Situación y perspectivas de las luchas de los trabajadores carabobeños

Despidos Carabobo El Universal

Por: PSL/C-cura

La situación de la clase trabajadora carabobeña y el estado de sus luchas en defensa del poder aquisitivo de sus salarios, por empleo digno y promoviendo la autonomía sindical ameritan un debate. Los activistas del Partido Socialismo y Libertad, aportamos a la dirigencia sindical y los trabajadores de la región nuestras opiniones con la esperanza que contribuyan a desarrollar tan importante discusión.

Profundicemos la resistencia, movilizándonos en forma independiente del Gobierno, la MUD y la burocracia sindical

Recientemente ha salido la noticia en varios medios de que en Carabobo han comenzado a darse una serie de reenganches y en el ambiente ha rodado la matriz de que esos trabajadores ya han regresado a sus puestos de labores. La realidad es que ni se han dado todos los reenganches que los trabajadores en lucha esperan, ni los patronos se han dignado a acatar todos los que se han emitido desde las Inspectorías.

Uno de los tantos casos emblemáticos es el de Ajeven BIG COLA donde, después de casi 11 meses de resistencia y lucha continua de los padres y madres de familia que quedaron en la calle, un Juez dictamina una orden cautelar en contra de los despidos, acto seguido la empresa introduce un amparo en contra de 54 reenganches y, sin más, los botados siguen en la incertidumbre. En Proagro-Protinal 97 trabajadores tercerizados, fueron botados y sacados a la fuerza con el uso de la policía de Carabobo bajo el mando de Carlos Alcántara, director general de mencionado órgano represivo, la cual actuó como guardia personal de los patronos entrando como perros de presa y asechando a estos trabajadores con toda impunidad bajo la complicidad del sindicato. Debido a la movilización y combatividad de este grupo de trabajadores se logró que la Inspectoría “Pipo” Arteaga emitiera las órdenes de reenganche, las cuales fueron rechazadas por la empresa. A esto se suma el que se siga dilatando la emisión de los reenganches forzosos.

Desde Partido Socialismo y Libertad (PSL) y la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura) les decimos a los trabajadores que estas maniobras patronales y dilaciones en los procedimientos de las Inspectorías no son casuales. Es cuestión de atar cabos.

En el papel existe la inamovilidad laboral, refrendada tanto por la LOTTT como la rúbrica que anualmente realiza el presidente de la República y garantizada por los fueros sindicales y especiales. Sin embargo en las Inspectorías del Trabajo reposan más de 7.000 órdenes de despidos para empresas como Vicson, Filtros Wix, Ajeven, Gama, Chrysler, General Motors, Pirelli, Firestone, Cereales Polar, Venlogística, Manufacturas Aluminio, Induplas, Unilever, Paveca, Vocem-Cantv, Bolipuertos, Corpoelec, Coca Cola, Alcave, Pepsi Cola, Alcaldía de Valencia, Canteras Cura, Avícola La Guásima, Proagro-Protinal, entre otras, en las que se han despedido dirigentes sindicales luchadores, padres y madres de niños menores de 2 años, niños especiales, trabajadores con limitaciones y enfermedades ocupacionales.

Y aun cuando no se crea, han sido solicitudes de despidos aceptadas con todo servilismo por parte de las Inspectorías. Ante las movilizaciones y concentraciones autónomas de los despedidos que han venido ocurriendo desde el año pasado, el pasado 14 de mayo del 2015 desde el Ministerio del Trabajo emanó una orden de reenganche para unos 3000 trabajadores y a la fecha no se ha cumplido ni el 20% de esa cifra.

Esa es la cruda verdad.Por eso decimos que estas instancias controladas directamente por el Ministerio del Trabajo, muy lejos de estar al servicio de la clase trabajadora han degenerado en casas de negocios donde ha tenido asidero las mafias patronales y sindicales. Y es que la desidia, los malos tratos hacia cualquiera que sea atendido en taquilla, el retraso y el extravío de expedientes de afectados por los despidos o agredidos por la arbitrariedad patronal son una muestra de una política que emana de las altas esferas del poder controlado por un conglomerado de partidos burgueses como el PSUV y el Gran Polo Patriótico que nada tienen que ver con obrerismo, ni socialismo.

El problema de los despidos masivos, las violaciones flagrantes e impunes de los contratos colectivos por parte de los dueños de empresa que se sienten guapos y apoyados, las suspensiones periódicas aprobadas en Inspectoría como las de Planta Cereales POLAR o Superenvases POLAR donde los trabajadores corren el riesgo de perder sus puestos de trabajo por el cierre de líneas de producción o plantas, son una muestra de una arremetida que ocurre bajo la sombra cómplice del Estado.

La institucionalidad actual está al servicio de los patronos porque este gobierno no es de los trabajadores

La podredumbre que emana de los guisos cocinados en las Inspectorías dio una muestra más cuando hace pocos días el Ministerio Público emitió la privativa de libertad de dos funcionarios de la Inspectoría de Aragua por corrupción y extorsión. Algún negocio que salió mal.

En las Inspectorías de Carabobo, aunque a ningún corrupto le han puesto los ganchos, los trabajadores han tenido que lidiar con todo tipo de vejaciones más allá de la corrupción que involucre directamente dinero. Se ha convertido en algo muy común ver cosas como que la discusión de contrato colectivo de Aerocav se realizara en las instalaciones de la 41 Brigada Blindada donde un militar interviene en un derecho civil como es la libertad sindical sin que los nefastos dirigentes sindicales abrieran la boca, lo cual ha degenerado en que en muchas instancias civiles como las Inspectorías se encuentren militares inmiscuyéndose en asuntos sindicales haciendo las veces de inspectores. Esto es el nefasto legado de la “unión cívico-militar” que solo ha servido para someter a la clase trabajadora a los caprichos patronales.

Pero el asunto central es que estos burócratas enquistados en las instituciones Ministeriales, sean civiles o militares, de manera consciente o no, están trabajando para el bando de los explotadores dueños de fábrica. Por la Inspectoría “Pipo” Arteaga han desfilado todo tipo de canalla, desde José Aponte, individuo repudiado e involucrado en la traición contra los trabajadores de Aerocav (entre otros), o como Dorkys Hernández recientemente removida de su cargo de Inspectora debido al rechazo de los trabajadores despedidos en lucha y no como han querido hacer ver como una medida de intervención del gobierno central.

Alguno podría argumentar que se trata de unas “manzanas podridas” que hay que sacar y listo, pero es que Inspectores vienen y otros van, el gobierno los mueve de un lado a otro y los trabajadores de Ajeven, Filtros WIX, Chrysler, Vicson, Manufacturas Aluminio, Protinal,…llevan meses y hasta años resistiendo para que se les haga justicia. Las intervenciones de las Inspectorías planteadas por el Ministerio del Trabajo son una farsa que reflejan una reacción clara del gobierno de Maduro, el PSUV y el Gran Polo Patriótico ante una catástrofe político-electoral que se les viene encima este 6D. Podrían apresar a medio mundo dentro de las Inspectorías o montar “shows” pero aun así no se arreglaría el desastre anti-obrero, pues detrás de todo hay un gran problema de la orientación política del gobierno y los partidos del Gran Polo Patriótico.

Los diputados del PSUV y del PCV que han desfilado recientemente por las Inspectorías y que dicen “apoyar” a los trabajadores, pero que nunca estuvieron desde el principio junto a los trabajadores de Ajeven, Chrysler, Filtros WIX,… movilizándose en la calle contra los despidos, pertenecen a los partidos de gobierno desde donde están emanando las medidas de restricción contra los profesores universitarios y maestros para que a estos se les pague un salario digno, son los mismos que apoyan la nueva versión del “Plan Unión” de la cuarta república ahora llamadas OLPs, los mismos que permiten que se viole la inamovilidad laboral, los mismos que apoyan los bombardeos contra el pueblo Sirio a manos del genocida Basshar Al Assad.

Estos mismos burócratas del Gran Polo Patriótico que ostentan el cargo de diputados y candidatos son los que se aprovecharon de los despedidos y los pusieron a hacer campaña para las primarias del PSUV con la efímera promesa de resolver los reenganches y ahora para las elecciones a la AN, pertenecen a los mismos partidos a los que pertenecen los sindicaleros de Chrysler, Ajeven, Filtros Wix, Proagro-Protinal, cómplices de los patronos en el despido de centenares de trabajadores.

El gobierno y el Gran Polo Patriótico, en cooperación con los explotadores capitalistas rojo-rojitos y de la MUD han ensayado muchas artimañas para justificar la crisis y que esta sea echada sobre el pueblo trabajador. Desde supuestos atentados, paramilitarismo hasta una “guerra económica”, todo para justificar que los trabajadores no tengamos contratos colectivos dignos y tengamos que soportar despidos como si el pueblo hubiese sido el culpable del barranco económico por el cual rueda Venezuela.

La “guerra económica” existe, pero es en contra de la gente de este país que día a día tiene que sufrir las colas, el desabastecimiento, salarios de hambre, la falta de trabajo, la inseguridad. La “guerra económica” es la de los de “arriba” contra los de “abajo”. Eso se llama explotación y opresión de un gobierno dirigido por un partido burgués como el PSUV con el apoyo de los capitalistas nucleados en la MUD, los cuales son caimanes del mismo charco con las mismas pretensiones de aumentar el precio de la gasolina, seguir entregando la faja petrolera a las transnacionales Rusas y Chinas y pagar la deuda externa a costillas del pueblo Venezolano. La manera inmediata mediante la cual el gobierno y los patronos les están pasando su factura a los trabajadores es con la vieja fórmula capitalista de someternos a salarios de hambre sin importar si se tratan de empresas estatales o privadas y de la mano de esto va la arremetida y la criminalización contra todo aquel que salga a la calle levantando consignas de aumento salarial.

El gobierno y sus secuaces instalados en sindicatos y federaciones acólitas se han dado a la tarea sistemática de negar un salario digno para los docentes del país, pero en cambio no ocultan la desfachatez al comprar aviones Sukhoi por más de 450 millones de dólares, monto que resolvería la deuda del sector educación. Los patronos en fiel concordancia, chillan para no respetar las justas demandas sindicales por contratos colectivos que a duras penas permitirían que los trabajadores llevasen el sustento a sus hogares. En la Avícola la Guásima los dueños se quejan de que están perdiendo cada vez que alguien plantea aumento salarial, pero la realidad es que estos chupasangre usan la doble facturación en un país donde el pollo se ha cotizado tanto que a donde quiera que llegue “no toca el piso”.

A los trabajadores les decimos que la clase obrera no es culpable de la crisis y no tiene por qué pagar una crisis que no ha generado. La consignas de aumento de salario, escala móvil de salario y el cuestionamiento al aparato institucional del estado que conspira contra la clase trabajadora, están más vigentes que nunca.

Cuando afirmamos que las instituciones actuales están al servicio de los patronos, no solo decimos que ciertos y nefastos funcionarios ocupan tal o cual puesto en el Ministerio del Trabajo. Se trata de que los burgueses que han gobernado este país se han dado a la tarea de ir minando la senda de lucha de la clase trabajadora arrebatando conquistas históricas. Con la Ley Orgánica de Seguridad y Soberanía Agroalimentaria han pretendido arrodillar a todo trabajador que quiera levantar las banderas de la huelga como método de lucha propio de la clase. Más allá de esta ley, el Gran Polo Patriótico a cargado ideológicamente criminalizando las huelgas y paros por salario intentando meterle en la cabeza de los trabajadores como que se trata de algo “malo”, a la vez que han empujado a los obreros dirigidos por ellos a repetir como máquinas que el país necesita “producir”, cuando en realidad lo que estos partidos burgueses plantean es “déjate explotar sin importar cual sea el salario”.

