Declaración de solidaridad desde IR ante la amenaza de despido contra el dirigente petrolero José Bodas, secretario general de la FUTPV

José Bodas. Secretario general de la Futpv

Por Izquierda Revolucionaria

Izquierda Revolucionaria rechaza la amenaza de despido contra el dirigente sindical petrolero José Bodas

En la última semana ha resurgido el rumor de un intento de despedir al dirigente sindical José Bodas, trabajador desde hace más de 30 años de PDVSA en la refinería de Puerto La Cruz, estado Anzoátegui. Ya unas semanas atrás hubo una amenaza directa cuando intentaron despedirlo basados en supuestos administrativos relacionados con los permisos sindicales que le corresponden como secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (FUTPV).

Bodas fue uno de los dirigentes obreros que tomó parte junto a un amplio grupo de trabajadores petroleros de la refinería de Puerto La Cruz en enfrentar el paro-sabotaje petrolero de 2002, recuperar y reactivar dicha refinería en poco tiempo. Esa experiencia mostró en los hechos lo que significa el poder y la gestión obrera y fue clave para impulsar hacia la izquierda la revolución bolivariana durante los años siguientes. es uno de los grandes ejemplos del papel revolucionario que la clase obrera desempeñó en Venezuela durante los años de ascenso de la revolución bolivariana, con sus altas y bajas.

En esta etapa del proceso venezolano

Durante todos los años transcurridos desde entonces la clase obrera y el pueblo venezolano han mostrado una y otra vez su disposición a llevar la lucha contra el capitalismo hasta el final, acabando con el poder de los capitalistas y de los burócratas e iniciando una verdadera transición al socialismo. Sin embargo, esa transición nunca se produjo. La revolución bolivariana se quedó a medio camino. La burguesía nunca fue expropiada, la economía y el estado siguen siendo capitalistas y al frente de ellas se ha desarrollado una burocracia cada vez más corrupta que frena y reprime cualquier intento de los trabajadores en desarrollar políticas revolucionarias.

Esto ha hecho que la crisis que vive el sistema capitalista en todo el mundo se vea agravada en Venezuela por el carácter especialmente degenerado y especulativo de la burguesía venezolana y la corrupción y políticas capitalistas de la burocracia. Ello ha permitido al imperialismo estadounidense, a la derecha y extrema derecha venezolana e internacional lanzar la ofensiva golpista más importante desde el golpe y el ya mencionado paro-sabotaje petrolero del 2002 por llegar al poder. El objetivo del imperialismo estadounidense y su títere venezolano, Juan Guaidó, es aplicar en Venezuela políticas contra los jóvenes y los trabajadores similares a las que están desarrollando Macri en Argentina, Duque en Colombia o Bolsonaro en Brasil.

El único modo de derrotar esta ofensiva criminal del imperialismo estadounidense y la derecha, su bloqueo, amenazas y ataques, es con una lucha seria, consecuente, masiva y unitaria tanto contra el imperialismo y el capitalismo como contra la burocracia. Pero el gobierno venezolano y los dirigentes del PSUV han renunciado hace mucho tiempo a cualquier política antiimperialista seria. Su objetivo es gestionar el capitalismo venezolano de la mano de los imperialistas chinos y rusos. Para ello están desmantelando todas las conquistas y avances sociales alcanzados por la clase obrera antes y durante los gobiernos de Hugo Chávez y respondiendo con amenazas, calumnias y represión a las justas reivindicaciones del movimiento obrero y popular. Esa es la verdadera razón de las amenazas de despido que hoy está sufriendo el compañero Bodas y que también han sufrido o están sufriendo otros dirigentes obreros en diferentes sectores

En un momento donde todas las conquistas del movimiento obrero están siendo brutalmente destruidas, los dirigentes sindicales que no se alineen con la burocracia y su actual política, particularmente desastrosa en PDVSA, son potenciales objetivos de todo tipo de prácticas antisindicales y represivas. Los capitalistas y la burocracia se aprovechan de la traición de dirigentes reformistas que se han pasado a las filas de la burocracia estatal y la “boliburguesía”, incluso a la de la burguesía de toda la vida y la derecha golpista, para llevar adelante políticas contra los trabajadores.

El asesinato, la represión estatal y delincuencial contra los trabajadores, líderes obreros y campesinos ha aumentado brutalmente, con la complacencia de una burocracia que es responsable de la descomposición económica, el contrabando ilegal, la especulación comercial y financiera, permitiendo los altos costos de la alimentación, y medicamentos, dejando que se deterioren los principales servicios públicos y las empresas estratégicas, en la misma línea política que utiliza la burguesía para humillar a los trabajadores. Los despidos de dirigentes obreros en distintas empresas, tanto del sector privado (Mitsubishi, Macusa, etc.) como del público (Metro de Caracas, Ferrominera, Abastos Bicentenario, entre otros) vienen sucediendo desde hace algunos años y se han agudizado en el último período, llegando al punto de condenas viciadas contra dirigentes obreros, como la reciente sentencia a Rubén González, secretario general de Sintraferominera o la prisión sin sentencia de Roneld Alvarez.

Bodas fue elegido democráticamente por los trabajadores petroleros para la secretaria general de la FUTPV porque era visto como una oposición por la izquierda a la dirección burocrática representada por el presidente de la misma, Wills Rangel, un dirigente que ha servido de correa de transmisión de las peores políticas burocráticas contra los trabajadores dentro y fuera de la industria petrolera.

Desde Izquierda Revolucionaria, aunque mantenemos diferencias importantes con José Bodas y las organizaciones en que milita (la corriente sindical C-CURA y el Partido Socialismo y Libertad PSL) respecto a la caracterización y balance del proceso revolucionario y los métodos y orientación a defender para luchar contra el poder de los capitalistas y la burocracia, rechazamos y condenamos cualquier tipo de represión, amenazas y ataques contra su persona o contra cualquier otro dirigente obrero que defienda los derechos de los trabajadores y el pueblo.

!Sólo el pueblo salva al pueblo! !Unidad de la clase obrera y los sectores populares contra la represión y las políticas antiobreras de los capitalistas y la burocracia!

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