La Vicepresidenta, España y el oro

Por Prensa PSL
23 de octubre de 2024. (Foto: Pedro Sánchez saludando a Delcy Rodríguez). El pasado 12 de octubre altos jerarcas del gobierno marchaban por las calles de Caracas, mostrándose como supuestos exponentes del rechazo al “colonialismo español” y a favor de la resistencia indígena. Lo cual no fue obstáculo para que el gobierno de Maduro estableciera un millonario acuerdo con la petrolera española Repsol y la italiana ENI para explotar y exportar gas a Europa, y un mes antes la vicepresidenta Delcy Rodríguez se reuniera con representantes de la transnacional española para discutir “planes de cooperación energética”. Así de peculiar es el “antiimperialismo” del gobierno venezolano.
Pero eso es otro tema. Coincidiendo con la marcha en Caracas, saltó a la luz pública en el Estado español el viaje que en el 2020 habría realizado la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez a ese país, a pesar de que pesaba sobre ella un veto de la Unión Europea.
En este momento está en el tapete en la península ibérica una trama de corrupción conocida como el “caso Koldo” que involucra a varios empresarios españoles y a José Luis Ábalos, quien era ministro de Transporte en el gobierno de Pedro Sánchez, y su mano derecha el asesor Koldo García.
El pasado 21 de febrero se destapó una olla podrida de corrupción en España cuando fueron detenidos el mismo Koldo García y el empresario Víctor de Aldama, entre otros. Todos involucrados en el cobro de millonarias comisiones ilegales para la compra de mascarillas, mientras miles de personas morían de Covid19 en el marco de la pandemia que azotó al mundo.
En el marco de las investigaciones que se llevaban a cabo en España por este caso de corrupción, se volvió a poner en el tapete el famoso viaje de la vicepresidenta venezolana, aludiéndose a 12 maletas donde supuestamente Delcy Rodríguez llevaba un cargamento de 104 lingotes de oro. Esta trama se evidenciaría de un contrato de compra-venta del 27 de diciembre de 2019, en el que Fonden oferta los lingotes a la empresa Banacasa S.A., para ser transados antes del 6 de enero del 2020. El cargamento en oro saldría desde Moscú, el 1 de enero de ese año, pasando por Zambia y aterrizaría en Caracas el 3 de enero; ya que Venezuela trata la transformación del oro en lingotes con los gobiernos de Rusia y Turquía.
La carga se habría declarado como correspondiente a 4.000 kilos de suministros sanitarios, aprovechando la pandemia. Fue en ese marco que la Vicepresidenta Rodríguez, habría viajado a España el 20 de enero de 2020, siendo recibida por Aldama, Koldo Garcia y el ministro de Transporte, Jose Luis Ábalos, quienes contaban con la autorización del presidente de España Pedro Sanchez, para su entrevista con la Vicepresidenta. Posteriormente, se conocería que las 104 barras de oro, serían vendidas por un valor de 68.498.254,11 millones de dólares americanos, equivalentes a 62,6 millones de euros.
Parece que a A través de su contacto con Rodríguez, Aldama pretendía interceder por Globalia, un gran consorcio turístico español, al que para ese momento el gobierno venezolano le adeudaba 200 millones de euro, por cierto, aún la policía española sigue investigando si estas operaciones constituyen delitos de tráfico de influencias, blanqueo de capitales o corrupción transnacional.
Este no es si no un caso más de los distintos negociados turbios que se han desarrollado en el país en estos 25 años de chavismo en el poder. Continuación de la tradición corrupta del puntofijsmo. Basta recordar algunos de ellos: el desfalco de Pdvsa por Rafael Ramírez, los casos de corrupción en el Plan Bolívar 2000 y en el Fondo Social, las valijas de Antonini Wilson, el tristemente célebre caso Pudreval, y más recientemente los 23 mil millones de dólares robados por Tarek El Aissami y sus secuaces. Todo lo cual sirve para explicar en gran medida el desastre de los servicio públicos.
Mientras las investigaciones continúan en el Estado español, en nuestro país siguen las calamidades para el pueblo trabajador, con constantes apagones de luz, con fugas y explosiones de las bombonas de gas, un sistema de salud en creciente deterioro, que se mantiene gracias a la voluntad de sus trabajadores en darle al pueblo la mejor atención posible, en un marco de destrucción de los hospitales, que ha conllevado una creciente privatización de los servicios de salud. La educación en todos sus niveles está en crisis, por los salarios de hambre. Y todos los trabajadores afectados por el gobierno y Fedecámaras, por el plan económico del gobierno concertado con los patronos.
Lamentablemente tanto el gobierno venezolano, del supuesto “socialismo del siglo XXI”, y el español, encabezado por un partido que se denomina socialista, simplemente reproducen la corrupción entre empresarios y funcionarios públicos, típica del anhelo por la riqueza fácil y el consumismo que promueven el capitalismo. Ni uno ni otro tienen nada que ver con el socialismo, y ambos siguen reproduciendo el sistema capitalista, enlodando con sus prácticas malsanas las ideas de izquierda y el verdadero socialismo.
Este escándalo pone en el tapete, una vez más, la corrupción del falso socialismo chavista, y nos plantea la necesidad de la unidad de los trabajadores y el pueblo para luchar contra este gobierno y su plan de ajuste capitalista, Movilizándonos por nuestras reivindicaciones y por un Plan Obrero y Popular de emergencia que le de respuesta a los graves problemas que padecemos.