Las leyes o las reglas de juego han venido siendo controladas y amoldadas a los deseos de la clase explotadora que pretende disminuir el poder de los trabajadores. El CNE se inmiscuye en la autonomía sindical al limitar la libertad democrática dándole ventaja a los burócratas sindicales y por ende a los patronos como en el caso de las elecciones sindicales de Ajeven en la que aun cuando la opción clasista ganó con casi 300 votos contra 8 de la burocracia patronal, el órgano electoral decidió que debían repetirse las elecciones. El concepto de “control obrero” se ha convertido en “obrero controlado”, como dijera un camarada de lucha, pues con los consejos de trabajadores en el contexto del régimen actual, ha quedado muy lejos la conquista de la democracia obrera y a los trabajadores le han arrebatado la organización sindical y peor aún le plantan un militar en la empresa.

El uso de la “fuerza pública” en los reenganches forzosos es una maniobra para obstaculizar que los trabajadores, de manera autónoma y decidida se concentren en los portones en defensa de sus camaradas despedidos. Imagínese que dirán los trabajadores de Protinal despedidos y agredidos por la Policía de Carabobo que estos mismos esbirros vayan como “fuerza pública” en la acción de reenganche. Por ello les decimos a todos los trabajadores que nadie puede venir a usurpar y manipular nuestra fuerza obrera encarnada en nuestras asambleas de base y nuestras concentraciones en los portones en defensa de nuestros camaradas despedidos.Que al mando de las instituciones del Estado estén representantes de la política de medidas económicas que atentan contra pueblo en favor de los banqueros, las transnacionales y los capitalistas boliburgueses y de la MUD, es una prueba de que este país jamás ha sido gobernado por la clase trabajadora.

Los burócratas sindicales y el Gran Polo Patriótico son enemigos de la clase obrera: es necesario refundar el movimiento sindical

Los burócratas sindicales y del Gran Polo Patriótico son enemigos de la clase obrera: es necesario refundar el movimiento sindicalLos despidos masivos han servido para que los dueños de fábrica agudicen la explotación por un lado, mientras que por otro han servido para que los sindicatos y patronos realicen razzias contra los trabajadores que se oponen, que denuncian irregularidades y confrontan las arbitrariedades. Como en el caso de nuestro camarada Bladimir Carbajal de nuestra corriente C-cura de Petrocedeño echado por luchar en defensa de las reivindicaciones obreras, así mismo ha sido la amarga experiencia de los compañeros despedidos de Chrysler de Venezuela, Ajeven BIG COLA, Filtros WIX, Avícola la Guásima, Vicson, Proagro-Protinal, etc.

Cada vez es más claro que la burocracia sindical juega el rol de apéndice de sus amos los patronos al no solo ser cómplices directos de los despidos cuando se sientan con los representantes de empresa para pactar las listas de botados, sino que le hacen el mandado a los capitalistas en el asalto al valor agregado generado por el sudor obrero cuando los sindicaleros plantean, como en el caso de Chrysler la venta de vehículos en dólares para obtener divisas. Esas divisas terminarían en las garras de las transnacionales y obviamente ningún trabajador podría adquirir un vehículo nuevo.

Cuando estos sindicaleros hablan de reimpulsar la industria, es obvio que apuntan a que la industria siga en manos de los patronos y que la explotación se profundice. Los que plantean estas acciones a la medida y deseos del capital son los mismos rojo-rojitos PSUVecos que botaron a 76 trabajadores hace casi 1 año comprando a medio mundo con los cupos de carros para imponer un Laudo Arbitral no homologado ni con número de gaceta, pero de igual manera aceptado por la Inspectoría “Pipo” Arteaga, nido de corrupción.

Los trabajadores despedidos han sido víctimas de un laboratorio montado entre patronos, bufetes de abogados, Inspectorías y dirigentes sindicales que simpatizan con el gobernador Ameliach quien pertenece al PSUV y quien ha mantenido un silencio sospechoso ante la botazón. Sin embargo el secretario de Economía Productiva del Gobierno Bolivariano del Estado Carabobo, Hector Breña militante del Gran Polo Patriótico, ha realizado una visita a la Inspectoría “Pipo” Arteaga que ha despertado mucha preocupación en los trabajadores despedidos pues ellos saben que no ha de ser para nada bueno.

