, autónomos, libres y productivos significa que debemos proponernos a la unidad de los iguales y la organización de todos los distintos para tomar las riendas del país y forjar una nueva esperanza.

A estas conclusiones llegaron las amas de casa, los trabajadores y dirigentes populares que convivieron un día en la buseta en búsqueda de alimentos, luchando por sus puestos de trabajo y aspirando a una vida digna y humana.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *