Luchar contra la pandemia pasa por igualar el salario al costo de la canasta básica

Por Partido Socialismo y Libertad/Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma

¡Todos los recursos económicos deben ser para enfrentar la pandemia!

¡Que la crisis la paguen el gobierno, los empresarios y las transnacionales. No los trabajadores y trabajadoras!

El Covid-19 no llegó a Venezuela en medio de una noche de cielo sereno. Por el contrario, el primer caso oficialmente reportado en el país, tuvo como trasfondo la más pavorosa crisis social conocida por los venezolanos y venezolanas en las últimas décadas.

Todos esperábamos con preocupación la presencia del virus en el país. Deseando que no sucediera, a sabiendas de la terrible situación que vivimos.

Desde hace años Venezuela ha visto destruidos sus servicios públicos. Muchos trabajadores y trabajadoras que debemos asistir a los hospitales y centros de salud estatales, sabemos el estado deplorable en el que se encuentran. Muchos de ellos sin agua; sin medicinas ni insumos básicos; con ambulancias sin gasolina que parecen chatarras; con menos médicos y enfermeras, obligados a renunciar o irse del país ante los salarios de hambre que se devengan en el sector.

A los efectos devastadores de la pandemia en una economía ya de por sí en ruinas, deben agregarse todos los males que ya veníamos padeciendo, agravados por las criminales sanciones impuestas por el imperialismo norteamericano, que sólo afectan al pueblo trabajador. La paralización de la economía producto del necesario distanciamiento social y suspensión de muchas actividades productivas y de servicios profundizan la crisis ya existente.

Es decir que las condiciones concretas en las que los venezolanos y venezolanas debemos enfrentar esta pandemia son las peores que se podrían imaginar.

Si algo caracteriza la situación de las trabajadoras y trabajadores venezolanos es el empobrecimiento progresivo a lo largo de los últimos años, producto de la destrucción de sus ingresos, de sus salarios. Simultáneamente con esto, hemos visto como el gobierno ha liquidado el concepto de negociación colectiva de trabajo, no discutiendo los contratos colectivos, violando sus cláusulas e imponiendo el salario de manera unilateral. Esto se profundizó con la implementación del leonino memorando 2792, y en el caso del sector petrolero, con el llamado Factor de Equilibrio 9030.

En este marco es que hemos dicho que en Venezuela la lucha contra la pandemia pasa necesariamente por recuperar el nivel de vida de los trabajadores, trabajadoras y sus familias. Elevando sus salarios e igualándolo a la canasta básica. Durante el año 2018 y 2019, miles de trabajadores y trabajadoras se movilizaron en exigencia de un aumento sustancial del salario. Exigiendo que se cumpliera con el art. 91 de la constitución. Los trabajadores del sector salud y los maestros y maestras fueron vanguardia en esta lucha.

En Venezuela llegamos a una situación extrema donde millones de trabajadores y sectores populares no tienen suficientes ingresos para alimentarse. Muchos pasan hambre o están subalimentados. En febrero la canasta básica estaba por encima de 24 millones de bolívares, hoy, sin duda, debe ser mucho mayor.

Sin salarios que nos permitan cubrir nuestras necesidades alimenticias es imposible cumplir estrictamente con la cuarentena como mecanismo necesario para reducir las posibilidades de contagio del Covid-19. Cuarentena con hambre no funciona.

Ya algunos sectores se han visto obligados a movilizarse para exigir comida. Fue el caso de los indígenas wayúu que salieron a protestar hace unos días en la Guajira, y a los cuales el gobierno reprimió brutalmente.

De allí que el PSL y su corriente C-cura planteemos la necesidad de impulsar un Plan de Emergencia ante la pandemia. Llamamos a todos los sectores sindicales, organizaciones populares, juveniles y a la izquierda a unificar criterios para dar la pelea por ese plan que parta de exigir un salario igual a la canasta básica. No basta con el Clap y los bonos miserables que otorga el gobierno, como el que recientemente se otorgó a los docentes. ¡Una verdadera burla!

En ese sentido decimos que el gobierno debe orientar todos los recursos económicos a enfrentar la crisis generada por la pandemia. No se puede seguir pagando la deuda externa. Debe suspenderse el gasto en armas y otros pertrechos, así como los costosos ejercicios militares. Hay que confiscar bienes de los corruptos de Pdvsa e importadores fraudulentos, así como cancelar los contratos de empresas mixtas con las transnacionales; asimismo, pechar a los empresarios, banqueros y transnacionales con un impuesto especial para atender la pandemia.

El gobierno debe impulsar un plan de importación masiva de alimentos y medicinas; se debe dotar a todos los hospitales de los insumos necesarios, no sólo a los 46 centinelas. Garantizar agua potable, respiradores artificiales, camas hospitalarias, bienes de higiene y limpieza, material sanitario básico como mascarillas, guantes, algodón, jabón, alcohol, gel antibacterial y batas para los médicos, enfermeras y demás personal sanitario. Adquirir pruebas para despistaje del virus, y aplicación masiva de las mismas y rehabilitar las unidades de cuidado intensivo.

 

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