Los despedidos no pueden seguir creyendo en cuentos de camino de los diputados de visita. Ya los han utilizado para la campaña de las primarias del PSUV y siguen igual de botados. Ahora vienen de nuevo porque los numeritos no le cuadran para este 6D. Mucho menos podemos confiar en emisarios de un gobierno que pacta con la derecha aglutinada en la MUD y que favorece a banqueros y transnacionales.

En lo único en que los trabajadores pueden confiar es en su propia fuerza, recordando que las conquistas logradas no han sido por un diputado desesperado buscando votos sino por el esfuerzo, la resistencia y la movilización del proletariado.La tarea que le proponemos, compañero trabajador que lee estas líneas no es tarea fácil. Para la defensa de nuestros puestos de trabajo y la conquista de contratos colectivos dignos hemos tenido que lidiar con patronos, instituciones que juegan para el enemigo y sindicatos arrodillados al billete. Los despedidos no han contado ni con la Central Bolivariana Socialista de Trabajadores y mucho menos con la fulana FUTAAC, ambos aparatos del PSUV y el GPP al servicio del gobierno y no de la clase trabajadora.

La CBST y la FUTAAC en lugar de convertirse en referencia de combatividad clasista han sido arrastradas por las direcciones patronales a meros organismos repetidores del discurso del PSUV, sin reflejar las necesidades de lucha de las bases obreras. Con esto es inevitable que el grado de postración del movimiento sindical hoy esté en el estado en que está, permitiendo la pérdida de la autonomía sindical respecto a los patronos y sus partidos burgueses como el PSUV, Gran Polo Patriótico, la MUD y cuando bicho de pelo y uña. Igualmente, se ha perdido la democracia de base, irrespetándose las opiniones de los trabajadores y se persigue a quien disienta hasta el punto de ser botado.

Desde el PSL y su corriente C-cura les decimos a los trabajadores que toda lucha es una oportunidad para organizarse y recuperar los métodos de la clase como la autonomía, la democracia de base y la solidaridad con nuestros hermanos trabajadores sin importar el ramo, alzándonos incluso contra los enemigos infiltrados en sus propias filas obreras como lo son los sindicatos patronales.

Para las elecciones de diciembre, el PSL lanza una opción al servicio de las luchas de los trabajadores

De la misma manera como hemos estado en la calle todos los días junto a las luchas obreras, el PSL y C-cura ofrecemos una alternativa electoral para que el próximo 6 de diciembre los trabajadores y el pueblo expresen su rechazo a la política económica del gobierno, a los despidos, a la inflación y el desabastecimiento, votando por los verdaderos dirigentes de los trabajadores que no tranzan con los patronos ni con la burocracia sindical.

Les hacemos el llamado a votar por la tarjeta del Partido Socialismo y Libertad que además de enfrentar al gobierno también denuncia a los candidatos de los partidos de la MUD que son los representantes de los empresarios nacionales y extranjeros. No sigamos brindando respaldo a los estafadores que hablan de socialismo pero todos los días actúan a favor de los boli-burgueses, los empresarios y las multinacionales. Apoyemos a dirigentes sindicales resteados con la clase trabajadora. Respaldemos a los que luchan todos los días en la calle con nosotros, no a los que sólo aparecen en vísperas de elecciones para hacer promesas que nunca cumplirán.

Hablando con toda honestidad, como siempre hemos demostrado, más allá de la coyuntura electoral, la unidad de acción en defensa de los puestos de trabajo está a la orden del día y los trabajadores y directivos sindicales que quieren ir a la pelea debemos unirnos. Cualquiera que sea el resultado electoral del 6D, los dos grandes polos electorales al final del día coinciden en que la crisis la paguen los trabajadores pues ambos representan los intereses del capital y los patronos defenderán sus intereses y no les temblará el pulso para suspender, botar más gente y violar contratos colectivos.

¡Por la unidad y movilización de los que luchan!
¡No a las suspensiones ni despidos!
¡¡Por aumento general de sueldos y salarios!!
¡Que la crisis la paguen los capitalistas, no el pueblo trabajador!
¡¡Fortalezcamos la Corriente sindical clasista, unitaria, revolucionaria y autónoma!!
¡¡En las próximas elecciones, apoya los candidatos del Partido Socialismo y Libertad!!

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