«No son 5 días de vacaciones, son 10 años de recortes»… y podemos revertirlas ahora, si la lucha continúa!!
Por Lucha Internacionalista (sección de la UIT-CI, Estado español)
Hacía muchos años que los trabajadores de la educación pública de Catalunya no irrumpían en las calles con la fuerza con que lo han hecho durante las jornadas de huelga del 15, 16 y 17 de marzo. En pocos días, la impotencia y la resignación se han transformado en protesta y lucha. Después de 10 años de recortes persistentes y pérdida creciente de democracia en los centros, y después de los 2 últimos años afrontando la Covid sin los recursos necesarios y con unos protocolos que han generado más desconcierto y trabajo añadido que otra cosa, los y las trabajadoras de la educación han dicho basta. Lo han hecho después de los anuncios del Consejero Cambray de los cambios, sin tiempo para llevarlos a cabo en condiciones, del currículo, y de un adelanto de inicio de curso que, además de impuesto, genera muchas incertidumbres organizativas.
Pero como dice el lema que impulsó inicialmente la CGT y han hecho suyo el resto de sindicatos y el conjunto del movimiento: «no son 5 días de vacaciones, son 10 años de recortes». Por mucho que el Departamento de Educación, con la colaboración de la mayoría de medios de comunicación, haya querido poner el foco en la cuestión del calendario, éste ha sido sólo el detonante, la gota que ha colmado el vaso. Una de las cuestiones más importantes de cara a los próximos días de huelga será seguir incrementando el apoyo de familias, AFFAC y del conjunto de la sociedad en ese mismo sentido: que esta lucha va a revertir los recortes y la privatización en la educación pública que han venido imponiendo los últimos gobiernos.
El anuncio de 5 días de huelga por parte de todos los sindicatos con representación en la educación pública levantó dudas inicialmente entre parte del personal educativo por no haber sido debatido previamente en asambleas. Pero justamente esta contundente convocatoria ha resultado un revulsivo y ha generado una participación en las asambleas y una implicación del profesorado que no se veía en una década y que ha tenido como consecuencia la enorme fuerza mostrada en estas primeras jornadas, que ya han provocado movimientos por parte del Departamento.
La respuesta del consejero Cambray a la enorme huelga y movilización del primer día fue aplicar un incremento salarial a las direcciones «con evaluación positiva» para intentar volver a ponerlas de su lado, tras constatar cómo muchas de ellas están protestando y movilizándose con sus compañeras de centro. Posteriormente, ha habido un goteo de medidas, menores y maquilladas, que supondrían una leve mejoría en relación con la situación actual, pero que están todavía muy lejos del conjunto de la plataforma reivindicativa y que no incluyen ninguna de las medidas esenciales como son el retorno al horario lectivo semanal anterior a los recortes (18 horas en secundaria y 23 en primaria) o la reducción real y generalizada de los ratios (no sólo de los grupos de EI3) que deberían suponer, en ambos casos, un incremento significativo de las plantillas. Pero al mismo tiempo, y al día siguiente de la huelga por la lengua del 23M, en lugar de blindar realmente el catalán en la escuela, ERC anunciaba un acuerdo que supone un ataque a la inmersión lingüística aún más grave que la misma sentencia del 25%, ya que incluye el uso del castellano en el resto de áreas sin definir su porcentaje.
La fuerza demostrada en los primeros 3 días de huelga evidencia que hay que ir a por todas: difícilmente ERC, partido del gobierno y del Conseller, podrá asumir mucho más tiempo el desgaste político que le supone este pulso. Ni puede mantener mucho más tiempo a un provocador, que ha generado un consenso sin precedentes en su contra, como Cambray, ni puede seguir manteniendo la falta de financiación que sufre la escuela pública (un 3% del PIB cuando la propia LEC dice que ha de ser un 6%), si la lucha sigue con la misma o con mayor fuerza todavía. Y conseguirlo es posible.
Además del apoyo de las familias, es esencial la participación de los y las estudiantes en las próximas huelgas, como parece que así será. Asimismo, hay que tener bien presente y ser fieles a las demandas concretas del personal interino que ha protagonizado recientemente la lucha más relevante de los últimos años exigiendo un concurso de méritos basado en el tiempo trabajado en lugar del actual modelo de oposiciones.
Otra de las cuestiones más importantes a mejorar en la continuidad es incorporar a la lucha al conjunto de personal no docente que trabaja en los centros educativos: personal de apoyo (TEEIs, TIS, veladoras, etc), PAS y compañeras del ocio, que sufren situaciones realmente precarias a manos de empresas privadas ante las que debe exigirse su internalización. De la misma forma, habría que recordar y añadir a personal de guarderías y compañeras de Universidades, también en situaciones muy precarias, como las doctorandas. Es muy importante no dejar a ningún compañero/a atrás y levantar también todas las reivindicaciones de los diversos colectivos de la educación, por solidaridad de clase, pero también para tener más fuerza para ganar.
Y posiblemente, el elemento más importante de cara a la continuidad más allá de las jornadas de huelga del 29 y 30 de marzo, será traspasar el poder de decisión de hasta cuándo y de cómo debe seguir la lucha en las asambleas de trabajadoras de los centros educativos. Los sindicatos convocantes a las 5 huelgas han reiterado que es fundamental la unidad. Pues bien, la mejor unidad posible, y que no excluye la participación de los sindicatos, es aquella que incluye en el debate y toma de decisiones al máximo número posible de las trabajadoras que tendrán que participar de las movilizaciones que se deriven. En un momento como el actual, cabe recordar la huelga indefinida de Ses Illes y cuáles fueron los elementos que le permitiron tumbar el Decreto de Trilingüismo (TIL), gran parte de la desinversión que sufrían, y al mismo gobierno del PP de Bauzà: asambleas de trabajadoras con gran participación, una coordinadora de estas asambleas, empuje para sacar adelante una huelga indefinida y la capacidad de conseguir un enorme apoyo social.
Ojalá, esta huelga en la educación pública sea la chispa que encienda la del conjunto de los servicios públicos por los recursos necesarios y contra la privatización que sufren. ¡Es necesario un paso adelante de la Mesa Sindical de Catalunya para aglutinar las luchas y las necesidades vitales de la gente trabajadora y ¡coordinar un plan de movilizaciones que avance hacia la huelga general! Por último, se hace cada vez más evidente que es necesario construir una alternativa política desde la izquierda, que no haga de muleta de ningún gobierno que esté al servicio de los intereses de la burguesía, sino que defienda de forma independiente y nítida los intereses de los y de las trabajadoras.
Si seguimos, extendemos y democratizamos más esta lucha: ¡la ganaremos!!